Los cajeros automáticos han llegado para facilitarnos la vida: se puede sacar dinero a cualquier hora del día y se evitan las esperas innecesarias en las sucursales bancarias. A pesar de que vivimos en la era digital, llevar efectivo sigue siendo una práctica muy habitual, por lo que la manera más rápida de conseguirlo es acudiendo a un cajero. Sin embargo, pese a la facilidad de obtener dinero, hay que hacerlo de forma segura.
Esas instalaciones son uno de los lugares preferidos por los ladrones para hacer las suyas. Poner cámaras de vigilancia para grabar las claves de las tarjetas, colocar teclados falsos, la clonación de tarjetas bancarias y los atracos son algunas de las prácticas delictivas que ponen en alerta a los consumidores.
Para evitar situaciones indeseadas, el Banco de España ha hecho una serie de recomendaciones, sobre todo, dirigidas a las personas mayores, los más vulnerables a la hora de sacar dinero.
Los consejos son los siguientes:
- A ser posible, elegir cajeros automáticos con vigilancia de vídeo o personal de seguridad, en instalaciones que permitan el bloqueo de las puertas.
- Explicar las normas básicas de precaución: que ningún extraño esté observando cómo saca el dinero y que cubra el teclado o la pantalla táctil con la mano mientras teclea el código.
- Extremar las precauciones una vez extraído el dinero. Una vez contado, hay que guardarlo inmediatamente y comprobar que no hay motivos de alarma.
- Es una buena práctica para los mayores y para el público en general comprobar con frecuencia los saldos para evitar robos y fraudes. Debemos ponernos en contacto inmediatamente con el banco en caso de observar cualquier retirada que no hayamos realizado.
- Otro buen consejo, también para todos, es fijar un límite bajo para las retiradas de efectivo habituales, para limitar los riesgos en caso de robo o pérdida de la tarjeta.
Siguiendo los consejos expuestos se reducen las posibilidades de convertirse en víctima de los delincuentes.
