La Consejería de Sanidad ha activado el protocolo para identificar los casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido. El caso que se encuentra en investigación es el de un joven de 15 años que se encuentra ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Canarias (HUC).
Hasta ahora no se ha descrito ningún caso de esta hepatitis de origen desconocido en Canarias, si bien en el resto de España ya se han detectado 22 casos, 16 de ellos con edad igual o menor de 10 años, que es la población más proclive a desarrollar esta patología. Por comunidades, se han detectado 6 casos en Cataluña, 5 en Madrid, 2 en Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Galicia, respectivamente; y uno en Murcia, Baleares y Aragón. Entre ellos no había un vínculo epidémico.
Este la primera vez que Canarias activa este protocolo, pero hay muchas posibilidades, según la propia Consejería de Sanidad, de que se quede en una falsa alarma. «El paciente, aún pendiente de los resultados de otras pruebas diagnósticas, responde bien a tratamiento inmunosupresor lo que apunta a que pueda deberse a una causa no infecciosa y, por tanto, no vinculada al brote internacional de hepatitis infantil», resaltan desde la Administración sanitaria en un comunicado.
Esta rara hepatitis ha sorprendido a los especialistas desde que se detectó a principios de abril en Reino Unido, dado que en sus síntomas iniciales se parece mucho al resto de hepatitis. Sin embargo, ninguna de las cepas conocidas están detrás de esta nueva enfermedad que además, progresa mucho más rápido que sus primas-hermanas. Los síntomas de esta nueva patología son dolor abdominal, vómitos o ictericia, es decir, coloración de la piel y los ojos hacia unos tonos anaranjados. «También puede ocurrir que las deposiciones fecales pierdan color o que la orina adquiera un color marrón», como resalta el presidente de la Sociedad Canaria de Pediatría, Luis Ortigosa. El cuadro clínico, además, se asocia una rápida y marcada elevación de las transaminasas, lo que conlleva a un empeoramiento rápido.
«Llama la atención que en algunos casos tenga un desarrollo fulminante», destaca el pediatra, que recuerda las dificultades asociadas a los trasplantes hepáticos en niños. «Aunque en toda España el trasplante hepático es una intervención casi rutinaria, no es fácil encontrar un donante para un niño», insiste. Por esta razón, se suele optar por trasplantar por «partes» del hígado de los padres, en lugar de esperar al fallecimiento de un menor.
Los científicos siguen buscando el origen de esta nueva patología, dado que a día de hoy no se ha identificado una causa única que justifique el aumento de casos. Una de las posibles causas que se están investigando es que estén relacionados con una infección por adenovirus. En los casos de Reino Unido, 37 casos de 48 analizados fueron positivos a adenovirus.
Además, en las últimas semanas, según los datos aportados por la vigilancia de infecciones respiratorias en Reino Unido, la incidencia de infecciones por adenovirus se ha incrementado de forma muy importante, respecto a los años previos. Sin embargo, también se están investigando activamente otras posibles causas, incluido otros tipos de coronavirus, otras infecciones o causas ambientales. Los especialistas también barajan otras razones, como la eliminación de las restricciones covid pues, hasta el momento, los niños han estado más protegidos gracias a la mascarilla. Esto ha podido derivar en que, con la mayor exposición, haya una acumulación de casos.
Los primeros estudios también descartan que esta enfermedad esté relacionada con posibles infecciones con SARS-CoV-2 o por la vacuna contra la covid-19. Esto último, además, «carece de sentido» pues, como destaca Ortigosa, «la mayoría de los niños afectados son menores de cinco años, y no se han vacunado frente a la covid». Por otra parte, solo en algunos casos coincidían con positivos en covid, así que tampoco parece la causa probable. En algunos casos se ha detectado un adenovirus, pero como son habituales en niños, los investigadores tampoco quieren apresurarse a lanzar una hipótesis en este sentido.
En todo caso, la Asociación Española de Pediatría ha llamado a la serenidad y cautela de la población, dado que a día de hoy, no existe una hipótesis fiable que haga pensar que se va a producir un crecimiento importante del número de nuevos casos.
