Con una piel que ofrece desde el amarillo intenso a diferentes tonalidades de rosa, rojo y violeta, mate o con brillo, la pulpa del mango es de un vistoso color casi anaranjado que determina su riqueza en hidratos de carbono y en carotenos transformables en vitamina A cuando son absorbidos por el organismo. Los hidratos de carbono y los carotenos junto a la presencia estimable de vitamina C hacen del mango -que se cultiva en Canarias- una de las frutas más completas, al menos la más rica en provitamina A. ¿Es un superalimento? Se podría considerar que sí, sobre todo por su acción preventiva frente a enfermedades como al arterioesclerosis.

El árbol de esta fruta es venerado desde hace siglos en India, pero en Occidente la devoción se debe a sus virtudes nutricionales, entre ellas la de prevenir la concentración de grasa en las arterias, es decir, la arterioesclerosis. Altamente calórica por la presencia de azúcares, éstos en su mayoría son fructosa y sacarosa, lo que hace posible que no esté contraindicado su consumo en las personas con diabetes. Es una fruta tolerable para quienes padecen diabetes, pero teniendo en cuenta que su consumo debe moderarse.

Ensalada con mango. Shutterstock

Fuente de salud

La alta concentración de provitamina A la convierte en una gran ayuda para mantener la salud de la piel y el sentido de la visión. Pero, sobre todo, su consumo favorece la acción preventiva de la arterioesclerosis. Sus nutrientes antioxidantes, como la provitamina A y la vitamina C, impiden que se oxiden las grasas en el cuerpo, grasas que acaban circulando por el torrente sanguíneo a sus anchas e instalándose en las arterias, con el consiguiente efecto negativo sobre la salud cardiovascular.

Los mismos antioxidantes permiten que esta fruta sea igualmente recomendable para prevenir las enfermedades degenerativas e, incluso, el cáncer. De la potencialidad del mango por su contenido en carotenos habla el que, por ejemplo, una pieza de 300 gramos proporciona la cantidad diaria recomendada de vitamina A.

Desde el punto de vista del aporte de minerales, el mango también es una fruta de ingesta interesante para la salud del organismo. Como tiene poco sodio y mucho potasio es diurético y, por tanto, indicado para las personas con hipertensión. Ésa es otra de sus posibilidades para la salud. Además, el mango contiene una cantidad importante de magnesio, un mineral que contribuye a mantener el buen tono muscular.

Tartar de mango y aguacate

Propiedades medicinales

Pero sus virtudes no solo se concentran en la pulpa y el jugo que aporta cuando se ingiere fresca. En India y otros países de ese continente se usa como expectorante: se corta en rodajas el mango, se asa en una plancha o en sartén, y se rocía con miel, una auténtica bomba de azúcares.

También poseen poderes terapéuticos sus hojas y la corteza del árbol, al decir de la tradición de esas civilizaciones asiáticas. Al menos, ciertos aspectos relacionados con esos supuestos poderes han sido objeto de estudio. Algunas investigaciones le atribuyen cualidades terapéuticas, en concreto la corteza del árbol del mango, con gran poder astringente, de la que se cree tienen propiedades inmunológicas.

Asimismo, las hojas del árbol, al igual que la corteza, poseen cualidades antidiarreicas, si se toma el agua de su infusión. Y por el contrario, la pulpa ofrece una sobresaliente cantidad de fibra, lo que convierte al mango en uno de los alimentos con mayor efecto laxante. Esta fruta es, igualmente, aconsejable para quienes padecen anemia por déficit de hierro, pues la vitamina C que posee aumenta su absorción.

Feria del mango y aguacate de Mogán J.C. GUERRA

¿Manga o mango?

La distinción de colores y tamaños suele llevar a diferenciar con carácter general a la manga, grande y de piel más verdosa, del mango, más pequeño y de color amarilloanaranjado. Sin embargo, una y otro ofrecen disparidad de colores y tamaños más allá de los descritos, por lo que esas no parecen ser sus desigualdades.

La diferencia estriba en la fibra. El mango la tiene, la manga, no. Son las hilachas que se atraviesan en los dientes, uno de los factores que han inclinado el gusto de los consumidores a favor de la manga, cuya pulpa es más fácil de comer y hasta resulta más dulzona. En Canarias buena parte de los cultivos de esta fruta son de manga, y la gran mayoría llegó procedente de Cuba, en la última mitad del siglo XIX.