La Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias comunicó ayer a los Centros de Educación de Personas Adultas (CEPA) de las islas y a su alumnado la constitución de la Comisión Canaria para la Educación y Formación Permanente de Personas Adultas, y la suspensión del límite de permanencia en estos estudios que determinaba la Orden del 27 de octubre de 2021 hasta que este asunto se aborde en el marco de dicho órgano. El Departamento educativo ha elaborado una Orden, que se publicará próximamente en el BOC, para la creación de este órgano asesor, consultivo, de participación y cooperación entre las distintas administraciones públicas y agentes económicos y sociales más representativos, implicados en la Educación y Formación Permanente de Personas Adultas.

Precisamente contra ese límite de permanencia en la Formación Básica Inicial (FBI) en el sistema educativo canario se manifestaron ayer en Presidencia del Gobierno en Las Palmas de Gran Canaria el alumnado de los Centros de Educación para Personas Adultas (CEPA). La protesta llegó días después de que la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes anunciara la suspensión del límite de permanencia en estos estudios hasta que esta cuestión no se aborde en la Comisión Canaria para la Educación y Formación Permanente de Personas Adultas pendiente de crearse.

La constitución de esta comisión, amparada en La Ley 13/2003 del 4 de abril de Educación y Formación Permanente de Personas Adultas de Canarias, llega con 19 años de retraso y tiene la intención de promover la educación a lo largo de la vida y elaborar una oferta educativa ajustada a las necesidades de esta población.

Aun así, parte de los 4.700 alumnos de centros de formación para mayores secundaron la protesta en defensa de su legítimo derecho a seguir formándose sin límite de permanencia. «El alumnado de los CEPA se ha citado para ejercer su derecho y espera que esta cuestión se aborde en profundidad en la Comisión Canaria para la Educación y Formación Permanente de Personas Adultas», explica Juan Tacoronte, director del CEPA Las Palmas.

Pese al cambio anunciado por Educación el malestar sigue reinando entre los alumnos por las formas en las que se ha desarrollado el debate entorno a la educación para adultos y al futuro que les espera si se cumple con la intención inicial de la Consejería.

Una de estas alumnas es María del Carmen Hernández López, de 70 años y alumna del CEPA Las Palmas- Tamaraceite, al que acude cada lunes, martes y jueves para seguir formándose. Ella no puedo llegar en su momento hasta Bachillerato cursando hasta lo que en la actualidad es 4º de la ESO.

«La verdad es que para nosotros, que somos mayores, el centro es nuestra segunda casa. Ya lo dije en el pleno del ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en el que pude leer un manifiesto en defensa de los CEPA. Aquí aprendemos bastante, nos hemos actualizado en todo como en informática. Yo ya no necesito a mis hijos para que me hagan cualquier cosa en Internet, puedo hacerlo yo sola», explica.

A las clases por la mañana se suman las salidas culturales que realizan y que también les llenan de vitalidad y conocimiento. «Les diría a los políticos que piensen en las personas adultas, que no nos olviden. Que venimos aquí a trabajar no a pasar el tiempo o a distraernos como a dicho alguno. Venimos a aprender. Que nos escuchen a los mayores no vaya a pasar como con los bancos que ya ni nos atienden. Estamos muy contentas del profesorado que hay aquí, les daría un 10», sentencia.

También preocupa el recorte de aulas que han padecido en los últimos tiempos y de asignaturas como dibujo. «Queremos más horas también en la enseñanza de adultos por que tenemos el mismo currículo equivalente», apunta Isaías Pérez, docente de dibujo.

A todo esto se suman dos dictámenes del Consejo Escolar de Canarias en los que exige a Educación que elimine el límite de permanencia porque entiende que es una medida que «vulnera derechos fundamentales» y atenta contra el objetivo de potenciar la formación permanente de las personas adultas.