La Provincia - Diario de Las Palmas

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Las escuelas de canarias pierden 12.317 alumnos en la última década

ANPE Canarias llama a aprovechar este descenso para reducir las ratios y mejorar la calidad educativa

Imagen de archivo del comienzo del curso escolar en un centro educativo de Gran Canaria

Las escuelas de canarias pierden 12.317 alumnos en la última década. La caída constante de la natalidad en Canarias, una situación que se repite a nivel nacional, está teniendo ya su efecto en el sistema educativo del Archipiélago que ha perdido en la última década un 3,5% del alumnado, según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional. Las aulas canarias han pasado de contar con 350.394 alumnos en el curso 2011-2012 a 338.077 en el año pasado. Esto supone una pérdida de 12.317 alumnos en diez años. Una caída que se acentuó tras la explosión de la pandemia de la Covid-19 con un descenso generalizado. 

Con respecto al curso anterior la reducción de alumnos matriculados en la enseñanzas de régimen general es del 0,7%.

«La bajada de la natalidad y su efecto en el sistema educativo es una realidad social que no sabemos cómo evolucionará en el futuro por la llegada de migrantes, pero todo apunta a que se mantendrá este descenso», apunta Pedro Crespo, presidente de ANPE Canarias, sindicato mayoritario entre el profesorado canario.

 Así, el último curso libre del virus (2018-2019) Canarias contaba con 348.260 alumnos frente a los 338.077 del año académico 2021-2022. Supone una caída de 10.183. Por tipo de centro, la contracción ha sido más acusada en los de titularidad pública con un descenso del 4,4%, pasando de 270.410 alumnos en el curso 2011-2012 a 258.410. Son 12.317 alumnos menos en el sistema educativo isleño. Los centros privados han acusado mejor el golpe con una caída del 0,4% pasando de 79.984 alumnos a 79.667 en diez años. 

El máximo de la década en los centros privados de Canarias se registró en el curso 2017-2018 cuando contaban con 84.654 desde entonces la pérdida de alumnado ha sido constante. 

En el caso de los públicos el máximo de alumnos en los últimos diez años fue en el curso 2014-2015 con 359.337 alumnos, 21.260 menos que el último.

Por etapas educativas

El primer ciclo de educación infantil experimenta un incremento de alumnos en relación a los datos de hace una década. Así, este último curso se matricularon 8.918 alumnos en toda Canarias lo que supone un 127% más que los matriculados en el curso 2011-2012. Por centros, comparando con los datos de hace una década las escuelas públicas han aumentado un 69% su alumnado con 4.055 frente a los 2.399 alumnos del curso 2011-2012. 

Los privados han experimentado un aumento del 23% pasando de 3.916 hace diez años a 4.833 el último curso. En el segundo ciclo de infantil el año pasado se matricularon un 24% menos de alumnos en comparación con el curso 2011-2012. Los centros públicos lideraron por poco esta caída con un 24% frente al 23% de los centros privados. 

En total este ciclo contó el último año con 46.309 matriculados. Aún así, si se analiza en relación a los últimos años sí se ve un descenso. En el curso 2018-2019, el último libre de Covid-19, este ciclo educativo pasó de 10.904 alumnos a 8.918 del último año académico, una caída del 18%.

«Esta fuerte contracción de la población estudiantil obligará á reestructurar el mapa educativo, pero también abrirá la puerta a mejoras necesarias en nuestro sistema educativo», añade Crespo.

La tendencia a la baja sigue en Educación Primaria con una contracción del 14% pasando de 108.893 alumnos el año pasado frente a los 126,587 de hace diez años, suponen 17.694 alumnos menos en esta etapa educativa. Los centros públicos vuelven a llevarse la peor parte con un descenso del 15% frente al 10,4% de los privados.

En la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) los centros experimentaron el pasado curso un aumento del 3,5% de alumnos frente a los registrados en el curso 2011-2012. Los privados son los que más aumentan con un crecimiento del 3,1% pasando de 20.869 alumnos a 21.886 y los públicos suben un 3,1% de los 64.137 de hace una década a los 66.115.

En Bachillerato la bajada en la última década es del 8% pasando de 39.972 alumnos hasta los 36.787, lo que en términos brutos suponen 3.185 alumnos menos. Por centros, los públicos han anotado una caída del 6,7% en la última década frente al desplome del 14% de los centros de titularidad privada. En términos generales, el 76% de los alumnos matriculados en enseñanzas de régimen general en el curso 2021-2022 en Canarias cursaban en centros de titularidad pública. 

Desglose por Islas

Por provincias, en Las Palmas el 79% de los alumnos estudia en un centro de titularidad pública frente a un 21% que estudia en centros privados. En la provincia de Santa Cruz de Tenerife el reparto es casi similar con un 74% de alumnos en centros públicos frente a un 26% en la privada.

Por islas, las dos capitalinas cuentan con el porcentaje más bajo de todo el Archipiélago de alumnos matriculados en centros públicos con un 74% en Gran Canaria y el 72% en Tenerife. En Lanzarote este porcentaje suite hasta el 90%, el 97% en Fuerteventura y el 89% en La Palma. En El Hierro y La Gomera el 100% del alumnado cursa en centros de titularidad pública. De momento no han salido las cifras de matriculados para el próximo curso 2022-2023 pero con toda seguridad se mantendrá esta tendencia a la baja.

Oportunidades

Desde ANPE Canarias señalan que esta situación puede traer algo positivo, por ello defienden una reducción de las ratios alumnado docente, una necesidad urgente y que ya se ha comenzando a realizar este curso en Canarias. «Reclamamos la aprobación de un plan a medio plazo que permita mejorar la atención individualizada del alumnado y, por ende, los resultados educativos. El plan de mejora de plantillas firmado recientemente da un paso en este sentido y nos ayuda a empezar a corregir este déficit histórico», explica Crespo. Esta mejora ayudaría a reducir el abandono escolar en las Islas. A esto se suma la oportunidad de incrementar el volumen de gasto por alumno sin incrementar el gasto público.

 Según apunta el sindicato, esta inyección de recursos servirá para impulsar prácticas como la co-docencia, aumentar las tutorías de apoyo para los estudiantes más rezagados y mejorar las condiciones del profesorado. Además, se podría reforzar y ampliar la educación de 0 a 3 años y una digitalización de la enseñanza. 

Destinan las aulas que ya no sean necesarias para destinarlas a otras modalidades formativas o la recualificacion de adultos, cuya demanda crecerá en el futuro.

 En las próximas décadas, subraya el sindicato, la generalización de las nuevas tecnologías modificará la forma en la que se aprende, enseña, evalúa y tutela a los alumnos en las escuelas. 

«La reducción de la natalidad tiene muchas consecuencias, algunas mejores y otras peores, pero también puede contribuir a que fortalezcamos nuestro sistema educativo. No olvidemos que en Canarias todavía no hemos logrado cumplir con la ley canaria de educación, es decir, invertir un 5% del PIB en educación», sentencia.

La estrategia España 2050 plantea una reducción de hasta 800.000 alumnos en los próximos 28 años, si no se pone remedio a la reducción de la natalidad que sigue año tras año marcando récord negativo.

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