La situación límite que sufre el Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, agravada por las tensiones entre los profesionales sanitarios y la cúpula directiva, ha llevado al Colegio Oficial de Médicos de Las Palmas a exigir a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias que tome medidas para «solucionar los grandes problemas» del complejo hospitalario, «en la senda del deterioro progresivo de la actividad asistencial».
Así lo expresa el colegio de profesionales en un comunicado, donde se refieren a la última ola de Covid, que «ha tensionado de forma importante la actividad asistencial del complejo hospitalario del área sur de Gran Canaria», incidiendo así en una «situación ya de por sí precaria por el déficit de médicos en determinados servicios, como urgencias, y por defectos estructurales como la escasez de camas».
Para ello, plantean la creación de «un Departamento de Organización de carácter multidisciplinar, profesionalizado, con dedicación exclusiva y estabilidad laboral que se dedique, con visión de futuro a afrontar los problemas del Hospital, en particular, y la Sanidad Canaria, en general».
Solución definitiva
A su juicio, se trata de «una solución definitiva a las carencias, no solo a corto plazo, sino a largo plazo», tal como manifestaron en un escrito hace dos meses, «a propósito de la situación de las Urgencias del Hospital Universitario Insular».
Por otra parte, en el comunicado reiteran su «compromiso deontológico acerca de que los canales para denunciar las deficiencias ha de ser escalonados: primero la jefatura de servicios, segunda la dirección del centro, tercer a la autoridad sanitaria superior, cuarto al Colegio de Médicos y, por último, a la prensa».
Para finalizar, lanzan la advertencia a las autoridades sanitarias de que «abusar del compromiso profesional de sus médicos puede conducir a este centro sanitario a un ambiente de desmotivación que colisiona de frente con la buena medicina».
