Ciencia

El BEA eleva su capital biológico para crear granjas marinas de macroalgas

El centro de Taliarte inicia una colección que contribuya al cultivo de algas en el océano abierto para mitigar el cambio climático mediante el secuestro de CO2

Algunas de las macroalgas autóctonas de Canarias que se han incorporado a la colección del BEA. |

Algunas de las macroalgas autóctonas de Canarias que se han incorporado a la colección del BEA. | / La Provincia

María Jesús Hernández

María Jesús Hernández

El Banco Español de Algas (BEA) trabaja para elevar su capital biológico con una nueva colección de macroalgas que contribuya a la creación de granjas en mar abierto, una iniciativa impulsada por la Unión Europea que, entre sus objetivos persigue el cultivo de estos organismos capaces de absorber CO2, para mitigar los efectos del cambio climático. Esta infraestructura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, gestionada por la Fundación Canaria Parque Científico Tecnológico, es un referente internacional en el aislamiento, caracterización, conservación, suministro y desarrollo de técnicas de cultivo y aplicaciones de microalgas y cianobacterias desde el punto de vista científico-tecnológico. Ahora trabajan en una nueva colección de macroalgas de Canarias, principalmente.

El Banco de Algas comenzó el pasado año la recolección de macroalgas nativas de Canarias

Así lo afirmó el profesor de la ULPGC Juan Luis Gómez Pinchetti, director científico del Banco Español de Algas que, junto con Antera Martel, directora científica de la Colección de Cultivos del BEA, acogieron esta semana en Taliarte una reunión internacional sobre el cultivo de macroalgas y secuestro de carbono, en el marco de los proyectos RebecaSeaweed y Rebeca-CCT. «Hay un interés importante a nivel global, no sólo en la Unión Europea, por impulsar el cultivo de macroalgas por dos cuestiones importantes: la búsqueda de fuentes de proteínas y nuevos alimentos; y el papel que pueden jugar las algas en la mitigación del cambio climático».

Sumideros de carbono

El responsable científico del BEA recordó que las algas, a través del proceso fotosintético, asimilan carbono inorgánico disuelto en forma de CO2, por lo que, cuento más se estimule su crecimiento, más CO2 eliminará de la atmósfera, de ahí la apuesta de trabajar con granjas oceánicas que hagan de sumidero de carbono.

En la reunión se abordaron diferentes modelos para el desarrollo de estas granjas de macroalgas en mar abierto, y la principal idea consiste en que la biomasa que crece en el mar y elimina CO2 se hunda en el fondo del océano, de forma que transporta el CO2 a través de la biomasa al fondo marino donde queda secuestrado por miles de años. La otra posibilidad es procesar toda esa biomasa para aplicaciones en la industria - alimentación, nutracéutica, cosmética, salud, agricultura (biofertilizantes, biopesticidas) y acuicultura (piensos, moléculas funcionales)-. «En la actualidad estamos desarrollando más aplicaciones, y se estudia la posibilidad de que todas esas algas que van a estar asimilando el CO2 podamos procesarla para beneficio social», apuntó el profesor Gómez Pinchetti.

Antera Martel y Juan Luis Gómez Pinchetti, en el Banco Español de Algas (BEA) ubicado en el Parque Científico Tecnológico de la ULPGC en Taliarte. | | LP/DLP

Antera Martel y Juan Luis Gómez Pinchetti, en el Banco Español de Algas (BEA) ubicado en el Parque Científico Tecnológico de la ULPGC en Taliarte. | | LP/DLP / María Jesús Hernández

El BEA inició el pasado año la colección de macroalgas, y ya han incorporado algunas especies nativas canarias de interés para, en un momento determinado, activar su crecimiento y poderlas cultivar. Una iniciativa que se enmarca dentro del proyecto Rebeca-CCT, una plataforma de desarrollo y cooperación territorial, creada para fomentar la Biotecnología Azul en la región Macaronésica y el noroeste de África, que reúne a colecciones de cultivo, centros de I+D+I y a la Administración; y Rebeca Seaweed, para la puesta en marcha de una colección de cultivos ex situ de macroalgas de la región macaronésica de interés para la acuicultura y la biotecnología.

Canarias es una de las regiones más propicias para el desarrollo de este tipo de sistemas

La webinar celebrada el pasado martes, contó con la participación de Mar Fernández-Méndez, directora científica en el Alfred Wegener Institute Helmholtz Centre for Polar and Marine Research de Bremerhaven (Alemania), que expuso los trabajos que están realizando con el sargassum, un alga invasiva que genera muchos problemas en el Caribe por su rápido crecimiento. Su equipo de investigación trabaja para invertir sus efectos negativos, de forma que estas algas jueguen un papel en el océano como sumidero de carbono.

También asistió Rui Pereira, jefe de la División de Algas Marinas en A4F – Algae for Future, que expuso sus estudios sobre los escenarios idóneos para el desarrollo de algas en el mundo. En este sentido, Canarias tiene un interés importante, al igual que Azores y Madeira, al ser zonas muy propicias para el desarrollo de este tipo de sistemas.

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