Las universidades públicas canarias reúnen los requisitos necesarios para convertirse en agentes de acreditación de las competencias digitales docentes, tanto en el ámbito de la enseñanza superior como en las etapas educativas no universitarias. Así lo afirmó ayer Jesús Bernardino Alonso Hernández, coordinador de proyecto DigCompEdu ULPGC en la primera jornada de la V Semana de la Innovación Educativa 2022 que se celebra en el Campus de Tafira, donde impartió la conferencia Desarrollo de Competencias Digitales Docentes en la ULPGC. Un futuro prometedor con un presente consolidado.
El profesor Alonso señaló durante su intervención que, en un futuro próximo, todas las instituciones educativas deberán acreditar el nivel de competencias digitales docentes en el marco europeo, no sólo del profesorado que actualmente está en el sistema, también los futuros profesores deberán estar acreditados, tanto para el proceso selectivo, promoción... «Para ello, se debe facilitar una formación que sea reconocida en cualquier administración pública, y eso plantea elegir bien al agente que pueda certificar este reconocimiento. Hay muchas ideas, como organismos nacionales de acreditación, pero esto implicaría procesos burocráticos muy lentos y laboriosos», indicó el experto de la ULPGC.
En este sentido planteó que, en el caso de Canarias, las dos universidades públicas pueden ser una solución a este problema, y convertirse en centros que acrediten y certifiquen los niveles competenciales de los docentes, actuales y futuros. «Las universidades públicas están capacitadas para eso y, en el caso concreto de la ULPGC tiene plena disposición para asumir ese reto».
Tecnología y educación
Respecto a las competencias digitales docentes, el profesor Alonso Hernández matizó que no sólo se refiere al uso de la tecnología, sino «al uso de la tecnología para la educación», por lo que requiere también de una alta formación en pedagogía y en metodologías docentes para impartir docencia. «Hay aspectos que hay que replantearse y cosas que mejorar como es el enfoque de la docencia. Hay que volver a evaluarlo y buscar alternativas que no sean simplemente modelos memorísticos, sino basados en metodologías activas en las que el alumno aprende haciendo. Muchas veces necesitará de la tecnología, pero también de un apoyo pedagógico, de unas metodologías adecuadas». Tanto alumnado como docentes, deberán trabajar en el desarrollo de las competencias digitales.
