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Meteorología

Los súbitos cambios de tiempo de final de verano, trampa mortal en la montaña

En la última semana, cuatro excursionistas han fallecido en el Pirineo y otra docena han resultado heridos o se han perdido | Los repentinos descensos de temperatura disparan el riesgo de hipotermia sin la preparación suficiente, advierten los Bomberos de la Generalitat

Los súbitos cambios de tiempo de final de verano, trampa mortal en la montaña. Sombers

Para Alfons Esterlich, sargento de la Unitat Tècnica de los GRAE de los Bomberos de la Generalitat, la montaña no debe dar "miedo", pero sí debe imponer "respeto". Y más al final de la estación veraniega, proclive a cambios bruscos de tiempo que provocan descensos repentinos de temperatura y pueden complicar el avance de los excursionistas o desorientarlos y acabar comprometiendo seriamente su seguridad. Un peligro real también para personas "bien preparadas" como los dos ciudadanos franceses fallecidos este jueves después de ser rescatados con hipotermia extrema en la Vall de Boí, que, a juicio de este especialista en rescates de montaña, "no fueron negligentes". 

Este ha sido el último de una serie de accidentes ocurridos en los últimos días. El pasado fin de semana, otros dos excursionistas fallecieron y otros 12 resultaron heridos o se perdieron en el Pirineo aragonés.

En el caso de lo ocurrido en la Vall de Boí, las dos víctimas, de 65 años y 67 años, habían salido del refugio de la Ventosa y se dirigían al de Estany Llong, un itinerario del Parc Nacional d’Aigüestortes que implica moverse por alturas que sobrepasan los 2.000 metros y superar el Coll del Contraix, pero que no es especialmente exigente. Pero la virulencia del temporal –que estaba previsto– les sorprendió durante el trayecto. Comenzó a sobre las nueve y media de la mañana y trajo lluvia y vientos de hasta 70 km/h. "La temperatura descendió hasta los 6 o 7 grados positivos", detalla Esterlich. Esas condiciones, posiblemente, fueron las que impidieron a la pareja continuar hasta el refugio de Estany Llong

"Si sales de casa un momento al jardín durante un temporal, y solo tienes que ir a recoger algo y volver, te resultará fácil regresar y no te desorientarás. Pero si estás a la intemperie, en la montaña y el temporal lo sufres de forma constante, seguir moviéndote y orientarte será mucho más difícil", advierte Esterlich. 

La pareja de ciudadanos franceses aparentemente no se perdió –fueron localizados junto al sendero, muy cerca del estanque Contraix– pero tampoco pudo avanzar: las condiciones meteorológicas fueron para los dos tan adversas que no lograron llegar hasta el siguiente refugio. Tampoco pudieron pedir auxilio porque no había cobertura para los teléfonos móviles. Fue otro excursionista quien los encontró al día siguiente, más de 24 horas después de que hubieran salido del refugio de Ventosa, y quien corrió hasta el refugio de Estany Llong para dar la voz de alarma.

Helicópteros del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) y de los Bomberos acudieron a rescatarlos enseguida. Ambos, dado el grave estado de salud que presentaban, ya inconscientes, fueron trasladados de urgencia al Hospital de la Vall Hebron, que cuenta con el instrumental específico para tratar la hipotermia. Pero ya era demasiado tarde.

"En la montaña puede suceder lo mismo que dentro del agua", subraya el sargento. "Nuestro organismo presenta una temperatura constante de 36 grados y si el entorno nos va robando calor y no podemos recuperarlos, porque estamos dentro del agua o mojados bajo una tormenta, comienza a fallar. Los órganos sufren. Uno de los primeros en hacerlo es el cerebro y aparecen síntomas de descoordinación, alucinaciones o una fuerte apatía", explica, tratando de relatar de forma comprensible cómo actúa la hipotermia

Ropa adecuada 

Esterlich aconseja a los excursionistas que acudan a la montaña que se equipen siempre con ropa de abrigo. También durante los meses de julio y agosto, cuando parece inconcebible que esta pueda acabar resultando tan necesaria. "En la montaña, en cuestión de minutos, un cielo radiante puede dar paso a un temporal de lluvia, viento o niebla y si no se está equipado, y bien entrenado, las posibilidades de extraviarse y sufrir hipotermia aumentan", dice.  

A lo largo del presente mes de septiembre en Cataluña se han llevado a cabo una cincuentena de rescates. Son algunos menos de los que se hicieron en el mismo periodo del año anterior. "Perderse en valles no acostumbra a ser tan delicado, pero hacerlo por encima de los 2.000 metros, con las temperaturas más bajas, lo es mucho más", remarca. "En la montaña hay que tener sentido común", pide Esterlich. 

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