Valladolid ha logrado subir al podio de los destinos enogastronómicos de primer nivel por méritos propios. Ahora, gracias al vuelo directo de Binter, esta ciudad está a solo dos horas y media de vuelo.

Valladolid lleva en mayúsculas la V de Vino. Es la única provincia de la Península Ibérica que tiene cinco denominaciones de Origen que certifican la calidad de sus vinos. La amplia oferta y la calidad de tintos, rosados, blancos y espumosos de Ribera del Duero, Rueda, Cigales, Toro o León es la clave para que Valladolid se haya convertido en un destino enogastronómico de primer nivel.

Su Plaza Mayor se convierte en el mes de mayo en el mejor escenario para catar los vinos de esas cinco denominaciones de Origen, con la celebración de Plaza Mayor del Vino. También las bodegas abren sus puertas al visitante durante todo el año, ofreciendo experiencias únicas entre viñedos y barricas.

A esto hay que sumar cuatro Rutas del vino: Ribera del Duero, Cigales, Rueda y Toro; que permiten conocer los secretos de la tradición vinícola, y descubrir el rico patrimonio histórico de la zona.

Por otro lado, el mejor acompañamiento para esos vinos son las tapas vallisoletanas, uno de los emblemas gastronómicos de la ciudad. Su calidad y creatividad les ha llevado a ganar fama internacional. Bocados realizados con los productos avalados por sellos y marcas de calidad que hacen de las barras vallisoletanos verdaderos espectáculos de la cocina en miniatura, donde la cocina de vanguardia no está reñida con la tradición.

El título de capital de la tapa también viene de la mano de la celebración cada año en Valladolid del Concurso Nacional de Pinchos y Tapas y el Campeonato Mundial de Tapas, dos eventos en los que se dan cita los mejores cocineros del mundo y que se completa con el Festival Internacional de la Tapa, gracias al cual se pueden probar todas las tapas participantes en los establecimientos hosteleros de la ciudad.

A esa cocina sorprendente, se unen clásicos que siguen siendo garantía de éxito como es el lechazo asado al horno de leña o productos de la huerta vallisoletana como los espárragos blancos ecológicos, producto que llegó a enamorar al propio Ferrán Adriá; o el cardo rojo, un superalimento que ha dado el salto a la cocina gourmet y que se puede disfrutar salteado con unos ajos, rebozado o como plato principal acompañado de piñones, también muy típicos de Valladolid. A esto, hay que sumar los aceites, el queso y, por supuesto, el Pan de Valladolid.

A estas experiencias para el paladar, se une una oferta cultural, patrimonial y natural que convierte a Valladolid en un destino sorprendente. Es una ciudad de historia e historias, que permite pasear entre sus majestuosas iglesias, perderse en los caminos de su parque romántico, el Campo Grande; o disfrutar de un paseo por las riberas del Pisuerga.

Es tierra de grandes Reyes, de amantes del teatro y una ciudad de cine, tal y como ha reconocido la Unesco, nombrándola Ciudad Creativa.

Valladolid es conocida por su Semana Santa, por la concentración motera Pingüinos, por su Semana Internacional de Cine, por su Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle y, cada vez más, por su espectacular iluminación y mercado navideño.

Y más allá de los eventos, su programación cultural y sus museos ofrecen al visitante infinidad de opciones para disfrutar. El Museo Nacional de Escultura, el de Arte Contemporáneo Patio Herreriano, el Museo de la Ciencia, la Casa Museo de Colón, el Museo Oriental o la Casa de Cervantes, son sólo algunas de ellas.

Valladolid además juega con una ventaja geográfica, es perfecta para disfrutar de la ciudad, de la provincia y desde ella conocer otros tesoros de Castilla y León. Sin duda, un destino que sorprende y que espera a que lo vivas con los cinco sentidos.

Vuelos sin escalas y con el mejor servicio

Gracias a la conexión que ofrece la aerolínea canaria Binter, se puede viajar a Valladolid en un vuelo directo los viernes desde Gran Canaria. No obstante, la compañía facilita el salto interinsular sin coste en los vuelos en conexión, por lo que se puede volar desde y hasta cualquier isla al mismo precio, y ya ha programado para los meses de invierno dos saltos semanales, los lunes y jueves.

Los pasajeros de esta nueva ruta disfrutarán de las ventajas diferenciales del producto que ofrece Binter: el confort de sus nuevos aviones Embraer E195-E2 -el reactor de pasillo único más silencioso, limpio y eficiente de su clase, con una configuración que permite más espacio entre filas y la comodidad de no tener asiento de en medio, a lo que se suma un servicio a bordo de alta gama, con amplias prestaciones para todos los pasajeros que incluye un aperitivo gourmet durante el trayecto.