El ministro de Exteriores de Italia, Luigi Di Maio, avisó este miércoles de que la crisis alimentaria que está sufriendo África a causa del bloqueo a las exportaciones de trigo de Ucrania traerá una "nueva ola migratoria" hacia el Mediterráneo y tendrá efectos directos para Balears, uno de los territorios más proclives a recibir migrantes por la cercanía con Argelia: "Seguir bloqueando las exportaciones de cereal ucraniano significa tener como rehenes y condenar a muerte a millones de niños, mujeres y hombres".
Di Maio organizó esta semana un encuentro en Roma con algunos representantes de los países mediterráneos y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Exigieron a Rusia que desbloquee los puertos del mar Negro para que no haya una 2catástrofe alimentaria": "Desestabilizará estados ya frágiles, conducirá a nuevas guerras, generará flujos migratorios más masivos y, por tanto, más difíciles de gobernar".
Italia es consciente de la magnitud del problema porque, si se agrava la hambruna en África, provocará una mayor llegada de pateras a sus costas. En el país vecino ya han desembarcado 21.082 personas, 6.000 más que el año pasado en las mismas fechas.
En Balears, ayer se interceptaron dos pateras con 24 personas a bordo, uno de ellos fallecido, al sur de Formentera, y el miércoles seis embarcaciones con 113 personas.
Italia tiene actualmente una excelente relación con Argelia, sobre todo después del cambio de postura de España respecto al Sáhara Occidental. Hace unas semanas, Argel declaró que su relación con el país transalpino era "prioritaria", ya que Roma está buscando alternativas reales a la dependencia del gas ruso.
Los datos sobre los países africanos que dependen del trigo ucraniano son claros: Senegal, Liberia, Benin y Mauritania importan más del 50% de su trigo de Rusia o Ucrania. Egipto compra el 26 % del total que consume; Libia, el 44%, y Túnez, el 53%.
La delegada del Gobierno en Balears, Aina Calvo, afirmó en IB3 que los patrones de las pateras que llegan a las islas forman parte de una red de tráfico de personas y que las mafias que organizan los viajes venden a los pasajeros "una situación idílica que no todos tendrán".
Además, explicó que ahora mismo Argelia tiene las fronteras cerradas, por lo que no se puede devolver a los detenidos a su país de origen, aunque en el caso de Marruecos se actúa con normalidad y pasan directamente a disposición judicial.
