Los siete diputados de En Comú Podem se han desmarcado del resto de Unidas Podemos y del PSOE y han rechazado aceptar a trámite la proposición de ley de los socialistas para abolir la prostitución. Pese a que desde el Ministerio de Igualdad, dirigido por Irene Montero, abogaron este lunes por aceptar la iniciativa y abrir el debate, los 'comunes', abiertamente regulacionistas en lo referente a la prostitución, darán un 'no' al texto con el beneplácito de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que ha permitido la libertad de voto. Aún así, la proposición de ley continuará su camino con el respaldo del resto del espacio morado y del PP.

La norma presentada por el PSOE, de tan solo tres artículos, castiga toda clase de proxenetismo y también la tercería locativa. Este último punto supone penar el lucro por alquilar un espacio donde se prostituye a una persona. Los 'comunes' alegan que esto supondría la clandestinización de la actividad, peores condiciones de trabajo y dificultades en el acceso o, incluso, la pérdida de la vivienda. Los socialistas intentaron introducir estos puntos en la ley del 'solo sí es sí', aprobada hace unas semanas, pero se vieron obligados a retirarla ante la amenaza de varias formaciones de la izquierda de no apoyar la norma en su conjunto

El debate interno que se ha producido a costa de esta norma se ha materializado este martes con los diputados de Podemos e IU votando a favor de la tramitación de la proposición de ley y los 'comunes' rechazándola. Han sido estos últimos los que han solicitado a Díaz, líder del espacio morado, libertad de voto en una cuestión fundamental para ellos.

El resto del grupo parlamentario ha decidido permitir que la iniciativa se estudie en el Congreso. "Esperamos que esta proposición de ley sea admitida a trámite puesto que se sumará a los esfuerzos que el Gobierno viene realizando a la lucha proxeneta", apuntó este lunes la secretaria de Estado de Igualdad y dirigente de Podemos, Ángela Rodríguez. Este martes, la dirigente morada Sofía Castañón reiteraba desde la tribuna de la Cámara Baja que era necesario iniciar el debate "desde la capacidad de llegar a acuerdos y consenso".