"La vida te da un toque de atención y hay que vivirla". Estas son las palabras de Yéssica del Mar, una mujer de Fuerteventura que con 39 años y después de dar a luz le diagnosticaron cáncer de mama. Tuvo que recibir quimioterapia durante 6 meses, 5 sesiones de radioterapia y una operación final.

“Cuando me lo comunicaron, se me vino el mundo abajo y no me lo podía creer. Fue un jarro de agua fría”, afirma a los micrófonos de COPE Canarias y asegura que el apoyo de su marido y su afición por el deporte le ayudaron a vencer a la enfermedad.

“Las quimios son muy, muy duras. Las tres primeras son asequibles, pero las restantes son muy duras física y psicológicamente. Se te caen las uñas, se te quema la boca, el esófago y mucho dolor muscular y óseo. Estuve días sin caminar y no me podía ni mover. Tenía miedo de coger el coche y lo pasé como pude. Nunca pensé que pudiera llegar ese momento”, afirma.

Es entrenadora de un equipo de baloncesto femenino en Corralejo.

“Mi pareja dejó de trabajar para cuidarme y cuidar a nuestros dos hijas, me ayudaba a levantarme y a ir al baño. No hacía vida laboral y no podía comer. Yo solo quería dar los menos problemas posibles y te sientes... No sé cómo explicarlo”, recuerda.

“Nos mudamos a vivir a Corralejo y sigo trabajando de policía y la asociación Deportiva Los Toscones me dijo que si quería entrenar y les dije que claro. Al principio, entrenaba con sandalias, porque tenía los pies quemados y después entrenaba hasta descalza. Esa actividad me ayudaba bastante a superar la enfermedad”, cuenta.

“La vida te da un toque de atención por el estrés y el trabajo y estar todo el día corriendo y hay que vivir la vida. Vivo en Corralejo junto al mar en una casa pequeña con gente maravillosa y me siento realizada con dos hijas encantadoras y un marido maravilloso, trabajando y entrenando, dentro de mis posibilidades. En esos momentos tan duros, aparecieron personas que dieron un puñetazo sobre la mesa y dijeron, aquí estamos y te vamos a ayudar”, concluye.