Reo ha sido el primer dragón de Komodo al que operan de cataratas en Europa y el tercero del mundo al que intervienen por esta afección ocular, han asegurado este jueves desde Bioparc Fuengirola (Málaga), uno de los tres centros españoles que alberga esta especie y el único de Andalucía.

Se trata de un ejemplar maduro procedente de un parque de conservación de Gran Canaria que se mudó a Bioparc en 2006, pesa 45 kilos y tiene 17 años, y genéticamente es apropiado para trabajar en su reproducción y ayudar, así, a garantizar la supervivencia de su especie.

Hace unos años el equipo de veterinaria y herpetología responsable de su cuidado observó que mostraba una actitud agresiva con ellos, que no reaccionaba con agilidad a los estímulos visuales y que mostraba cierta torpeza al desplazarse o alimentarse.

Con el tiempo su estado empeoró y sus cuidadores detectaron el aspecto blanquecino de su cristalino, por lo que Bioparc Fuengirola decidió contactar con un especialista en oftalmología animal, Fidel Causse, quien le diagnosticó unas cataratas "bastante desarrolladas" en el ojo derecho, ha señalado el centro en un comunicado.

Reo, el primer dragón de Komodo operado de cataratas en Europa .

"Es un diagnóstico común tanto en humanos como en animales, pero la intervención se complica cuando hablamos de reptiles", ha explicado la veterinaria de Bioparc Fuengirola y directora de proyectos conservación de la Fundación Bioparc, Rosa Martínez.

"Su ojo es bastante diferente al de los mamíferos", añade, y "esto hace que tanto el tratamiento como la operación sean algo especial" para lo que resultaba "esencial tener referencias, saber cómo habían actuado en otros centros" y prepararse para la intervención.

Tras meses de seguimiento, varias pruebas de inmovilización con anestesia y "conocimiento suficiente sobre cómo proceder", Bioparc decidió operar a Reo, al que trasladaron a la clínica veterinaria del doctor Causse para la intervención, que tras el correspondiente proceso de recuperación, regresó al centro.

Actualmente "se encuentra perfectamente bien, ve y reacciona como debe ser a los estímulos que le rodean", han confirmado desde Bioparc, y "ha mejorado su calidad de vida individual, así como su capacidad de relación con los otros ejemplares de su especie con los que comparte recinto".

El dragón de Komodo, original de Indonesia, es el lagarto más grande de los que existen a día de hoy y forma parte de la lista de especies en peligro de extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Actualmente sólo quedan unos 1.500 ejemplares en todo el mundo y su población se ha reducido en un 25 por ciento durante los últimos quince años, han lamentado desde Bioparc.

Entre las causas que afectan a su supervivencia, la quema de gran parte del bosque primitivo donde viven, la caza furtiva o "la enorme acumulación de residuos que transportan las corrientes oceánicas y que terminan en estas islas donde viven los dragones de Komodo" como la propia Komodo, Flores, Nusa Kode o Gili Motang.

Desde 2009 Bioparc Fuengirola y la Fundación Bioparc trabajan en el Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP) del dragón de Komodo tanto en sus instalaciones, como en la isla de Flores bajo el proyecto Wae Wuul.

Esta iniciativa trabaja no sólo para proteger la reserva de Wae Wuul, su bosque monzónico y los dragones que viven en ella, sino también en concienciar a los habitantes de la zona y al público internacional sobre la conservación de los dragones.