"Más del 70% de las casas del Jonquet están vacías", asegura un vecino de este carismático barrio de Ciutat. "Justo delante de mi casa han vendido una por millones que antes era de unos suecos y ahora una señora ha hecho un Airbnb", asegura el mismo residente, que pide anonimato.

Entre la cartera de propiedades que están a la venta en este entramado de calles empedradas destaca Ca la Reina, un inmueble del XIX totalmente reformado que está a la venta por 4,9 millones y cuyo nombre es un homenaje a la reina Isabel II, quien dio un permiso específico para que se pudieran levantar dos alturas. Es la casa con las mejores vistas. "En es Jonquet los precios son de fantasía", sostiene el investigador Albert Herranz, quien denuncia la espiral especulativa que pesa sobre la zona. Las casas cambian de manos constantemente. Se compran los inmuebles, se reforman y se vuelven a vender a otros inversores por precios que duplican o triplican el precio inicial de adquisición. Es un fenómeno que se inició en los 2000 que no tiene fin y que ha inflado una burbuja "que algún día explotará". El ruido por el ocio nocturno está expulsando no sólo a los residentes de siempre (que son ya una ínfima parte a causa de la presión inmobiliaria), sino también a los extranjeros que han invertido en este barrio de moda ya sea para establecer su residencia habitual o para usarla como segunda vivienda. "En algunas de estas casas, el dueño sólo viene un fin de semana al mes", explica el mismo vecino. "Así es muy difícil que exista cohesión y una identidad común", lamenta.

Varias casas que están a la venta o que acaban de ser vendidas en el barrio de es Jonquet.

Junto a la discoteca Luna, un inversor acaba de adquirir la casa blanca con el grafiti del corazón y hay un cartel de ‘se vende’ en la puerta de un estudio de 36 metros cuadrados. En un portal inmobiliario se anuncia por 350.000 euros. El resto de pequeños apartamentos del mismo inmueble están vacíos.

Varias casas que están a la venta o que acaban de ser vendidas en el barrio de es Jonquet.

No hay vida en es Jonquet, es un barrio fantasma, "un decorado". Los carteles de ‘se vende’ se alternan con casas que están en plena reforma. Frente a los estudios vacíos, "unos suecos se compraron por 1,3 millones de euros una casa [que era muy antigua] que ahora está emprendiendo una importante rehabilitación".

Además del ruido de las obras, pasean de vez en cuando turistas y entra en la plaza del Vapor algún camión con los suministros para la discoteca. El ocio nocturno y el incivismo de cada fin de semana son también motivo para el éxodo vecinal, al menos para los pocos que hacen vida diaria en la zona. "Los que vienen de alquiler vacacional a algunas de estas viviendas saben lo que hay e incluso hacen fiestas hasta altas horas en los interiores", cuenta un vecino afectado.

Varias casas que están a la venta o que acaban de ser vendidas en el barrio de es Jonquet. M.E.V.

En la primera línea de es Jonquet hay una casa antigua y abandonada de 185 metros cuadrados que se vende por 1,9 millones sin reformar. Cerca, hay otra anunciada con la que, como ha podido saber este diario, se pretende cerrar una operación de compraventa de 4 millones. "Sé de un piso que lo han vendido hasta tres veces en cinco años y cada vez por un precio más elevado", cuenta este vecino. "En es Jonquet se están llegando a pagar 12.000 euros por metro cuadrado".

"Es la misma historia del Molinar, Santa Catalina y ahora la Soledat, barrios populares que acaban muy degradados y cuando la Administración invierte lo hace tarde, por lo que las mejoras ya favorecen a los inversores y no a los residentes", denuncia Herranz.