"Que haya caravanas en espacios naturales es un problema mucho más grave de lo que pueda parecer. No es una tontería. Suponen un gravísimo peligro", afirma Joan Carles Palerm, presidente de la delegación de Ibiza y Formentera del Grup d’Estudis de la Naturalesa (GEN). Palerm destaca que la información publicada el martes por Diario de Ibiza sobre las caravanas y furgonetas camperizadas que se ofrecen como alquiler turístico a través de Airbnb en zonas naturales "pone de manifiesto que no se está controlando" este hecho. "Que las haya incluso en zonas protegidas como ses Salines es la peor consecuencia de la falta de control", continúa.
Palerm destaca el "riesgo de incendio" que supone la presencia de estos vehículos en las zonas boscosas. De hecho, el fin de semana pasado los bomberos tuvieron que sofocar un incendio forestal en el municipio de Sant Joan. El fuego se inició en una caravana estacionada entre los árboles que ardió completamente. "Además está el problema de los residuos", indica antes de destacar, también, las consecuencias para la flora y la fauna. Especialmente cuando estos vehículos crean nuevos caminos en busca de un lugar para acampar. Actividad, esta última, que recuerda que en las Pitiusas está prohibida fuera de los campings.
Actuación "inmediata"
"La presencia humana genera molestias que pueden afectar a las especies más vulnerables. También a la nidificación", continúa el experto, que pide a las administraciones que actúen frente a este problema de "responsabilidad compartida". Y es que están implicados tanto el Consell de Ibiza "por la parte turística", como el Govern en el aspecto medioambiental y también los ayuntamientos, ya que las ordenanzas municipales son las que prohíben la acampada y, en algunos casos, también la pernoctación. El presidente del GEN pitiuso está convencido de que si en una acción conjunta de las policías locales "se colocaran 70 u 80 cepos la voz se correría y esto dejaría de pasar".
Palerm señala que es un problema que ya se había visto en veranos anteriores, pero no con la magnitud de éste, por lo que reclama que tomen medidas lo antes posible, especialmente en el caso de las caravanas y furgonetas que se instalan en zonas protegidas. Este fin de semana, la Policía Local de Sant Josep anunciaba una campaña de seguimiento de acampadas en espacios de relevancia ambiental centra en el Parque Natural de Ses Salines y el Área Natural de Especial Interés (ANEI) de Cala d’Hort.
"Yo tenía entendido que el Consell de Ibiza miraría estas plataformas y controlaría lo que se publicitaba. No pensaba que esto dependería de que Diario de Ibiza lo publicara", ironiza Hazel Morgan, presidenta de Amics de la Terra. Para ella, las imágenes de las caravanas y las furgonetas camperizadas en la zona de Cala d’Hort o la torre de sa Sal Rossa, espacios protegidos, así como en la misma orilla de playas como Cala Salada o el Port de ses Caletes que los propios anfitriones usan para promocionarlas claman al cielo. "Las imágenes demuestran que mucho control no hay", continúa con el mismo tono Morgan, que insiste en el riesgo de incendio, el problema de los residuos y cómo afectan estos vehículos a los animales y la vegetación de los espacios en los que estacionan.
"No entiendo cómo las Administraciones no hacen nada", exclama la presidenta de Amics de la Terra, que anima a los responsables, ahora que se han publicado las fotos, a identificar a los vehículos y actuar en consecuencia contra quienes los gestionan como alquiler turístico en zonas naturales. La presidenta lamenta que haya residentes en Ibiza que opten por alquilar a turistas estos espacios, colaborando en la destrucción del medio ambiente de la isla.
Tanto para Hazel Morgan como para Joan Carles Palerm el incremento de caravanas que se ofrecen como alojamientos turísticos son una muestra más de la elevada presión humana que está sufriendo la isla este verano. El riesgo de incendio, coinciden, aumenta debido, precisamente, a que quienes escogen estos vehículos para moverse y alojarse en la isla acostumbran a buscar zonas boscosas para pasar la noche.
