Belinda Oliva (Las Palmas de Gran Canaria, 1983) no tiene límites. Una de las entrenadoras personales con más renombre de Gran Canaria recibe a este periódico por primera vez para hacer un repaso su trayectoria y grandes retos profesionales. A pocos metros de la puerta de su gimnasio, MindFit60, ubicado en la céntrica zona capitalina de Mesa y López, la misma sonrisa e ilusión que le muestra a sus más de 11 mil seguidores en redes sociales es la que comparten los clientes que salen de la sesión de mañana previa a esta conversación. Nerviosa pero clara en sus ideas, su temperamental personalidad no deja lugar a duda de por qué y cómo ha llegado a donde está.

Para quién no le conozca, ¿quién es Belinda Oliva?

Belinda Oliva es una entrenadora apasionada del deporte, de la vida. Una mujer a la que le encanta aportar luz, sabiduría y profesionalidad a las personas con las que trabaja. Y, sobre todo, soy pura esencia. Soy una persona que quiere que llegar a las demás personas con un cometido perfectamente definido: ayudar a todo el mundo.

Su leit motiv de vida es "si puedes soñarlo, puedes conseguirlo". ¿Cuántas veces imaginó llegar a donde ha llegado?

Lo imaginé tanto que se cumplió. Cuando empecé, todas las mañanas me levantaba diciendo "se puede más, tienes que mejorar más Belinda, tienes que ser la mejor". Todos los días pensaba en ello y trabajaba como la que más.

En un mundo como el del deporte y el entrenamiento deportivo (generalmente ocupado por hombres), ¿cómo de complicado ha sido convertirse en la entrenadora personal con más renombre de Gran Canaria?

Cuando escucho esas definiciones se me pone una sonrisa en la cara. Ha sido y sigue siendo una trayectoria complicada, no solo por ser mujer, sino porque hay muchas personas en este mundo que hacen un uso muy ligero de la crítica y no les tiembla el pulso a la hora de juzgar mi trabajo, mi esfuerzo, mi forma de enfocar esta profesión... Pero, creo que estos obstáculos no son más que pequeñas pruebas que te pone la vida para que una se haga aún más grande.

"Una de las grandes enseñanzas que me gusta inculcarle a mis clientes es que siempre hay salida"

Haga una introspección, ¿recuerda cuál ha sido el momento más duro de su carrera profesional?

Sin lugar a dudas, cuando quise dejarlo todo. Con lo que yo amo mi trabajo, hubo un momento en mi vida en el que dije "dejo de ser entrenadora personal, lo dejo todo". Esta fue una época durísima para mí porque se me juntaron muchos factores: tuve una ruptura sentimental, cambié de centro y no me sentía a gusto con mi trabajo y con cómo se estaban haciendo las cosas... Fueron varias cosas. En ese instante, me replanteé dejarlo todo. Y me causó muchísimo dolor porque jamás pensé que iba a llegar a ese extremo. Por suerte, nunca pasó. Esta es una de las grandes enseñanzas que me gusta inculcarle a mis clientes: siempre hay salida.

Su trabajo ha alcanzado picos tan altos que en sus manos se han puesto figuras de gran renombre de la UD Las Palmas e incluso actores de series mundialmente conocidas como La Casa de Papel, ¿da vértigo?

¿Sabes qué pasa? Que más allá de esas figuras públicas que han confiado en mí, lo que da vértigo es otra cosa. Da vértigo entrenar a una persona con trastornos alimenticios, da vértigo entrenar a gente que me llega con problemas verdaderamente serios de salud mental, da vértigo no estar a la altura con la gente que no tiene esa proyección pública. Estos son solo algunos ejemplos de todo lo que me da vértigo. Pero, que todas estas personalidades hayan pensado, confiado y se hayan dejado asesorar por mí me da, como no, mucho orgullo.

Belinda Oliva antes de comenzar uno de sus entrenamientos

¿Entiende que entrenar a personalidades tan conocidas pueda confundir a la gente sobre la posibilidad de tener acceso a una entrenadora personal?

Mira, esto es un tema complejo. Un entrenador personal es cierto que puede considerarse como un lujo. O más que un lujo como algo más exclusivo. Pero es lo que yo le digo a todo el mundo, todo esto depende de lo que tu quieras invertir en tu salud. Hay gente que invierte en pantalones y hay gente que invierte en salud. Un entrenador personal es invertir en salud.

"Ofrezco dos modalidades de entrenamiento para que nadie se quede fuera, para que nadie sienta que no puede permitirse cuidarse o que no le dan herramientas para ello"

Usted, sin embargo, ha roto esos moldes porque siempre ha defendido que el dinero no puede ser un activo que frene el desarrollo personal y físico. ¿Por qué?

Hay que dejar una cosa clara: un entrenador personal no deja de ser un guía que te ayuda y acompaña física y mentalmente. Es un compromiso que yo adquiero y creo que debo ser justa con las realidades de la gente. En mi gimnasio, Mindfit60, tengo dos modalidades de entrenamiento para que nadie se quede fuera, para que nadie sienta que no puede permitirse el cuidarse o que no le dan herramientas para ello.

¿Y todas esas personas que le acusan directamente de competencia desleal?

La competencia desleal está en muchos sitios. No solo es cosa de dinero. ¿Me hablas de precios? Mira, cada profesional pone sus tarifas pero no puedo pasar por alto una cosa que creo que es importante destacar. Yo te estoy dando algo que no voy a recuperar; mi tiempo. Está claro que con esta profesión se gana dinero, mentiría si te dijese lo contrario. Pero se invierte más en tiempo que lo que una recibe en dinero. ¿Quién define si, en mi caso, soy cara o no? Para muchos puedo ser cara y para otros barata. Yo tengo unas tarifas que son para todos igual y, además, tengo opciones para precisamente que cada uno elija su mejor servicio. Yo siempre me adapto. Me adapto pero no regalo mi trabajo. Date cuenta que yo tengo un equipo a mi cargo y que tengo dos centros. Tengo gastos que cubrir y un servicio que quiero que sea siempre excelente para que mis clientes, mi gente, vea los mejores resultados.

¿Cree que su trabajo se devalúa al no cumplir con el estándar económico que se le presupone a un entrenador personal?

Realmente, yo cumplo con mi propio estándar económico. Yo creo mis normas, mis servicios y yo tengo mi sistema de trabajo. Quien crea que yo bajo los precios para quitarle trabajo a otros, está muy equivocado. Creo que soy de las pocas entrenadoras que aboga por esa frase de "hay pan para todos". Yo tengo mis clientes y no voy a casa de nadie para quitarle el trabajo a otros.

En diversas ocasiones ha mostrado su malestar por esas incesantes críticas que recibe por esta cuestión, ¿le sigue doliendo?

No es que me duela, he aprendido a transformar el dolor en construcción. Todo aquel que me critica no sabe realmente ni quién soy ni cómo trabajo. Nunca me han conocido. Sí he sido muy criticada pero, bueno, soy consciente de que eso pasa y ya me preocupa mucho menos. He logrado que todo lo que se me dice sea constructivo para mí, y no te lo digo de boquilla, te lo digo de corazón. Todo está en cómo lo gestione. No voy a negarte que, cuando escucho comentarios de gente cercana que sí me conoce, algo en mí se mueve. Me he llevado decepciones pero no es nada nuevo ni tampoco soy la primera a la que le pasa.

Oliva en una de las sesiones grupales que imparte en su centro deportivo

Oliva en una de las sesiones grupales que imparte en su centro deportivo

Hablemos de lo personal, con una trayectoria tan larga, infinidad de historias han tenido que llegar a usted, ¿cuál es la que más le ha marcado?

La historia que más me ha marcado ha sido la de Cristina. Cristina es una chica que empezó conmigo en mis comienzos. Ella tenía muchísimo sobrepeso, pero muchísimo. Con el paso del tiempo, trabajando, con sacrificio y esfuerzo, comenzamos a ver resultados, a sentirse mejor... Adquirió un hábito y dio un cambio tan radical que, a día de hoy, corre carreras como la TransGranCanaria. Ver a una persona que está contigo desde cero cruzar una meta como la de esa carrera es... Increíble.

Acumula usted más de 11 mil seguidores en redes sociales, ¿es consciente de la responsabilidad que tiene?

Soy consciente de mi realidad y de la de las personas y deportistas a los que llevo. Yo le estoy tremendamente agradecida a esas 11 mil personas que han confiado en mí porque me ha costado mucho ganarlos y demostrarles mi trabajo. Todas esas personas que se acumulan en mi Instagram son gente que se ha sentido identificada con la esencia de Belinda Oliva o que quieren impregnarse o aprender de ella. Yo en mis redes quiero exponer verdad, como lo hago con mi trabajo. Mi trabajo es verdad, exhuma verdad. No sé hacerlo de otra forma.

Por último, si tuviese que darle un consejo a alguien que, como usted, se ha hecho a sí misma. ¿Qué le diría?

Que no escuche nada de alrededor y que se escuche a sí mismo todos y cada uno de los días