Cuando comenzaron a detectarse los primeros casos de Covid-19 en España, y la Organización Mundial de la Salud no había declarado aún la situación de pandemia, un hombre decidió dar rienda suelta a su ingenio en las redes sociales y aportar una nota de humor a la crisis sanitaria. Así, el 24 de febrero de 2020, nació el perfil del Coronavirus de Twitter –@CoronaVid19–, una cuenta destinada a dar voz al propio patógeno, que no tardó en despertar carcajadas ni en convertirse en un fenómeno viral. Pero, ¿quién está detrás de este proyecto que combina la sátira con la divulgación? Se hace llamar Mario de Diego, tiene 39 años, es educador social y cuenta con un máster en Neuropsicología. «Soy un fiel usuario de Twitter y me atrajo la idea de crear un perfil diferente, a pesar de lo que cuesta ser original, porque a simple vista parece que ya está todo inventado», confiesa este madrileño afincado en Barcelona.

El coronavirus resiste en Twitter

El impacto que causó en las redes fue casi tan inesperado como el que provocó el SARS-CoV-2 en el mundo. Y es que De Diego nunca imaginó que lo que fue fruto de «un impulso» se traduciría en la suma de más de 900.000 seguidores en Twitter y más de 85.000 en Instagram, donde dio el salto solo unas semanas después de su aterrizaje en la plataforma que recientemente ha adquirido Elon Musk. «Jamás pensé que pudiera suceder esto y me quedé boquiabierto. En poco tiempo, logré tener más seguidores que el propio Ministerio de Sanidad», cuenta con asombro. Pero lo que más le sorprendió fue el hecho de ver en su lista de fans a humoristas de la talla de Andreu Buenafuente y Joaquín Reyes. «Me encantan estas figuras y no podía creerme que estuvieran ahí, pendientes de mis contenidos», anota. 

Inicialmente apostó por el humor negro, pero los estragos de la primera ola empujaron al coronavirus digital a realizar un profundo ejercicio de reflexión. El panorama era desolador. La cifra de contagios, ingresos y muertes era cada vez mayor y el dolor humano era inevitable. «Me planteé parar, pero decidí apostar por la sátira y hacer crítica social y política. Hay que tener en cuenta que al principio el humor negro tenía cabida porque todo era muy distinto, ya que los propios expertos aseguraban que en España iba a haber muy pocos casos y que el Covid-19 era muy parecido a la gripe».

«No solo me han insultado, también han llegado a amenazarme de muerte», confiesa el creador de la cuenta

Si abandona por completo a su personaje, reconoce que el período de confinamiento lo vivió con mucha incertidumbre y desconcierto como el resto de los mortales. Es más, hubo momentos en los que estuvo al borde de la ansiedad. «Creo que aún no lo he digerido del todo. Recuerdo que me impactaba mucho salir a comprar y ver ciertas calles vacías, cuando lo habitual era que estuvieran muy concurridas. Para mí, fue un episodio muy raro que jamás olvidaré», afirma.

A pesar de todo, De Diego procuraba aparcar sus emociones a la hora de disfrazarse de @CoronaVid19 para entretener a sus seguidores. Era consciente de que su humor podría distraer a muchas personas de la cruda realidad que se estaba viviendo. «Algunos sanitarios me escribieron para decirme que les hacía reír en los pequeños momentos de descanso que tenían para desayunar, almorzar o cenar. En ese momento me sentí muy orgulloso de lo que estaba haciendo, ya que estaba ayudando a las personas que luchaban contra el enemigo en primera línea», relata el coronavirus humanizado, que además asegura haber recibido invitaciones para participar en charlas y coloquios en hospitales. 

El coronavirus resiste en Twitter

¿Fue entonces cuando su labor en redes pasó a convertirse en una responsabilidad? En realidad, él lo sintió así. «Tenía la necesidad de crear contenidos porque no solo servían para entretener a la gente, también estaba contribuyendo a la divulgación. En el fondo, yo transmito lo que es negativo para el virus y lo que es positivo para la población, algo que se suma a potenciar los mensajes que quieren hacer llegar las autoridades», detalla. 

Algunos sanitarios le agradecieron su trabajo en las plataformas en el período de confinamiento

De hecho, en más de una ocasión, llegó a ponerse en contacto con expertos para informarles sobre el contenido que pretendía compartir y conocer sus opiniones. «Siempre he intentado ser muy riguroso y procuro que mis publicaciones no vayan en contra de las recomendaciones de los profesionales». 

Su popularidad le ha dado mucho juego. Durante todo este tiempo, ha tenido la oportunidad de discutir con la gripe común, adaptar al coronavirus la célebre canción Ay mamá, de Rigoberta Bandini, e incluso, escribir un libro sobre pandemias. La publicación, titulada Cómo acabar sigilosamente con la humanidad, salió a la venta, casualmente, justo un año después de la irrupción de su personaje en redes: el 24 de febrero de 2021. «La editorial contactó conmigo porque le interesaba lo que estaba haciendo. Se nos ocurrió que el propio SARS-CoV-2 podría hablar sobre otros virus y bacterias que también se han convertido en pandemia», comenta. ¿El objetivo? Recordarle al mundo que no es la primera vez que ha tenido que enfrentarse a un problema de esta magnitud. Pero, como no podía ser de otra manera, en el libro impera la creatividad del autor. Por eso, los patógenos que han invadido los continentes a lo largo de la historia también cobran voz. «Existe un grupo de WhatsApp en el que discuten y debaten», desvela De Diego. 

El coronavirus resiste en Twitter

Sin embargo, no todo ha sido de color de rosa en su trayectoria, pues el mánager del coronavirus también ha tenido que lidiar con sus haters. «No solo me han insultado, también han llegado a amenazarme de muerte», lamenta, sin llegar a salir todavía del asombro. «No quiero victimizarme», aclara, «pero es muy duro tener que leer que tienen tu dirección IP y que van a ir a buscarte a tu casa para matarte. Entiendo que haya personas a las que no les guste lo que hago, pero creo que no hace falta llegar a esto». 

No ha sido el único afectado. Algunos de sus seguidores también han sido víctimas de estas amenazas, un hecho que, a su juicio, no es producto de la casualidad. «Creo que esto es algo organizado. No es normal que de repente aparezcan 200 personas que se dedican a insultar y a meterse con la gente que sabe que le gustas».

Ahora bien, esta no ha sido la razón por la que decidió ampararse desde el principio en el anonimato. Si lo analiza con detenimiento, por un lado le resulta muy curioso que la gente quiera saber cómo es físicamente. Por otro, considera que es mejor que sus seguidores lo conozcan solo por lo que hace. «Esto me hace sentir muy orgulloso. Además, creo que nos viene muy bien a todos los personajes de las redes sociales conservar el misterio. Revelar una imagen podría llevarnos a perder también nuestro derecho a la intimidad». 

Ya han pasado más de dos años y continúa dando teclas para mantener vivo al virus en las redes. Eso sí, ahora que se ha producido un cambio en la Estrategia de Vigilancia y Control frente al Covid-19, ha cambiado su apodo para dar paso al Coronavirus gripalizado. ¿Esto significa que le queda poca vida en las plataformas o podrá mutar en otros proyectos? Aún no lo tiene claro. «Es algo que no he decidido todavía, pero es cierto que le he dado vueltas al asunto. Dicen que el coronavirus se va a quedar siempre con nosotros, aunque llegue a integrarse como una gripe. Si es así, puede seguir dando caña en redes».

El coronavirus resiste en Twitter

Curiosamente, hasta el momento el SARS-CoV-2 no se ha atrevido a atacar a su representante de comunicación. «Muchas personas de mi entorno se han contagiado y yo he podido escapar. Por ser personal esencial, me puse la vacuna muy pronto y ya tengo las tres dosis, pero aunque no fuera así estaría muy feo que me atacara», bromea Mario de Diego, un hombre que siempre ha encontrado en la ironía y el humor un refugio para llevar mejor las dificultades propias de la vida.