La ola de incendios que desde varias semanas provoca el desalojo de miles de personas en diferentes puntos de España parece dar una tregua, con algunos de los grandes fuegos forestales, como el de Folgoso do Courel (Galicia) que quemó 11.100 hectáreas, al fin controlados.

Según los datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, en lo que va de año el fuego ha arrasado en total más de 222.800 hectáreas en España, cifra que lo convierte en el país europeo más afectado por los fuegos en cuanto a superficie quemada y el cuarto en proporción a su territorio.

En una semana que arrancó con una buena evolución de los incendios que desde hace días asolan varias provincias de España, este miércoles se dieron por controlados el de Lugo -el más extenso de esta ola en Galicia- y el nuevo fuego declarado en Mijas este martes, el tercero registrado en esta localidad en menos de dos semanas.

En Canarias, el incendio forestal que afectó a 226 hectáreas de la isla de Tenerife se encamina hacia su control y, a pesar de la meteorología adversa que se vive este miércoles con altas temperaturas y baja humedad, hubo pocas reactivaciones.

En Castilla-La Mancha, donde un incendio desatado en la localidad de Humanes calcinó en torno a 2.000 hectáreas, los vecinos evacuados pudieron regresar a sus casas, una vez estabilizado el fuego.

El 38% del territorio quemado en Europa

Así pues, la superficie forestal arrasada por el fuego asciende ya a 222.800 hectáreas, el 38,5% del total ardido en Europa (578.956 hectáreas) desde enero, según datos del organismo europeo EFFIS basados en imágenes por satélite.

Estos datos confirman que España se enfrenta a la peor ola de incendios de la serie histórica que maneja EFFIS (iniciada en 2006), hasta ahora liderada por 2012, cuando los incendios afectaron a 189.376 hectáreas; seguido de 2017, con 130.920.

No obstante, según los registros que figuran en la web del Ministerio para la Transición Ecológico, que se remontan a 1968, el peor año de incendios de la historia de España fue 1985, con 484.475 hectáreas forestales arrasadas. En todo 2012, ardieron 218.956.

La barrera de las 400.00 hectáreas también se superó en 1978, en 1.989 y en 1.994, mientras que el que se considera el mayor incendio de la historia del país sucedió en 2004, cuando se quemaron 30.000 hectáreas entre los municipios de Minas de Riotinto (Huelva) y Berrocal (Sevilla).

De vuelta a los datos satelitales, la cifra de hectáreas afectadas por el fuego en España desde enero triplica a la media registrada para el mismo periodo entre 2006 y 2021, situada en 66.965 hectáreas. Además, supera a todo lo que ardió en el conjunto de 2021 (84.827 hectáreas), 2020 (61.099) y 2019 (63.853).

Según la misma fuente, España es el país europeo más afectado por los incendios en lo que va de año, seguido de Rumanía (149.362 hectáreas), Portugal (52.436), Francia (42.941 hectáreas), Croacia (30.934 hectáreas) e Italia (31.987 hectáreas).

Por contra, los países que más porcentaje de su territorio han visto arrasado por las llamas son Rumanía, con el 0,63%; Portugal, con el 0,57%; Croacia, con el 0,54%, y España, con el 0,44%.

Las cifras estimadas por EFFIS superan ampliamente a las aportadas por el Gobierno español, que, basándose en datos de las comunidades autónomas, cifra en 122.000 las hectáreas arrasadas desde inicios de año, 52.000 más que a fecha 10 de julio.

La afectación real de un incendio pueden tardar años en conocerse y para una mayor precisión los datos deben tomarse sobre el terreno, según Transición Ecológica.

Pérdida de vida animal

Por otro lado, los incendios de Castilla-La Mancha provocaron la muerte de más de 70.000 animales silvestres y domesticados, según los cálculos de la Fundación Franz Weber (FFW), que trabaja para proteger la flora y la fauna en todo el mundo.

En una nota de prensa, la Fundación Franz Weber explicó este miércoles que hizo estos cálculos aplicando los modelos predictivos del catedrático Christopher Dickman, de la Universidad de Sidney (Australia), a las más de 6.000 hectáreas de terreno que se quemaron en los incendios forestales en Castilla-La Mancha.

Asimismo, la FFW indicó que en trabajos anteriores determinó que en cada hectárea de terreno conviven, de media, entre diez y quince individuos de especies de mamíferos, aves, roedores y otros seres vivos, como invertebrados.

Y añadió que a las bajas que hubo en la vida "silvestre" habría que sumar las de los animales que no han podido ser liberados de explotaciones ganaderas y a los de familia, como perros, gatos o pequeñas especies, incluso peces.

La Fundación Franz Weber señaló también que las sucesivas memorias de la Fiscalía General de Medio Ambiente certifican que la inmensa mayoría de los incendios "tienen una intencionalidad humana clara de generar pastos para la ganadería, alejar depredadores silvestres o mejorar las acciones de caza en una determinada zona".

Según la ONG conservacionista, "de no afrontar la crisis climática con la gravedad que se le supone, la humanidad va directa al desastre, como nos recuerdan los diversos incendios que han asolado el país estas últimas semanas", así como la ola de calor que denota un cambio en el clima.