En tres días, sin nada cambia, se dará por extinguido el volcán de Cumbre Vieja y La Palma podrá iniciar su camino hacia su reconstrucción. Durante esta semana de silencio se han afianzado los parámetros que apuntan hacia el «agotamiento» de la erupción. Todos los indicadores se han mantenido estables, excepto la deformación del terreno. En la estación de Jedey, la más cercana a los centros emisores, se llegó a detectar una deformación que alcanzó los ocho centímetros. Esta situación ya se ha «revertido parcialmente» y los equipos del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) continúan monitorizando la zona. La preocupación se centra ahora en la presencia de gases tóxicos en el área de Puerto Naos, El Remo y La Bombilla.
El portavoz del Pevolca, Rubén Fernández, apuntó que el día 25 de diciembre, cuando se de por finalizada la erupción, «seguiremos con una situación de riesgo para la población durante muchas semanas» y añadió que el retorno de las personas desalojadas a sus casas se autorizará «en la medida de lo posible», siempre que las condiciones de seguridad lo permitan. El número de vecinos albergados en establecimientos turísticos de La Palma se redujo ayer hasta los 547, nueve menos que la jornada anterior –384, en Fuencaliente; 70, en Los Llanos de Aridane; y 93, en Breña Baja–.
El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, aseguró en el Pleno del Parlamento que espera que la Nochebuena se puedan celebrar en La Palma, en Canarias y en toda España con la ratificación de la «defunción» del volcán. «Hay que esperar la ratificación pero parece que va a ser así», indicó Torres, quien afirmó que ha sido difícil planificar las labores de reconstrucción con la erupción aún activa. El presidente autonómico defendió que La Palma necesita medidas urgentes, pero también una «reconstrucción armonizada» consensuada con las administraciones de todos los niveles así como con la opinión de la sociedad palmera.
A lo largo de la jornada se registraron intensas lluvias en La Palma, con rachas de viento que alcanzaron los 80 kilómetros, y se espera que hoy remita esa inestabilidad. A pesar de las precipitaciones, según Fernández, no se ha registrado ningún tipo de incidencia relacionada con la lluvia mezclada con la ceniza o los gases en la zona de exclusión.
La portavoz del comité científico del Pevolca, Carmen López, apuntó que la emisión de gases está concentrada en los centros eruptivos y los jameos. El tremor volcánico sigue en la categoría de «ruido de fondo» y la sismicidad es «muy baja» a todas las profundidades y de escasa magnitud, por debajo de 2,3. La medición de la emisión de dióxido de azufre (SO2) en el penacho arrojó un valor bajo, no relacionado con el ascenso de magma sino con la solidificación de los tubos volcánicos, aunque la emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) sigue arrojando valores superiores al promedio en niveles de fondo.
La erupción de Cumbre Vieja no solo ha formado tubos lávicos, sino que también ha creado simas volcánicas. El hallazgo se produjo el pasado viernes, cuando el Equipo de Espeleología Volcánica, compuesto fundamentalmente por investigadores de La Palma, realizó un vuelo de dron para documentar la formación de caños de fuego y confirmó la presencia de un pozo en una de las bocas situadas en el oeste del cono principal. El equipo detalla que las simas volcánicas, que tienen forma de campana, son un tipo de cavidad mucho menos frecuente que los tubos y están vinculadas a centros de emisión. Muestra de su singularidad es que de las aproximadamente 200 cavidades volcánicas incluidas en el Catálogo de Cavidades de La Palma, solamente unas diez se identifican como simas. En la isla destaca la conocida como Hoyo de La Sima, en El Paso, que con 72 metros de profundidad ostenta el récord de la mayor caída libre de Canarias en una cavidad natural: 55 metros.
Imágenes del satélite Landsat de la NASA han revelado la magnitud de los cambios experimentados en el paisaje de La Palma, tras tres meses de erupción. Antes de que Cumbre Vieja se abriera el 19 de septiembre, el flanco occidental de La Palma estaba salpicado de casas, caminos y cultivos. Ahora el paraje se asemeja más a un paisaje lunar que a un paraíso tropical. El satélite capturó la primera imagen el 21 de mayo y la segunda muestra la misma zona el 15 de diciembre.
