La cigüeña bautizada como Lali es hoy la más afortunada de Mérida, después de que el emeritense Rafael Olmo se hiciera cargo de ella tras caerse del nido que corona el antiguo convento de San Andrés, en la plaza de Santo Domingo. Los hechos sucedieron anoche, cuando los vecinos de la zona se percataron de que el ejemplar de esta ave protegida se encontraba malherido y no podía volar. Como no se ponían de acuerdo sobre qué hacer con la cigüeña, Rafael se ofreció para llevarla a su casa: "Nadie sabía cómo actuar y la policía local tampoco tenía medios para quedársela, así que la solución más rápida fue cogerla para que pasara la noche en el patio".

"La cigüeña estaba muy mal, no se sostenía de pie, se le caía la cabeza y la apoyaba en el suelo. Sinceramente, pensaba que esta mañana me la iba a encontrar muerta", relata Rafael. En cuanto a los cuidados que le dio al animal, explica que lo único que hizo fue abrirle el pico con una pinza y darle agua a la fuerza, pues "no sabía el tiempo que llevaba sin beber". "No quiso comer nada, pero tampoco era cuestión de obligarla por si se ahogaba", añade.

El cuidador temporal de Lali afirma que el ave se encontraba "mucho mejor" esta mañana, ya que "andaba de un lado a otro del patio con otro espíritu". Finalmente, un agente de Medio Ambiente se ha llevado al animal para que fuera atendido de sus heridas por veterinarios. Rafael cree que esta cigüeña es una de las más fotografiadas de la ciudad, ya que son muchos los visitantes a los que les llama la atención verla en el nido del convento junto al otro ejemplar con el que convive.

«Le he puesto de nombre Lali porque es de Mérida, pero como al final sea un macho... Pues tendremos que llamarlo Lolo», bromea Rafael. «Ahora me quedo con la duda de si va a salir adelante y qué tenía en realidad, pero seguro que ya me enteraré», apunta este emeritense, que confiesa ser un amante de los animales, tal y como ha demostrado con su gesto ejemplar.