Tanto medios de comunicación como autoridades se han hecho eco de la nueva táctica que utilizan los ladrones comunes para sustraer vehículos y turismos. La táctica, conocida comúnmente como el 'truco de la botella' consiste en básicamente elegir una víctima que se encuentra repostando en una gasolinera cualquiera.
Mientras el conductor esta repostando y entra a pagar al local, los delincuentes cogen una botella y la quedan encajada en la rueda de delante, en la parte del copiloto. ¿Por qué aquí? Pues porque así el conductor no la verá una vez se vuelva a montarse.
La botella se encaja entre el guardabarros y la rueda. El que este allí no produce ningún daño al automóvil, no obstante, cuando el conductor se ponga en marcha el roce producirá un ruido incómodo que nos hará parar y ver que pasa.
Normalmente bajaremos sin apagar el vehículo y, por ende, dejando las llaves puestas. Es este el momento en el que en un abrir y cerrar de ojos los ladrones se apropiaran del vehículo sin que tengamos a reaccionar.
La táctica es sencilla pero peligrosa para el conductor, ya que puede ser arrollado por los ladrones. Las autoridades recomiendan que si hay algún ruido que creemos externos detengamos el coche y salgamos con las llaves en las manos, no dejándolas puestas.