Canarias necesita incorporar a 2.700 profesionales de Enfermería y Fisioterapia para contar con una sanidad pública óptima y de calidad. Un déficit que arrastran las islas desde hace años y que se ha cronificado con la crisis sanitaria actual. «Hablamos que esta reivindicación no es de ahora llevamos años con ella, hemos mandado cartas a las dos universidades entendemos que el número de alumnado debe aumentarse progresivamente. 700 enfermeros se jubilan o abandonan la profesión y salen 500 de la universidad, la balanza se inclina de un lado, se debe corregir», denuncia Mónica Cabrera, secretaria provincial del Sindicato de Enfermería (Satse) de Las Palmas.
Esta es una de las reivindicaciones del Sindicato de Enfermería, SATSE, que comenzó ayer con movilizaciones en varios centros de Atención Primaria del país para exigir mejoras en el sistema, seriamente tocado por las seis olas consecutivas de la Covid-19.
En el caso de Canarias los profesionales s manifestaron a las puertas del centro de atención primaria de Canalejas, en la capital grancanaria, y en Tenerife lo han hecho en el centro de salud de Doctor Guigou, de Santa Cruz de Tenerife. Ya se prevén nuevas concentraciones este mes con el personal de especializada.
«El objetivo de esta convocatoria es reclamar mejoras en las condiciones laborales, personales y los recursos en nuestra sanidad. En este caso, hablamos de la atención primaria que es el servicio de entrada al sistema y está, con esta sexta ola, viviendo de una presión asistencial sin precedentes. Abogamos y exigimos que se materialicen los acuerdos, necesitamos estabilidad y que se cumplan los ratios con la aprobación de la ley del paciente que lleva más de un año bloqueada en el Congreso de los Diputados», explica Cabrera.
Presión asistencial
García denuncia que la ratio de enfermeras es de 5,5 por cada 1.000 habitantes de media nacional. «En el caso de Canarias está aún por debajo de esa media nacional. Los países de nuestro entorno tienen una radio de 7 u 8 enfermeras por cada 1.000 habitantes e incluso 12 por cada 1.000 en los países escandinavos», explica.
Este aumento de la carga de trabajo que soportan los profesionales en Canarias se ejemplifica con los cupos a los que cada uno tiene que hacer frente en la Atención Primaria. «Los ratios que se aconsejan es que no superen los 1.300 o 1.500 por cada enfermera, aquí se llega a una ratio de 2.000 o 2.500 pacientes por cada enfermera y en algunos casos puede llegar a estar por encima de los 3.000. Trabajar con ese nivel de presión no es sostenible», explica.
Con las consecutivas olas de la Covid-19 la situación ha empeorado aún más. «La atención primaria es el primer nivel del sistema sanitario y es fundamental para la salud de los ciudadanos», subraya.
En este sentido, junto al aumento de las plazas universitarias, el sindicato consideran que se debe intentar recuperar los profesionales que trabajan fuera del país. «Se deben tomar medidas para recuperar a todos esos profesionales que se han ido, mejorando las condiciones, dando una estabilidad porque la temporalidad es muy alta. Hay enfermeros que renueva cada año el contrato y llevan diez años trabajando», apunta.
Reclaman una dignificación de la profesión con la eliminación de los subgrupos profesionales al considerar que limitan y ponen piedras en el camino de la evolución profesional del personal de enfermería. «Somos el sostén de esta sanidad, somo la columna vertebral del sistema y todavía no se nos toma en cuenta a la hora de tomar decisiones», añade.
