La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Educación

Canarias llevará un plan de prevención de la conducta suicida a los colegios

El protocolo canario cumple 11 de los 12 requisitos planteados por la OMS

y es el más completo y exigente de todos los proyectos y textos españoles

Un instante de la presentación del programa de Prevención de la conducta suicida. La Provincia

Canarias trabaja desde hace un año en la elaboración de un Programa de Prevención de la Conducta Suicida que ya ha recibido numerosos parabienes, fruto de muchos años de trabajo, y que desgranaron ayer Francisco Javier Acosta Artiles, psiquiatra del servicio de salud mental del Servicio Canario de Salud (SCS); Carmen Teresa Pitti González, psicóloga química y técnico de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de Salud; y Eduardo Cabrera Casimiro, psicólogo Clínico del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, en la segunda jornada del I Foro de (Re)educación: Nuevos retos, Nuevos Paradigmas, ayer, en el Palacio de Congresos de Expomeloneras.

Y es que las islas se encuentran entre las comunidades autónomas dónde más personas se quitan la vida por voluntad propia de toda España (ocupa la cuarta posición). Los últimos datos disponibles son de 2020: en ese año. 208 personas murieron por esta causa. Esta cifra supuso un incremento del 7,4% con respecto al año anterior y que encadenó dos años seguidos de subidas. En todo el territorio nacional, un total de 3.941 personas se quitaron la vida durante ese 2020 marcado por el principio de la pandemia de Covid y el aislamiento: 300 de esas muertes tuvieron como protagonistas a jóvenes de entre 15 y 29 años.

Por eso es crucial que la prevención y la detección de esas conductas suicidas empiecen en el centro educativo. De los 12 requisitos que sugiere la OMS para este tipo de programas, el borrador canario cumple 11 y es el más exigente y completo de España. Solo falla la ausencia de una partida presupuestaria dedicada a este propósito, un requisito que tampoco cumple ninguno de los textos autonómicos.

Las islas se encuentran entre las cuatro comunidades con mayor índice de suicidios de España

decoration

Pero, ¿cuáles son los factores de riesgo que pueden indicar la presencia de estas conductas suicidas? Ese es uno de los focos en los que inciden los expertos para tratar de identificar el problema antes de que suceda: ya no bastan los intentos de suicidio previos. Ahora hay que atender a cuestiones como la existencia de conflictos familiares o dentro de los propios grupos de amigos o compañeros de estudio. «Cuando llegamos a la adolescencia y a los primeros años de la edad adulta los riesgos cambios y se vinculan más a la existencia de trastornos vitales como la depresión, a problemas de control de impulsos, al consumo de tóxicos o a la existencia de problemas familiares serios», indica Carmen Pitti. Pero dentro del centro educativo hay que prestar atención a otras realidades como el fracaso escolar o el acoso. «Hay muchas variables a las que deben estar atentos los docentes», explica.

La primera fase de la elaboración del protocolo ya está terminada. Y ya hay un borrador. «Ahora hay que seguir trabajando con los expertos y técnicos para ultimar el texto definitivo que no sólo sirva para identificar los factores de riesgo; también debe ser una herramienta útil para tomar las primeras medidas a la hora de prevenir estas conductas», comenta Francisco Javier Acosta. Los profesores y profesoras serán un elemento fundamental de la estrategia: «Es vital ilustrar a los docentes para que sean capaces de identificar esas señales de alarma que indican el riesgo de conducta suicida». La escuela es el primer frente de batalla de esta guerra.

Canarias se encuentra entre las cuatro comunidades autónomas con mayor índice de suicidios de España; puede parecer que nos enfrentamos a un reto muy complicado aunque según los ratios que maneja la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ratios canarios se pueden considerar como medios. Pero eso no significa que el problema sea menor: existe y requiere de respuestas coordinadas y planificadas.

«Esos números no deben de tranquilizarnos», añade Carmen Pitti. «Deben motivarnos a implementar más acciones», señala la psicóloga, quien recuerda que desde el año pasado se ha puesto en marcha el Programa de Prevención de la Conducta Suicida, un proyecto que vio la luz después de dos años de trabajo y que fue el fruto del trabajo de un nutrido número de expertos y profesionales. «Organizar y estructurar un programa exige muchísimo esfuerzo: primero hacer una revisión bibliográfica de todo lo que está publicado a nivel mundial y luego involucrar a todas las partes que deben implementar el plan para cumplir los objetivos marcados», indica Pitti. «No basta el marco teórico», recuerda la técnica del SCS, «cada objetivo debe estar acompañado de acciones y de una adaptación a la realidad que requiere de mesas de trabajo, de consensuar trabajos y protocolos. No son tareas fáciles».

Compartir el artículo

stats