Según un estudio de la Sociedad Española de Cardiología, los fallecimientos por infarto agudo se duplicaron al inicio de la pandemia de coronavirus porque muchos enfermos no querían ir al hospital por temor a la Covid. En la actualidad todavía cierto atasco en las consultas de Cardiología por las demoras que causaron los cierres de especialidades y el parón de los diagnósticos nuevos, algo que conoce bien Juan Gabriel Martínez, jefe de Cardiología del Hospital General de Alicante.

¿Qué afectación ha tenido el virus del SARS-CoV-2 en las enfermedades del corazón?

El covid evidentemente en algunos casos ha tenido afectación del corazón. No es lo más frecuente en proporción pero sí que estamos viendo pacientes que han estado con el virus que tienen ciertas arritmias que les ha quedado como secuela. Sufren palpitaciones que antes no tenían y puede ser consecuencia de la infección por covid, con influencia en el sistema nervioso autónomo, que regula las palpitaciones.

¿Y las vacunas?

También ha habido miocarditis, que es una inflamación del corazón, relacionadas con las vacunas, sobre todo en gente joven pero tampoco en proporción alarmante, y que cursan de forma benigna. La miocarditis postvacunal con casos de ingresos de gente joven se ha dado pero afortunadamente no suele dejar ningún tipo de secuela. También vemos y tratamos miocarditis que no tienen nada que ver con el covid.

¿Cómo ha afectado la pandemia al tratamiento de las enfermedades vasculares?

Es cierto que la pandemia ha afectado mucho durante los años que lleva. Cuando se inició no llegaban pacientes con infarto y muchos lo sufrieron en casa. Apenas entraban alertas de código infarto que se activa cuando contacta un paciente con sospecha de infarto miocardio para traerlo cuanto antes a la sala de hemodinámica y abrirle la arteria coronaria que se ha cerrado para ponerle el stent. Aquellos que hayan pasado un infarto sin acudir al hospital han sufrido más secuelas y ahora están desarrollando insuficiencia cardiaca y complicaciones derivadas de esa falta de asistencia. También se cerraron consultas y los diagnósticos nuevos se han retrasado en el tiempo. Todavía tenemos un poco de atasco en las consultas de Cardiología por todo esto. La pandemia ha supuesto demoras que no habíamos experimentado en la vida.

"La pandemia ha afectado mucho durante los años que lleva. Cuando se inició no llegaban pacientes con infarto y muchos lo sufrieron en casa"

¿De cuánto es esa demora?

Tenemos una respuesta rápida a las consultas que hace Atención Primaria porque antes de la pandemia se implantó un sistema de atención virtual entre los médicos de cabecera y nosotros. Así, si el médico de Primaria tiene dudas y piensa que un paciente tiene un problema cardiológico, la atención se soluciona en 24 ó 48 horas. Hablo de demoras de revisiones, de ecocardiografias, el tiempo que se tarda en hacerlas. En el hospital hacemos una media de entre 40 y 50 diarias. Todas esas se dejaron de hacer, por lo que ha ido aumentando poco a poco la bola de nieve, y intentamos solucionar como podemos.

¿Qué nuevos tratamientos o terapias se están aplicando?

En los últimos años se han producido muchos avances en los tratamientos de Cardiología. Uno de ellos, que supuso una revolución, fue poner las válvulas aórticas a través de la arteria femoral sin necesidad de operar a los pacientes. Eso ha supuesto que haya un número muy importante de pacientes que sufren estenosis de la válvula aórtica que ya no tienen que pasar por quirófano. Lo hacemos los cardiólogos en la sala de Hemodinámica sin necesidad de abrirle el pecho. En el tratamiento de las arritmias cardiacas también hay unas técnicas de ablación con catéter para quemar el foco, o prevenirlas con la implantación de dispositivos como desfibriladores. También hay muchos avances en cuanto al instrumental que utilizamos, que facilita las cosas y hace que sea más eficaz.

"Avances como poner las válvulas aórticas a través de la arteria femoral sin necesidad de operar a los pacientes supusieron una revolución"

¿Y en cuanto a los fármacos?

También ha habido fármacos desarrollados en los últimos años, bastante eficaces en enfermedades en las que habíamos llegado al tope de tratamiento como es la insuficiencia cardiaca. Estos fármacos prolongan la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.

¿Qué trabajo de prevención se realiza?

El Ministerio de Sanidad aprobó en abril el Plan de Salud Cardiovascular, que se va a implementar en todas las comunidades autónomas contando con las ideas que tienen. El lunes tuvimos una reunión con el conseller de Sanidad para cerrar la comisión que va a desarrollar el plan en la Comunidad y que se basa en cuatro pilares. Uno son las arritmias cardiacas y se centrará en que la mayor parte de la población posible sea capaz de realizar maniobras de resucitación cardiovasculares. Esa es una de las metas principales del plan de salud y para ello se elaboraran estrategias para formar a la gente y que sepa hacer una RCP.

"Una de las metas principales del Plan de Salud Cardiovascular es que la mayoría de la gente sepa hacer maniobras de resucitación cardiopulmonar"

¿Qué otros pilares tiene el plan?

Otra estrategia es actuar sobre la arritmia más frecuente, la fibrilación auricular, que tiene a veces consecuencias bastante negativas porque se pueden formar coágulos en el corazón y el paciente sufrir embolias. Se van a elaborar planes de detección precoz. Otro pilar es la cardiopatía isquémica y el código infarto, para lo que se intentará optimizar centros de referencia y redes asistenciales. Por último, la prevención, con campañas sobre los factores de riesgo cardiovascular, como el tabaquismo, el colesterol, la hipertensión, el sedentarismo, la obesidad o la diabetes.