La Provincia - Diario de Las Palmas

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Mónica MenesesMarta Hdez Víctor ExpósitoGuacimara SánchezMª del Cristo Páez Juanma Méndez | 29 y 30 años | 32 años | 29 y 30 años | 47 años

Ser mamá y papá, una carrera de fondo en Canarias

En un escenario de continuos vaivenes económicos e incertidumbre solo algunos logran cumplir sus objetivos vitales, mientras que son una mayoría los que desisten en el intento

Ser mamá y papá, una carrera de fondo María Pisaca Gámez

La drástica reducción de la natalidad en Canarias es el reflejo de una realidad: ser padres se ha convertido en una carrera de fondo. A estas alturas, las isleñas no superan la media de un hijo por mujer. Los nacimientos han caído un 3,8% en un año y hasta un 25% con respecto al 2016 y el Archipiélago se ha convertido en la tercera comunidad autónoma en la que más ha descendido la natalidad con respecto al mismo semestre de 2021.

Las crisis económicas, el inestable mercado laboral y el cambio de mentalidad convierten la idea de la paternidad en un objetivo inalcanzable para muchos jóvenes. Aquellos que comenzaron hace poco el viaje de la paternidad como María del Cristo Páez y Juanma Méndez, sobre estas líneas, admiten cierto «vértigo». Otros, como Guacimara Sánchez, no pueden salvar los escollos de la sociedad como la inseguridad económica y retrasan sus planes hasta conseguir estabilidad.

En el caso de Marta Hernández y Víctor Expósito reconocen que no es habitual que la gente a su edad tenga hijos hoy en día y destacan que su profesión les ofrece el margen necesario para tomar ese tipo de decisiones. Los expertos advierten que las consecuencias de la baja natalidad supondrán un sobrecoste para el sistema social, sanitario y económico debido al paulatino envejecimiento de la población.

María del Cristo Páez (29 años) y Juanma Méndez (30)

María del Cristo Páez (29 años) y Juanma Méndez (30) son, desde hace un año, papás de Mauro. Con su sonrisa y su actitud risueña, el pequeño consigue iluminarles hasta en los momentos más duros. Porque como admite Paez, «no ha sido un camino fácil». «Soy madre 24 horas 7 días a la semana, mi vida ha cambiado», resalta la joven que insiste: «no cambiaría nada». «Es que mira tu esa cara que posa para la foto», comenta entre risas. Tanto ella como su pareja decidieron dar el paso en plena pandemia. «Estábamos en ERTE los dos, pero decidimos que lo hacíamos en ese momento o no lo haríamos nunca», explica. «Fue consensuado, siempre hemos querido ser padres jóvenes aunque admito que nos dio algo de vértigo», resalta. Ambos tienen ahora trabajo estable y facilidades para cuidar al pequeño, lo que les permite disfrutar de él casi todas las horas. Son conscientes, que su situación es casi un privilegio. «Tener un niño es una responsabilidad, ¿cómo vas a dar el paso cuando no has cotizado ni 3 meses?», se pregunta refiriéndose a la estabilidad laboral de muchos de sus conocidos. Un año después de dar a luz no puede esconder que «ser madre es duro», pero como insiste «compensa».

Guacimara Sánchez

A Guacimara Sánchez le comenzó a rondar la idea de ser madre el pasado año pero se ha convertido en un proyecto que, por ahora, no cree que se materialice a corto plazo. Encadenando trabajos de corta duración, Sánchez no ve viable la maternidad hasta no tener la estabilidad económica tan deseada por los jóvenes. «No quiero traer al mundo hijos para luego verme apurada con las cuentas, quiero disfrutar de la maternidad», explica. De profesión ingeniera química, está finalizando un máster de Magisterio para prosperar y lograr su objetivo de familia. Sánchez crítica la presión social que aún existe hacia las mujeres para que sean madres. «Me han preguntado muchas veces cuándo voy a tener un niño, sobre todo al tener pareja» y enfatiza que es normal que las mujeres hoy en día no se planteen tener hijos cuando la maternidad puede convertirse en una traba a la hora de promocionar a puestos de trabajo de mayor responsabilidad y recuerda que en alguna ocasión le han preguntado si tiene planes de ser madre en entrevistas de trabajo. Sánchez espera poder prosperar laboralmente para comenzar con esa nueva etapa de su vida.

Marta Hernández (29) y Víctor Expósito (30) siempre lo han tenido claro. «Queríamos ser padres y desde que conseguí una plaza fija nos pusimos a ello», rememora Hernández. Fue hace ya dos años, en plena pandemia, pero no ha sido hasta ahora cuando por fin ha podido quedarse embarzada. «Cuando vimos el positivo, no nos lo creíamos», asegura Expósito. Aunque a ellos no les costara tomar la decisión saben que no es lo habitual. «Al ser docentes gozamos de una estabilidad que nos permite tomar decisiones como esta», explica Hernández. «Somos la generación tardía, llegamos tarde al trabajo y a la independencia; es una losa», recalca Expósito, que entiende que otros muchos pospongan esta decisión.

Mónica Meneses

Un ginecólogo le dio la mala noticia a Mónica Meneses de que la fertilidad no sería un camino fácil para ella. Sin embargo, dos meses después estaba embaraza del primero de sus tres hijos. Es consciente de que hoy en día es «raro» ver familias numerosas. Al criarse con cuatro hermanos siempre supo que quería tener una familia amplia. Opina que la paternidad exige más dedicación que hace años. «Yo no sé lo que es desconectar», asegura. Pero considera que todos los buenos momentos amortizan la fatiga diaria. «Mis hijos me han hecho ser mejor persona» y aclara que disfruta de todas las fases, como la adolescencia, en la que se encuentran actualmente. «Es muy bonito presenciar la formación de sus personalidades y la visión de la vida que van adquiriendo», explica ilusionada. Meneses crítica que es complicado compaginar la maternidad con la vida laboral. Durante la infancia de sus hijos, el padre y ella se turnaban para cuidarlos exclusivamente. «Para aquellos que deciden quedarse a ciudar a los hijos es más complicado reincorporarse al mundo laboral», explica.

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