Endesa ha iniciado ya el plan de emergencia para la reconstrucción del sistema de electrificación en La Palma, gravemente dañado como consecuencia de las numerosas coladas del volcán de Cumbre Vieja que durante tres meses ha arrasado la Isla, llevándose por delante 130 kilómetros de líneas eléctricas, 85 torres de media tensión, 1.500 postes de madera de baja tensión y 19 centros de distribución propiedad de Endesa.

La empresa eléctrica ha dispuesto la creación de una central térmica portátil en Los Llanos de Aridane de nueve megavatios, ya en avanzado estado de montaje, y una segunda, cuya instalación comenzará en breve, que irá asentada en Las Manchas, una de las zonas más castigadas por la actividad volcánica.

A un día de que los científicos den por concluida oficialmente la erupción, los equipos de Generación y Distribución de Endesa trabajan supervisando la obra que se está realizando en en la zona de Hermosillas, en Los Llanos de Aridane, donde está prácticamente montada una central térmica. Esta entraría en funcionamiento en caso de que se produjera un fallo en las redes actuales que están siendo alimentadas por la central térmica Los Guinchos.

La central térmica portátil ocupa doce contenedores que fueron trasladados hasta La Palma por vía marítima procedentes de Italia, Alemania y Bélgica. Los operarios culminan estos días el tendido de la línea subterránea de media tensión que conecta el punto de Hermosilla con la subestación Valle de Aridane.

Además, en las próximas semanas se iniciarán también las obras en la central térmica móvil de Las Manchas, donde se pretende suplir la línea que anillaba a nivel eléctrico el norte con el sur. La instalación sumaría una potencia de cuatro megavatios.