La City Dock Band, junto a una veintena de músicos invitados, homenajean a Teddy Bautista en el Auditorio Alfredo Kraus. El propio artista refrendó su leyenda con brillantes intervenciones.

Una fiesta en la que participaron algunas de las principales figuras de la historia de la música canaria que se unieron de forma espontánea y animada para homenajear a uno de sus artista más internacionales, Teddy Bautista. Así se puede resumir el concierto-espectáculo El rock canario se llamó Teddy que ayer tuvo lugar en el Auditorio Alfredo Kraus donde se repasaron los 16 temas más emblemáticos del grancanario abordando sus múltiples etapas y facetas como compositor o productor. Una veintena de músicos invitados en esta celebración con la City Dock Band como la formación encargada de reinterpretar estos clásicos de la música moderna.

El evento coincidía además con el reciente nombramiento del artista como Hijo Predilecto de la Isla por el Cabildo grancanario y el que se cumpliese medio siglo del estreno de su ambicioso trabajo Ciclos en el teatro Pérez Galdós. La cita contó con las presencias de, entre otros, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y el vicepresidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez. Con una puesta en escena tropical, con motivos florales entre los músicos y cantantes, la presentadora Jessica Déniz iba recordando la trayectoria del homenajeado entre canción y canción, y un vídeo mostraba las palabras de cariños de músicos y amigos como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Ramoncín o Luis Cobos.

La hija del artista, Yaiza Bautista, impregnó con su voz de un tono más intenso y dramático a la frágil balada ‘Albanta’

El grueso del concierto, seis canciones, lo ocuparon, por supuesto, los temas de su etapa tanto en Los Canarios como en solitario que abarcaban un periodo que iba desde 1967 a 1971, y que fueron, los más animados de toda la noche. Temas de una modernidad absoluta a pesar de sus más de cincuenta años de historia, y que se construyeron gracias a un imaginativo y original soul-rock muy en la onda de la música norteamericana de aquellos años, pero con unos prodigioso juegos rítmicos y melódicos altamente contagiosos que las siguen haciendo irresistibles. Y como no podía ser de otra manera, comenzó la City Dock Band interpretando la arrolladora Free yoursel! con la compleja labor de Alba Ramos en las voces. Seguidamente, Alba Serrano se luciría en Peppermint Frapé que supuso la consolidación de la banda en la Península. El tercer tema más famoso del grupo, Get on your knees, y que les llevó al reconocimiento internacional, fue interpretado por Cristóbal (Toba) Suárez, mientras que a Cristina Ramos le tocó ejecutar su brillante homenaje a Ottis Reading en forma de balada, Requiem for a soul. Toba repitió en el primer título de Bautista en solitario como es la balada psicodélica En los bosques de mi mente (Olga), mientras que Pedro Ruy Blas, el músico que sustituyó a Teddy en Los Canarios durante la época en la que este hizo el servicio militar, se encargó de Good news blues con esos irresistibles arreglos a los The Who.

Y para cerrar esta primera etapa los intérpretes reservaron una auténtica sorpresa para muchos asistentes ya que Teddy Bautista, Pedro Ruy Blas y Teo Cardalda subieron juntos al escenario para cantar otro de los grandes clásicos del grupo de los sesenta como es la contagiosa y emocionante balada orquestal Let it be me. Un segundo bloque de canciones se centró en el trabajo de Teddy Bautista como productor durante la década de los setenta y aquí, como es natural, participaron la mayor parte de los músicos canarios.

Ocuparon esta parte de la fiesta tres baladas. La primera fue Albanta, de Luis Eduardo Aute, interpretado por la hija de Teddy, Yaiza Bautista que, junto a su padre a los teclados, Pablo Salinas al piano y Althay Páez al timple, pudo lucirse con un potente vozarrón logrando impregnar de un tono mucho más intenso y dramático a esta frágil balada. La segunda se produjo en otro momento especialmente emocionante de la noche como fue la interpretación en público por vez primera del propio Bautista al piano de la canción Padre acompañado por un siempre imponente Luis Morera en su función como vocalista y con el siempre versátil Althay Páez al timple. Y la tercera fue el famoso clásico revolucionario vocal de Taburiente La raza vive con los cuatro históricos de la formación y acompañamiento de piano.

La presentadora, entre pieza y pieza, recordaba desde los inicios del homenajeado en el grupo Los Ídolos, hasta su labor como presidente de la Cisac, pasando por sus viajes por Europa o su famosa participación en el musical Jesucristo Superstar. Caco Senante, Teddy Bautista, Teo Cardala y Althay Páez, acometieron la pieza también de Taburiente Ach Guañac que logró la respuesta más acalorada de los espectadores que acompañaron la letra de forma emocionante y acabó con todo el patio de butacas de pie aplaudiendo a los intérpretes. Finalmente, una tercera parte del concierto se centró en cuatro temas del magnífico disco que Bautista sacó con Pepe Robles en 1981 titulado Radioactivo.

El público se animó de forma más acalorada con la interpretación del tema de Taburiente ‘Ach Guañac’

En un primer lugar, los componentes de la Picocos Band, David Ascanio con Pedro Roncero en el piano, enfilaron la íntima balada Tristeza. Y el exintegrante de Golpes Bajos y Cómplices, Teo Cardalda, hizo lo propio con El final.

Sin embargo, los dos momentos más esperados eran las salidas de dos de los músicos más queridos en las Islas. El primero fue Pedro Guerra que ejecutó la famosísima Beatriz con su guitarra. Y la segunda iba a ser Rosana, que estaba prevista que hiciera lo propio con el pop de Úsame, pero a quien tuvo que sustituir por culpa del covid el propio Caco Senante. Lo hizo de forma notable aunque bromeara diciendo, «que lo que Rosana habría hecho brillantemente yo lo voy a destrozar».

El espectáculo concluyó con todos los artista interpretando el clásico rocanrolero Honky tonk women de los Rolling Stones que solía ejecutar Los Canarios en directo. Destacar la labor de la City Dock Band por su capacidad para ser fiel a las piezas de Bautista y la fuerza del propio homenajeado que mostró conservar de forma impoluta los atributos de una voz cálida y envolvente que se adapta con una insólita facilidad a los cánones que demanda un género tan particular como el soul. Un homenaje en el que el propio Bautista pudo refrendar su propia leyenda.