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Universidad

La ULPGC crea una sala de autopsias virtual para el alumnado de Medicina

El grupo de Tecnología Médica y Audiovisual desarrolla un espacio inmersivo que facilita las prácticas en Ciencias de la Salud con «cadáveres» del metaverso

De izquierda a derecha, Idafen Santana, Aday Melián y Miguel Ángel Rodríguez Florido prueban la sala virtual de autopsias en Ciencias de la Salud. | | JOSÉ CARLOS GUERRA

La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria pone en marcha este curso académico una sala de autopsias virtual para la realización de prácticas del alumnado de la Facultad de Ciencias de la Salud, fundamentalmente de Medicina. Una iniciativa que se enmarca en el proyecto de innovación educativa AVRIR: Aprendiendo con VR Interactiva y en Remoto, dentro de la convocatoria propia de la ULPGC financiada con fondos europeos Next Generation, desarrollada por investigadores del grupo de Tecnología Médica y Audiovisual (GTMA) integrado en el Instituto Universitario de Investigación Biomédica y Sanitaria (IUIBS), con la colaboración de la Cátedra de Tecnologías Médicas.

El proyecto arranca a final de mes con el entrenamiento de estudiantes del primer año del grado

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«Con esta iniciativa, lo que pretendemos es que el estudiante utilice recursos virtuales frente a los físicos para sus prácticas de anatomía, pero no para sustituirlos, sino para complementarlos. Trabajar con un cadáver físico conlleva muchos problemas, aparte de legales, de mantenimiento, económicos por su coste elevado, además de que disponer de cadáveres no es tan sencillo, y trabajar con ellos, al estar conservados en formol, también es dañino para la salud», señaló el investigador del GTMA, Miguel Ángel Rodríguez Florido, coordinador técnico de la Cátedra de Tecnologías Médicas de la ULPGC que dirige Manuel Maynar.

Otra de las ventajas de introducir al alumnado en un espacio virtual inmersivo para el desarrollo de las prácticas es que, a diferencia de un cadáver físico, en un escenario del metaverso, el cadáver no se estropea tras pasar por las primeras manos que lo gestionen dentro del proceso de aprendizaje de la anatomía humana.

El proyecto permite la coordinación entre docentes de distintas asignaturas, principalmente en el grado de Medicina, también en el de Enfermería, para introducir al alumnado en un espacio donde puedan complementar a nivel práctico las enseñanzas teóricas que reciben en el aula.

Tecnología colaborativa

Los investigadores de la ULPGC han sido capaces de crear un entorno donde el estudiante se introduce en un metaverso que les permite interaccionar, utilizando gafas y mandos de realidad virtual. Además de inmersiva, la tecnología es colaborativa, porque posibilita a los usuarios estar en la misma sala virtual de autopsias, aunque físicamente estén en espacios distintos y alejados. «Esta tecnología permite, por ejemplo, que un estudiante esté en un aula de la Facultad, un docente en su despacho tres plantas más arriba, y yo en el hospital, pero los tres vamos a estar juntos en el espacio virtual, por lo tanto es colaborativo, es reciclable y, además, la tecnología nos posibilita adaptar la herramienta según las necesidades, y hacer cosas que son físicamente imposibles, como coger un órgano del cuerpo, elevarlo y dejarlo suspendido en el aire para mirarlo desde los diferentes prismas, sin que se caiga, cosa que no se puede hacer en el mundo real».

El proyecto está en fase avanzada, y en unas semanas comenzarán el entrenamiento de los alumnos para el uso de esta tecnología inmersiva, según adelantó Rodríguez Florido. «A finales de mes empezaremos a utilizar la sala con estudiantes de primero de la asignatura de Física y Tecnología Médica, para enseñarles a manejar este tipo de tecnologías porque, aunque son nativos digitales, tienen que aprender a gestionar esa tecnología, y más cuando hablamos de educación médica».

En su fase inicial, cada práctica se llevará a cabo con cinco personas, aunque el sistema, una vez validado, permitirá elevar de forma considerable el cupo de usuarios en la sala. «A priori, es infinito el número de personas que se pueden conectar. Eso depende básicamente de la red de conexión, que en este caso es una red propia que hemos generado nosotros. Si la red aguanta cien personas, podríamos estar en la sala cien personas. Al ser un proyecto con un componente de investigación, ahora toca ver las posibilidades que nos da la tecnología».

En este sentido, el investigador del grupo de Tecnología Médica y Audiovisual de la ULPGC, señaló que el siguiente paso será testear las capacidades y limitaciones del proyecto. «Ya hay una parte aplicable, que es desarrollar la sala, formatearla y ponerla en uso, y ahora hay otra parte de investigación en la que estamos trabajando, que consiste en ver todas las herramientas que nos da el proyecto». En este sentido, se va a comprobar si la tecnología tiene utilidad en la evaluación de la práctica de los estudiantes, porque en ese metaverso, podrán controlar todo lo que hacen los alumnos, dado que en la sala virtual hay un ordenador portátil donde el docente verá lo que está viendo cada estudiante, y podrá medir parámetros objetivos de lo que hace cada uno. «Esta es otra de las ventajas respecto a usar un cadáver físico, porque si yo tengo un ordenador que está computando lo que el o la estudiante está haciendo, puedo sacar medidas más objetivas y precisas de cómo lo hace, si ha pinchado un bazo, número de intentos hasta hacerlo bien... y sin necesidad de entrenar sobre el enfermo. Podemos poner esa componente tecnológica con el software».

Permitirá al docente evaluar la práctica de forma más precisa y sin consecuencias cuando hay errores

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La sala virtual de autopsias está dirigida fundamentalmente al alumnado de los primeros cursos del grado de Medicina, para introducirlos en el conocimiento necesario para tratar a un enfermo físico en el futuro. «Realmente, los alumnos de los primeros años aún no saben lo que es la medicina y al entrenarlos en un entorno virtual ya los ambientas sin estrés, porque les permite errar sin ningún tipo de problemas. Pero cuando ya son estudiantes de los últimos años o residentes, ahí ya tenemos que empezar a combinar la componente virtual, que también tiene su utilidad, con una componente más física», concluyó el investigador de la ULPGC.

Referente en simulación clínica


Los investigadores del grupo de Tecnología Médica y Audiovisual y de la Cátedra de Tecnologías Médicas tienen una amplia experiencia en entornos de realidad virtual aplicados a la formación médica. Desde hace más de una década trabajan en simulación clínica, para entrenar a estudiantes de Medicina, a nivel introductorio; a residentes a nivel práctico -disponen de un laboratorio en el Hospital Universitario Insular Materno Infantil para dicho entrenamiento-; además de a los especialistas médicos. En el aula, introdujeron hace unos años la aplicación Anatomyou de realidad virtual inmersiva desarrollada por la Cátedra de Tecnologías Médicas para uso docente, en concreto, para el aprendizaje de la Anatomía y en cursos superiores para abordajes clínicos que requieren conocimientos anatómicos. |

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