La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife condenó a Jordi C.A. a doce años y seis meses de prisión por el homicidio de Iratxe, la mujer transexual que murió de forma violenta en Costa del Silencio, en el municipio de Arona, en diciembre del 2020. La magistrada también impone al acusado que indemnice a los herederos de la víctima, sus hermanos, con 300.000 euros.

El individuo implicado invitó a Iratxe y a otra mujer al local que regentaba en el centro comercial Chaparral, denominado asociación cultural Karasur. Después de que los tres estuvieran tomando copas, la segunda mujer abandonó el local. Y en el interior permanecieron el acusado e Iratxe.

Con la intención de acabar con su vida, entre las 15:30 y las 22:16 horas, Jordi la estranguló hasta causarle la muerte, mediante una asfixia mecánica por compresión del cuello. En el momento en que ocurrieron los hechos, Iratxe tenía 29 años de edad. La resolución judicial atendió la petición de pena solicitada por el Ministerio Público, representado por el fiscal Ángel García. La sentencia no es firme y contra la misma cabe la interposición de un recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

La Guardia Civil y una médico forense desmontaron la versión de que dos italianos agredieron a la joven

Entre la tarde y la noche del 22 de diciembre, las dos personas mantuvieron una discusión por motivos que no están acreditados. Tras el enfrentamiento verbal, el acusado agredió a la víctima y, con la intención de acabar con su vida, la golpeó de forma repetida y violenta. Y después la estranguló. El investigado ocultó el cuerpo sin vida de la joven en el referido establecimiento hasta que, sobre las 1:45 horas del 26 de diciembre, envolvió el cuerpo en una sábana y lo arrastró hasta uno de los pasillos interiores del centro comercial, donde fue localizado.

Durante la instrucción del caso en el Juzgado número 4 de Arona, el acusado afirmó que dos italianos entraron en el local que regentaba, agredieron a la joven y que él trató de defenderla, por lo que sufrió lesiones. Sin embargo, las cámaras de seguridad del centro comercial no detectaron la entrada de otras personas en el local de karaoke y el ahora condenado no pudo ofrecer una descripción física concreta de dichos individuos.

Dos días después de que ocurriera la muerte de la mujer transexual, el acusado regresó al establecimiento y salió con una bolsa, pero nunca se supo que había en la misma. En la madrugada del 26 de diciembre sacó en una sábana el cuerpo de la víctima, ya en estado de descomposición, a una zona común del centro comercial. Después usó una fregona para eliminar el rastro que dejó ese desplazamiento del cadáver.

Ante la médico forense, el acusado mencionó la versión de los agresores italianos. Pero dicha profesional afirmó que las lesiones que tenía el implicado no eran compatibles con una pelea y sí con la defensa que pudo ejercer la víctima poco antes de fallecer.

Jordi nunca colaboró con el Equipo de Delitos contra las Personas de la Guardia Civil, ni con la jueza. Una vez pidió que lo trasladaran de la cárcel al Juzgado, pero, una vez en Arona, se negó a declarar. En una segunda ocasión, solo respondió a las preguntas de su letrada y recordó la versión de la pelea con los italianos. Durante el juicio, afirmó que no se acordaba bien de lo que ocurrió, pero que tenía una leve imagen del episodio de los dos hombres italianos. En su turno de última palabra, ofreció una nueva versión de los hechos. Una frase de la mujer que entró con Irache al local en el que ocurrieron los hechos resulta definitoria: «Maldita la hora en la que entramos en ese local».

Los miembros del Jurado no consideraron probado que el acusado tuviera sus facultades de conocimiento y voluntad alteradas al matar a Iratxe, ni que hubiera consumido tanto alcohol o cocaína en ese día como para perder el control. Además, los integrantes del Tribunal Popular explicaron que en las grabaciones de las cámaras de seguridad se le ve orientado y actuar de forma coordinada cuando salió del local el 22 de diciembre por la noche.