Prudencia. Es lo que pide la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Tras tres jornadas consecutiva (con datos del jueves) de descenso, el viernes la incidencia del coronavirus subía en 139 puntos hasta los 3.418,4 casos por 100.00 habitantes, nuevo máximo de la pandemia. A la calma apelaba la titular del departamento porque gran parte de las comunidades mantienen aún una alta tasa de trasmisión, parte del país sigue confinado y, lo más grave, la crisis sanitaria sigue teniendo impacto hospitalario. Más reinfecciones, escape vacunal, contagio masivo...son algunas de las claves impuestas por la variante ómicron tras casi dos meses del primer caso detectado en España, tal y como publica El Periódico de España.

Según los datos aportados el viernes por el Ministerio de Sanidad, España se coloca al borde de los 9 millones de positivos. Las cifras indican que se rompe la tendencia a la baja tras tres días consecutivos. La presión en las UCI se mantiene en el 23,2% y también en la ocupación hospitalaria en planta, que es del 14,9%. Que la sexta ola es un tsunami de contagios es una realidad incontestable. Esa misma jornada, la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, aportaba datos de su impacto en las aulas: según los facilitados por las comunidades autónomas actualmente 24.742 docentes están aislados por positivo o en cuarentena, lo que significa el 4,28% del total; y 262.451 estudiantes (un 3,77% del total).

Por su parte, el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, ha facilitado una aproximación a las últimas cifras de bajas laborales por coronavirus y ha afirmado que la sexta ola ha provocado "un nivel de bajas en torno al 10% de todo el conjunto de los afiliados a la Seguridad Social". Como publica El Periódico de España, Escrivá no ha facilitado la cifra concreta, pero teniendo en cuenta que hay 19,8 millones de afiliados, el 10% supondría que cerca de 2 millones de personas se ha acogido a una baja motivada por el virus durante las últimas semanas.

¿Ha pasado el pico?

Que íbamos camino del llamado "contagio masivo" es algo que los médicos venían advirtiendo desde que los datos comenzaron a dispararse a finales de noviembre y en antesala de la Navidad. Que, a mediados o finales de enero se podría tocar techo, también. Eso sí, indicaban varios expertos a este diario durante todas estas últimas semanas, todo desde la máxima cautela. Porque está por ver.

Tras la reunión semanal del Consejo Interterritorial, este miércoles la propia Darias avanzaba que, por primera vez, se podía hablar de ralentización y la sexta ola podía estar llegando a su fin. Sin embargo, algunas autonomías reconocen que el autodiagnóstico en los domicilios -en algunas regiones a través de las farmacias- ha provocado que no se estén notificando todos los casos. Y eso, sigue preocupando. Los últimos datos, los del viernes, no ayudan a atisbar ese pico.

Punto de inflexión

"Ómicron ha sido la variante que nos ha afectado en la pandemia con un mayor cambio en la estructura del virus. Y por ello muestra una tasa mucho más alta de escape a la vacuna y de infección. Por esa mayor capacidad de transmisión que tiene", señala a EPE el doctor Gabriel Reina González, especialista en Microbiología Clínica de la Clínica Universidad de Navarra.

El mayor miedo de los sanitarios ha sido, desde el primer momento, que la explosión de contagios, colapsara el sistema sanitario. Sin embargo, pese a que en la sexta ola se han visto incidencias "hasta siete veces superiores a la misma fecha del año pasado", la probabilidad de hospitalización es ocho veces menor y en UCI, hasta 15 veces", reseñaba esta semana la ministra.

El doctor Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), jefe del servicio de inmunología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander y director científico del Instituto de Investigación IDIVAL, alertaba hace unas semanas a El Periódico de España sobre la transmisión tan alta de la nueva variante y la protección de las vacunas: "No eliminan el virus, es un mensaje equivocado".

Más infecciones

Días después, el inmunólogo repasa el nuevo escenario ante el que nos encontramos y, sobre ómicron, explica que, como es sabido, es una variante muy infectiva: "Ha sido capaz de infectar mucho porque los anticuerpos, o bien han caído después de seis meses o bien porque la vacuna escapa en este caso". Este motivo, señala, también justificaría que se hayan producido tantas reinfecciones en personas que ya habían pasado la enfermedad, algo que no había sucedido en olas anteriores. "Sí, claro", admite el especialista que insiste, es una variante mucho más contagiosa.

Además, añade López Hoyos, ahora ya no se puede hablar de inmunidad de rebaño como tal. "Hemos visto que los anticuerpos al cabo de un tiempo están desapareciendo en un porcentaje de la población de alrededor del 50 %", incide. En el actual escenario, lo importante no es tanto alcanzar esa inmunidad como "tener vacunada, con la pauta normal de dos dosis, al cien por cien de la población. En el caso de la tercera dosis, sobre todo en personas más vulnerables, añade, se ha demostrado es capaz de aumentar la capacidad neutralizante de los anticuerpos".

Que esa tercera dosis aporta más anticuerpos y más defensas para neutralizar el virus, sea cual sea su variante, en los más mayores es una de las principales conclusiones de un nuevo estudio de seroprevalencia realizado por el Instituto de Salud Carlos III -ENE-COVID Senior-, presentado esta misma semana por el director del organismo, Cristóbal Belda, junto a la ministra Darias.

Lo que aprendimos de ómicron

Sin embargo, el presidente de la SEI llama la atención sobre la administración de esa dosis de refuerzo en población sana. "No vemos necesidad. Porque, aunque no a la infección en este caso, la gente sí responde bien a la enfermedad", apunta. Por otro lado, desde el punto de vista inmunológico, tampoco ven necesario administrar esa tercera dosis a quienes ya tenían la pauta completa (dos dosis) y se ha infectado con ómicron. "Sería como poner una cuarta vacuna", especifica.

En ese sentido, el doctor López Hoyos, considera que una cuarta dosis sólo estaría recomendada en población inmunodeprimida, pero siempre previa valoración de la respuesta inmunitaria tanto en anticuerpos como en células. "El vacunar con el mismo tipo de vacunas una y otra vez no tiene mucho razonamiento inmunológico. Quizá habría que replantearse otro tipo de vacunas, incluso otras dosis y determinar cada cuánto tiempo se deben usar y en qué población", añade.

¿Qué hemos aprendido durante estos casi dos meses con la variante ómicron?. "El beneficio que tienen la vacunas o la infección natural previa frente a cualquier tipo de enfermedad grave, incluso con estas nuevas variantes que se alejan más estructuralmente del virus previo", apunta desde la Clínica Universidad de Navarra el microbiólogo Gabriel Reina. El hecho de haber recibido, además, dosis de refuerzo en población inmunocomprometida o con avanzada edad, abunda, ha hecho ver como las tasas de infección han bajado mucho tras la tercera dosis, concluye.