Los armadores y las cofradías de pescadores españoles han alertado este martes, con motivo del Día Mundial de los Océanos, de las "amenazas" ambientales para los caladeros, entre las que resaltan la instalación de las plantas eólicas, el cambio climático y las basuras marinas.

El secretario general de la patronal de armadores Cepesca, Javier Garat, y el presidente de la Federación Nacional de Cofradías Pesqueras (FNCP), Basilio Otero, han defendido, en declaraciones a Efeagro, dar una mayor prioridad al cambio climático dentro la gestión de los caladeros y que sea reconocida su actividad como proveedores de alimentos y de proteínas animales "con menor huella de carbono".

Los representantes de la flota española han asegurado que en países como Dinamarca u Holanda los pescadores están "acorralados" por otras actividades económicas y su impacto ambiental y que en España la situación no llega a ese extremo, pero han pedido actuaciones para conservar sus pesquerías y que los temores no se conviertan en realidad.

La amenaza de las eólicas

Garat y Otero han coincidido en que la instalación de plantas eólicas marinas en las aguas españolas se ha convertido en una de las preocupaciones ambientales más visibles.

"No estamos en contra, pero la energía eólica se convierte en una amenaza si ocupa los espacios para la pesca; no nos oponemos, pero sí rechazamos que nos quite nuestros espacios tradicionales", según Garat.

Por su parte, el representante de la FNCP se ha remitido a la movilización de la plataforma de Burela (Lugo) en defensa del sector pesquero del Cantábrico noroeste y a otras plataformas de Andalucía y del Mediterráneo que en los últimos meses han protestado contra la instalación de plantas eólicas en el litoral español.

A juicio de Otero, los emprendedores de proyectos de polígonos eólicos han venido a España "de forma agresiva y sin consultar a nadie".

No obstante, ha explicado, los proyectos eólicos están paralizados por el momento, hasta que se aprueben los planes de ordenación del espacio marítimo.

Contaminación marina desde tierra

Los representantes de la flota han insistido en el impacto del cambio climático en las poblaciones pesqueras y en su desplazamiento entre los caladeros.

Pero sobre todo han resaltado la contaminación marina y la pérdida de la biodiversidad, por actividades económicas que generan basuras y que provienen "de tierra", como la presión turística descontrolada, a las que han añadido la minería submarina, la explotación petrolífera o el transporte marítimo: "Que se desarrollen pero que no nos desplacen", han esgrimido.

Por otro lado, Otero ha apuntado que los pescadores están "injustamente" señalados a la hora de los análisis sobre el estado de los océanos, sobre lo que ha admitido que igual es "culpa" de la flota por no hacer entender a la sociedad su papel como productores de alimentos.

La política pesquera comunitaria

Garat, también presidente de la patronal europea Europêche, ha mencionado el papel de la Política Pesquera Comunitaria (PPC) para mejorar el estado de los mares, aunque ha supuesto "muchos sacrificios" para la flota, "desguaces" y pérdida de empleos.

Ha asegurado que en 20 años la "presión pesquera" se ha reducido un 50 % en caladeros comunitarios, mientras que en la última década han aumentado un 50 % los bancos de peces, con una recuperación "evidente" en el Atlántico nordeste. "La flota ha reducido sus emisiones (de CO2) un 48 % desde los años 90", según Garat. Sin embargo, los informes científicos apuntan a una situación delicada en el caso de las aguas del Mediterráneo.

Iniciativas

Las cofradías de pescadores presentarán este miércoles en Palamós (Gerona) nuevos modelos de gestión y su contribución y a la protección del espacio marino, en unas jornadas a las asistirá la ambientalista WWF.

Las conmemoraciones del Día de los Océanos coinciden en 2022 con la declaración por la ONU del Año Internacional de la Pesca Artesanal. WWF ha celebrado el nacimiento de la Red Iberoamericana de Pesca Artesanal, en mayo en Conil (Cádiz), y ha defendido la "cogestión pesquera" es decir una regulación de los caladeros que dé protagonismo a la flota, a los científicos, a las ONG al igual que a la Administración, para garantizar la conservación.

Por su parte, Pescanova ha presentado envases fabricados con plástico recogido en playas y se ha fijado como objetivo que en 2025 el cien por cien de sus embalajes sean reciclables.