Dos años después de agregar capas sobre capas de pintura en los murales y paneles que anunciaban el FiestoRon por toda Gran Canaria, el festival aruquense salió de su paréntesis y por fin se hizo realidad. El esperado regreso del mayor festival de pop-rock de Canarias, que pone en primera línea a las formaciones nacionales más veteranas en las coordenadas del género, puso de relieve la condición de clásico entre los clásicos del verano que ostenta esta cita, que convoca y conserva un aluvión de fieles de toda la geografía española.