Los efectos del cambio climático se notan más en Andalucía que en otras regiones. Los incendios forestales o la sequía, la desertización y episodios de lluvias torrenciales atestiguan los “graves prejucios” para la agricultura o la industria. Así comienza la carta que el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, ha remitido a Pedro Sánchez y en la que le pide que postule a la región para acoger la cumbre del clima COP30, dentro de tres ediciones, después de que las próximas estén adjudicadas a Dubai y alguna ciudad de Oceanía o Australia. “La última Cumbre del Clima celebrada en Europa continental fue hace tres años en Madrid (COP25, en 2019), después de que la situación política hiciera inviable su celebración en Chile, por lo que, seis años después, la de 2025 se presenta como una edición adecuada para que vuelva a celebrarse en un país de la UE”, recoge la misiva. Moreno pide a Sánchez su respaldo para que lleve la candidatura andaluza ante Naciones Unidas, responsable de la organización, ya que solo pueden proponerlo los estados.

El Gobierno dio carpetazo a la solicitud explicando que antes de que Moreno enviara por carta su solicitud a Sánchez, Lula Da Silva había postulado a Brasil, "ya que según el reglamento de la OTAN, corresponde a América Latina", señalan fuentes del Ejecutivo de la nación. "No puede ser en Andalucía", zanjan. En 2019 ya estaba previsto que fuera en Brasil pero la llegada de Bolsonaro al poder frustró los planes, Chile se ofreció como anfitriona pero los duros disturbios lo hicieron imposible por lo que finalmente la acogió Madrid. "Seis horas después de que Lula ofreciera Brasil, Moreno envió su carta y no lo anunció previamente a la delegación española", señalan desde el Gobierno, que aseguran que ese mismo día coincidió en los pasillos de la cumbre y estuvo charlando con la ministra Teresa Ribera. La ministra se había además reunido la víspera anterior con el presidente Lula Da Silva. En el Gobierno hay malestar por la actuación de Moreno aunque la Junta insiste en que sigue adelante con su candidatura. Alega que no hay nada obligatorio y que la ONU gira su cumbre por distintas zonas geográficas pero sin ninguna obligación ni norma cerrada. "Se trata solo de una tendencia", alegan desde la Junta, que no desisten de su petición.

El presidente del Gobierno andaluz compareció para hacer balance de su presencia en la COP 27 que se celebra en la ciudad egipcia de Sharm El-Sheikh con un mensaje firme sobre su compromiso contra la lucha del cambio climático. Su posición distingue al barón andaluz de otros compañeros de partido como la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que hace una semana vinculó esa lucha al comunismo y la izquierda, aseguró que es "una gran estafa", para acto seguido sostener que no hay evidencias científicas y que “desde que la Tierra existe” hay cambio climático.

En las antípodas, Moreno incluye “la revolución verde” como motor político de su legislatura y trabaja con el compromiso de extender las energías renovables en Andalucía hasta conseguir el autoconsumo en fuentes verdes en cuatro años. Para alcanzar esa soberanía energética en renovables, con el 75% del consumo procedente de esas fuentes, Andalucía debe incrementar en 12 gigawatios su producción. Se situaría así como la comunidad que más energía limpia produce de España. El objeto tiene su defensa medioambiental pero es también para el gobierno del PP una apuesta económica clara, con más de 66 proyectos en la ‘aceleradora’ a la que van las inversiones prioritarias para la comunidad. Moreno mostró en su balance el convencimiento de que Andalucía es ya el “destino preferido” para inversiones en transición energética de Europa pero también en destinos como Canadá o países asiáticos. el cambio por municipios.

El presidente andaluz anunció que su Gobierno elaborará un mapa digital que permitirá en cada municipio de la comunidad y con un click conocer los efectos concretos del cambio climático en aspectos como la lluvia, las temperaturas, la calidad del aire o la incidencia en la mortalidad. Un proyecto con el que la Junta quiere combatir el escepticismo que sobre el cambio climático detecta en una franja de población por encima de los 55 años o incluso la falta de compromiso a partir de los 40-45. “Es importante que podamos conocer la incidencia del cambio climático no solo en el Amazonas de Brasil o en la sabana africana sino en cada municipio andaluz”; apuntó Moreno.

La delegación andaluza que ha viajado a la cumbre climática de Egipto, donde se integran también los consejeros de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul y de Política Industrial y Energía, Ramón Fernández-Pacheco y Jorge Paradela respectivamente, mantuvo en su último día de trabajo una reunión con Endesa en la que la compañía eléctrica ratificó su compromiso de invertir 10.000 millones de euros en Andalucía en los próximos años, hasta 2030, 3.500 en el próximo trienio. Moreno puso el acento en la necesidad de multiplicar los puntos de recarga para automóviles eléctricos, entre otras demandas.

La carta con la que Moreno pide acoger la sede de la COP30 en 2025 hace balance de las medidas del Gobierno andaluz para luchar contra el cambio climático, entre otras la ley de economía circular que tramita el Parlamento o el Plan SOS frente a la sequía. La Junta se compromete además a aprobar un Plan Andaluz de Acción por el Clima, con objetivos fijados para 2030. La celebración de la cumbre en la región andaluza supondría, defiende la misiva, “un importante impulso a la concienciación de la sociedad española y europea” y “una llamada de atención al mundo sobre las consecuencias del calentamiento global en nuestro país”, suscribe Moreno.

La oposición critica al Gobierno del PP en Andalucía por su compromiso “de boquilla”, le reprochan, contra el cambio climático acusando al Ejecutivo de Moreno de haber respaldado la legalización de más hectáreas de regadío en la corona norte del Parque Nacional de Doñana. Una amnistía que ahora promueve Vox en el Parlamento y sobre la que el PP aún no se ha pronunciado frente a la grave situación de sequía que atraviesa el paraje natural. Además la izquierda acusa a Moreno de haber levantado las restricciones al ladrillo en zonas sensibles por cuestiones económicas, algo que el Gobierno niega que ocurra tanto en la ley del suelo, ya aprobada y sobre la que se llegó a un acuerdo con el Ejecutivo de la nación que llegó a recurrirla ante el Constitucional, como en el Plan de Ordenación Urbanística de Andalucía (POTA), que la Junta ha anunciado que va a revisar.