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Cataluña

Conoce al Spiderman de Santa Coloma: "Mi labor es traer alegría a la gente"

Se le avista por la calle dos veces por semana. 'Santako Spidey', se llama en Instagram | Este superhéroe local saluda, abraza y se hace fotos con todo el que le para. “No tengo superpoderes para levantar un autobús –dice-, pero sí para traer alegría a la gente”

Conoce al Spider-man de Santa Coloma: Mi labor es traer alegría a la gente. Laura Guerrero

Se forma un revuelo en la plaza en menos de lo que dura Liz Truss de primera ministra. Ha llegado Spiderman. Hace semanas que los avistamientos en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) corren por TikTok y Whatsapp. “Nadie sabe quién es”, farfulla una familia al verlo de lejos. El hombre araña saluda, abraza, se deja hacer fotos con pose arácnida. Subiría el ánimo hasta a un socio del Barça. “No tengo superpoderes para levantar un autobús en brazos –se encoge él de hombros-, pero al menos sí que tengo el poder de traer alegría a la gente”.

'Santako Spidey', se hace llamar en Instagram. Hace un año que tiene cuenta oficial: @spiderman_santako. Habla como un gurú de la autoayuda, aunque a él no le ha picado ninguna araña últimamente. Cuando se quita el disfraz, tiene miedo a las alturas, aracnofobia y escoliosis, se sincera. 19 años. Es auxiliar técnico de Veterinaria. Ahora estudia terapia asistida con animales. En casa tiene un perro, dos gatos y cinco trajes de hombre araña. 

¿Por qué Spiderman? “Es el héroe con el que todo el mundo se identifica –responde-. Sufrió ‘bulling’, perdió a sus padres, luego perdió a su tío… Le pasan 40.000 desgracias”. Igual que al de Santako. “Yo también tuve episodios de ‘bulling’ –explica-, mi padre también falleció, por desgracia. Así que llevamos una vida bastante similar”. 

Ganó su primer traje de Spiderman en un sorteo. Un día después ya estaba saliendo a la calle con él. “Vi la oportunidad y no la desaproveché”, recuerda con deje peliculero. De eso hace casi dos años. Apenas se le avistaba una vez cada tres o cuatro meses. Desde septiembre, se pasea por Santa Coloma dos veces por semana, con el consiguiente reguero de vídeos en redes. Saluda, abraza, se hace fotos con deje de famoso resabiado. Siempre avisa en Instagram vía ‘stories’. “La gente hasta me escribe por privado preguntándome”, cuenta aún sorprendido. 

“¿Cómo te llamas?”, le preguntan los niños. “Spiderman”, responde él. “Nooo –le insisten-, el verdadero nombre”. El hombre araña se agacha y les susurra: “Peter. Peter Parker”. Conocen su identidad quizá 20 personas, que él sepa.

“Yo me siento como la tía May”, se ríe al lado la madre. Loli, se llama. Sin apellidos, para no dar pistas. “Es muy curioso. Hace poco estuvimos en el cumpleaños de una amiga y salió el tema”, cuenta. “¿Sabéis que hay un Spiderman aquí en Santako?”, les dijeron a ella y a su hijo. “Mira, mira, me lo han pasado por Whatsapp”. Los dos se echaron a reír, claro. “Ves que están hablando de tu hijo y… Aunque hay comentarios despectivos, la mayoría son buenos”. 

Plaza de la Vila. Es donde Spidey suele acabar su ronda desde Fondo. Es verlo aparecer y todos los niños a la redonda corren a abrazarlo como si fuera Papá Noel. “La chiquilla está loca con el Spiderman”, dice una madre tras otra con mochilas del hombre araña. “¿Se puede hacer una foto?”, le preguntan cada 30 segundos

“Hay gente que me mira con orgullo, que hasta me lo dice: ‘Ole tus cojones por hacer eso, que no todos tienen los huevos de hacerlo’. Esa frase me la han dicho muchas veces, con esas mismas palabras”. ¿No le da vergüenza? “No, no –reniega-, yo cuando me pongo el traje dejo la vergüenza en mi casa. La cojo, la guardo en una caja y la dejo ahí apartada”. 

Él no se puede cambiar en cabinas a lo Superman. Necesita ayuda para ajustarse el disfraz. No se arriesga a romperlo. “No soy como Iron Man. Soy bastante más pobre –se ríe-. Tengo que cuidar bien los trajes”. Suele comprarlos en Aliexpress. “Están bastante económicos”. Ya le ha echado el ojo a uno nuevo. “A ver si para este noviembre me lo puedo pillar haciendo muchas cuentas, muchas, muchas cuentas”. 

No es el primer Spiderman que hace el bien por Barcelona. Hace tres años había otro hombre araña anónimo que ahuyentaba ladrones, alimentaba gatos y animaba a personas sin hogar, informó ‘Metrópoli Abierta’. También se ha avistado a uno por el Hospital de Sant Pau: Eduardo Rodríguez, este dice nombre y apellidos. Vive en Málaga, pero visita a niños por toda España con y sin disfraz.  

¿Santa Coloma necesita un Spiderman? “No uno, tres”, asiente Jose mientras su hija interroga al hombre araña. “Me parece mejor que muchos políticos”, añade. “Estamos de política hasta aquí –Josefa, otra madre de paso, se señala un moño imaginario-, estamos del Putin hasta aquí… Esto es felicidad”. Y señala al hombre araña vecinal haciéndose fotos con su hijo. 

“Si él dice que es Spiderman, pues es Spiderman y no hay más que hablar”. Es la conclusión de otro superhéroe local: el Batman de Gramenet. Habló con Spidey para su blog. “UN CHICO DE DIECINUEVE AÑOS –lo subraya en mayúsculas- DICE QUE ES FELIZ HACIENDO FELIZ A LA GENTE”. Quizá el de Eurodisney tenga más glamour –añade- pero menos vocación. 

@malenitaa01 Santako y mi madre🤣. #santako #spiderman #fyp #parati ♬ sonido original - maluuu

“Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. El Peter Parker de Santako ya repite el mantra de Spiderman de carrerilla. “En mi caso, mi responsabilidad es alegrar a la gente –insiste- y en parte salvarles el día”. ¿Su superpoder? La paciencia, queda claro al callejear una tarde con él. “Supongo que también la tenacidad –añade-. Soy alguien con una voluntad muy fuerte”. Ha llegado a pasar 12 horas bajo el pellejo de Spiderman a 42 grados, dice sacando pecho. 

Jamás dejes de perseguir tus sueños”, aconseja por Instagram. ¿Cuáles persigue él? “Tener lo que yo nunca tuve –dice-. Cuando era pequeño tuve bastantes carencias a nivel social. Tener según qué apoyo, incluso motivación. A veces me levantaba y decía: ‘Coño, es que no me apetece hacer nada’. Me sigue pasando incluso a día de hoy”. ¿Por el ‘bulling’? “Sí –responde-, sobre todo por el ‘bulling’. Cuando se extiende tantos años, se te quitan las ganas de todo”. Hasta que se metió en la piel de Spiderman. “Pasar literalmente de que te estén llamando ‘monstruo’ en clase a ser súper popular... Es algo bonito”.

La voluntad de una persona es el mayor poder que tiene”. Es la frase peliculera que suele repetir ahora. “Yo ya soy Spiderman, ya tengo lo que quería –intuyes que sonríe bajo la máscara-. Ahora lo que me queda es mejorarlo, poder recuperarme físicamente –se refiere a su escoliosis-, poder incluso hacer mortales”. También espera hacer eventos solidarios. “Estoy pendiente de que me llamen para ir a hospitales”. Se acaba de inscribir en una cursa solidaria de Santako. "Voy a ir a correr los 5 kilómetros con el traje puesto". Su ilusión –añade la madre- sería participar en la cabalgata de Reyes de Santa Coloma. ¿Que por qué lo hace? “A mí me cuesta poco –dice sin darse importancia-, solo aguantar horas con el traje puesto, y puedo ayudar a mucha gente. Reconforta el alma”.

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