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Desinformación

Así es cómo se asfixia a webs de extrema derecha

La asociación És País Valencià busca frenar la financiación publicitaria de portales reaccionarios como 'Mediterráneo Digital' o 'Estado de Alarma' avisando a sus anunciantes del contenido que están impulsando

“¿Por qué las feministas son más feas que las mujeres normales?”. El 24 de enero de 2017, el portal ultraderechista Mediterráneo Digital publicó una entrada en su página web en la que criminalizaba el físico de activistas y políticas de izquierdas como Anna Gabriel, entonces diputada de la CUP. La pieza logró su objetivo y se convirtió en viral al despertar la indignación de muchos usuarios, cuyas denuncias en las redes funcionaron sin quererlo como amplificadores de ese mensaje. Sin embargo, algunas optaron por etiquetar a las empresas que, con su publicidad, estaban alimentando esa web. Nissan y Toyota aseguraron que dejarían de anunciarse ahí.

Cinco años después, Mediterráneo Digital sigue en pie, tratando de explotar las emociones de los lectores con titulares tan sensacionalistas como inexactos para convertirlas en visitas que permitan mantener ese negocio a flote. Desde aprovechar el temor y la inestabilidad causada por el covid para lanzar bulos sobre una “nueva amenaza vírica” a llamar “personas muy feas y sin duchar” a manifestantes contra el racismo, la estridencia y la provocación se han convertido en un método normalizado para lograr el ‘click’, una técnica cada vez más recurrente entre portales digitales pseudoperiodísticos de nueva cuña.

En un contexto digital marcado por la economía de la atención en el que todo vale para capturar al lector –también la mentira— hay quien se está rebelando contra ese negocio de la desinformación. Es el caso de És País Valencià, una asociación cultural progresista y apartidista que ha decidido usar las redes para exponer a las empresas que se anuncian en esos portales y que con ello financian la publicación de contenido “de carácter racista, misógino, intolerante, homófobo y relacionado con el discurso del odio”.

Un problema publicitario

Así, lo que en 2017 fue un gesto de protesta esporádico, se ha convertido ahora en una estrategia de presión para cortar el grifo publicitario a esas webs. “No estamos apelando al boicot, sino a la responsabilidad social de las empresas”, señala Kilian Cuerda, presidente de És País Valencià. Puestas frente al espejo, las empresas pueden retirar su publicidad por compromiso social o para evitar una posible crisis de reputación de marca.

“Atacar la fuente económica de estos discursos es una vía más práctica y efectiva de combatirlos sin caer en su marcos discursivos”, añade. Y, de momento, lo está siendo. Ikea, Banco Santander o Carrefour han sido algunas de las grandes empresas que han dejando de anunciarse en Mediterráneo Digital.

Muchas de las compañías que aparecen en estas webs lo desconocen. Eso se debe a la publicidad programática, un sistema para anunciarse en internet muy extendida gracias a su bajo coste. En lugar de elegir manualmente en qué portales se anuncian, las empresas externalizan esa gestión en plataformas que, mediante algoritmos, distribuyen sus mensajes por internet. Sin embargo, ese proceso automatizado solo tiene en cuenta el impacto en audiencias que proporciona esa web, no si esas visitas se logran recurriendo a insultos como “travelo”, “negrata”, “marica” o “feminazi”, todos ejemplos reales. Para cortar ese problema de raíz, És País Valencià está logrando que empresas internacionales de publicidad programática estén abandonando el portal ultra.

Portales de odio

Mediterráneo Digital nació en 2010 como un blog y cuatro años más tarde se constituyó como empresa. Detrás de este prolífico difusor de bulos es Edgar Sánchez Agulló, administrador único de la compañía y su director editorial. Antes de comandar este libelo formó parte de la rama valenciana de Plataforma per Catalunya (PxC), partido ultraderechista en el que convivían personas con antecedentes neonazis y que se disolvió en 2019, recomendando a sus miembros unirse a las filas de Vox. Tras pasar por hasta tres partidos políticos marginales, Sánchez Agulló optó por levantar un altavoz de la desinformación reaccionaria que usa el efecto deformador de las redes sociales para amplificar esos mensajes.

Tras lograr los primeros golpes a este portal valenciano, la campaña “No financies el odio” ha puesto su foco en Estado de Alarma TV, un videoblog convertido en uno de los grandes intoxicadores del panorama mediático nacional. Esta plataforma web fue fundada en mayo del 2020 por Javier Negre, polemista despedido de El Mundo tras ser condenado judicialmente por inventarse una entrevista y mentir en el titular, y por Cristina Seguí, cofundadora de Vox. Solo el año pasado, este portal sensacionalista se embolsó casi 10.500 euros en publicidad institucional del Ayuntamiento de Madrid, en manos del PP de José Luis Martínez-Almeida.

“Estas plataformas son una estrategia de la extrema derecha para normalizar el odio, la intolerancia y la violación de los derechos humanos como una opinión respetable más”, denuncia Cuerda.

Tras los pasos de EEUU

De Vox a estos portales, la extrema derecha política y mediática española ha plagiado la estrategia de desinformación preconizadas por el ultraconservadurismo en Estados Unidos. Conscientes de ello, desde És País Valencià también miraron al otro lado del Atlántico para encontrar una respuesta a la intoxicación política del panorama informativo.

Ahí encontraron Sleeping Giants, un proyecto nacido en 2016 tras la elección presidencial de Donald Trump que logró involucrar a ciudadanos progresistas para, siguiendo ese mismo método de denuncia en las redes, secar la financiación publicitaria del portal ultraderechista Breitbart, entonces dirigido por el gurú del etnonacionalismo blanco Steve Bannon.

Es por eso que esta asociación valenciana se puso en contacto y ha contado con el asesoramiento de la experta publicitaria Nandini Jammi, cofundadora de Sleeping Giants que en los últimos meses ha logrado cortar la financiación publicitaria de importantes figuras mediáticas de la extrema derecha que alentaron la insurrección violenta contra el Capitolio, también del canal Fox. “No hace falta levantar una barricada para combatir el odio, basta con que cualquier ciudadano mande un correo electrónico avisando a las empresas que lo financian”, apunta Cuerda.

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