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Crisis del coronavirus | Repercusiones de la pandemia en la educación

Los docentes infectados se cuadruplican durante la Navidad

Un aula canaria el lunes tras el final de las vacaciones de Navidad.

El avance del covid a través de la variante ómicron sigue imparable y se cuela también en las aulas canarias. A pesar de que las cuarentenas en los grupos se han relajado con el inicio de este nuevo año, la situación es complicada en algunos centros, donde la falta de profesores que se encuentran de baja obliga a los equipos directivos a realizar auténticos juegos malabares para que ello no repercuta en la docencia. Se trata de una realidad que se repite en toda España pero, en el caso de Canarias, los casos positivos entre profesores se han cuadruplicado durante las vacaciones de Navidad.

La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias informó ayer de que 883 profesores canarios eran positivos en coronavirus el lunes, cuando dio comienzo el segundo trimestre del presente curso escolar, en centros educativos públicos, privados y concertados del Archipiélago, donde trabajan un total de 31.265 docentes en la actualidad. Eso se traduce en que el 2,8% de estos profesionales se encuentran de baja, mientras que el último día de clase de 2021, el pasado 22 de diciembre, este dato solo rozaba el 0,6%, con 189 profesores positivos por covid.

Aumentan aulas confinadas, con 108 en la actualidad, 46 más que la pasada semana

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Se cuadruplica por tanto la cantidad de profesores afectados por el virus, lo que ha obligado a la Consejería de Educación a trabajar a contrarreloj para cubrir todas estas bajas y que pueda seguir desarrollándose la docencia con normalidad. No obstante, la contratación de profesorado de refuerzo a comienzos del presente curso escolar permite ya a los centros a hacer frente a las primeras bajas tras las vacaciones de Navidad.

En cuanto al alumnado, también han aumentado las cifras de menores afectados por el virus tras las fiestas. El pasado 22 de diciembre eran 894 los alumnos positivos en Canarias, lo que suponía un 0,26% del estudiantado enfermo, mientras que el lunes eran 2.717 los menores enfermos, lo que se traduce en un 0,8% del total de 337.810 estudiantes que existen en Canarias.

Mientras los centros educativos y la propia Consejería de Educación tratan de solucionar la difícil situación que se produce tras la vuelta a clase, la portavoz del Grupo Popular en el Parlamento de Canarias, Australia Navarro, considera que la alta incidencia de la variante ómicron hace necesario «adaptar en los centros docentes los protocolos sanitarios a la nueva realidad de la pandemia» y lamenta que la vuelta presencial a las aulas se realice «sin un plan de contingencia para prevenir el posible aumento de las bajas entre el profesorado».

Para la vuelta a clase tras la Navidad, Canarias, al igual que la mayoría de Comunidades Autónomas, ha apostado por el cumplimiento escrupuloso del protocolo anticovid, por seguir promoviendo la vacunación del alumnado y que las familias no lleven a sus hijos a clase si observan síntomas compatibles con el virus. No obstante, las cuarentenas en las aulas se han relajado ya que, hasta ahora, los alumnos completamente vacunados que eran contacto estrecho de un positivo estaban exentos de hacer la cuarentena, y los que no lo estaban debían respetar un periodo de siete días. Con el inicio del nuevo trimestre, la cuarentena para todo un aula se realizará cuando se den al menos cinco casos de covid o estén afectados al menos el 20% de los alumnos, en un periodo igual o inferior a siete días.

Los alumnos con la vacuna completa no harán cuarentena, sin importar el número de casos en su clase

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A pesar de todo, Australia Navarro considera que la Consejería de Educación debería realizar un ajuste de los protocolos a la situación actual y estudiar si las medidas adoptadas al inicio del curso siguen siendo vigentes en estos momentos. En este sentido, plantea recuperar algunas de las medidas aplicadas en el curso pasado y que tan buen resultado dieron para garantizar la seguridad en las aulas como, por ejemplo, la reducción de ratios, dotación de material de protección adecuado y refuerzo del profesorado.

Por su parte, ANPE Canarias reclamó medidas urgentes en los centros educativos para atender la nueva realidad sanitaria en las aulas y «evitar situaciones caóticas». El sindicato propone acciones para hacer frente a este escenario, como mejorar el rastreo de contagios, priorizar la vacunación de la tercera dosis para el profesorado, incrementar la plantilla de profesorado de refuerzo para poder atender al alumnado, disponer de un servicio de atención telefónica para gestionar las bajas docentes y llevar a cabo la vacunación de los menores de 5 a 11 años solo en instalaciones sanitarias habilitadas para ello.

ANPE considera que el trato hacia los profesionales educativos no está siendo el adecuado y entiende que, sin medidas extras, decisiones como la de rebajar las cuarentenas de las aulas suponen un riesgo sanitario y educativo para toda la comunidad escolar, pero también para el resto de la sociedad ya que contribuirán a seguir saturando la atención primaria. En este sentido, el sindicato afirmó que el lunes, el primer día de clase tras la Navidad, «el profesorado manifestó sentirse desorientado y reclamó más información oficial y asesoramiento por parte de la Administración».

Vacunación en colegios voluntarios


A pesar del buen ritmo que lleva la campaña de vacunación en la población pediátrica en Canarias, las autoridades sanitarias, en colaboración con las educativas, baraja la posibilidad de reforzar este plan con la inoculación en nuevos espacios, como los centros educativos. La consejera de Educación del Gobierno de Canarias, Manuela Armas, explicó ayer que «deberían ser los centros de salud los lugares en los que se administre la vacuna», pero añadió que en la actual situación «todos debemos arrimar el hombro» y por eso explicó que su gabinete no descarta la puesta en marcha de un proyecto piloto para que la vacunación de la población pediátrica en Canarias se lleve a cabo en algunos centros educativos. No obstante, matizó que estos espacios tendrán que presentarse voluntarios para participar en este programa y la Administración Pública jamás impondrá la puesta en marcha de la campaña de vacunación en instalaciones educativos que no lo deseen. Armas añadió que esta propuesta solo se pondrá en marcha en las islas capitalinas, puesto que el ritmo de vacunación en el resto de territorios es tan bueno que no hará falta habilitar nuevos espacios. | P G

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