Asuntos Sociales

Cáritas ayuda a 2.183 personas en Canarias que sufren una situación de sin hogar

El área de vivienda triplica el número de intervenciones en el primer semestre en relación con las registradas en 2018

Personas en situación de sin hogar en la capital grancanaria.

Personas en situación de sin hogar en la capital grancanaria. / Andrés Cruz

Cáritas ayuda a 2.183 personas en Canarias que sufren una situación de sin hogar. La crisis económica desencadenada en los últimos meses, tras dos años de pandemia, sigue golpeando a los más débiles en Canarias llevando a los más vulnerables a una situación más crítica aún. En el primer semestre del año el área de Vivienda de Cáritas Diocesana de Canarias ha dado respuesta a 2.183 personas en situación de sin hogar que han contado con el acompañamiento desde las acogidas parroquiales de toda la provincia de Las Palmas.

Si se tiene en cuenta los hogares afectados por problemas de vivienda estos casi se han triplicado en los últimos cuatro años pasando de 923 hogares atendidos en 2018 a los 1.966 del primer semestre de este año. Esto supone, según los datos de Cáritas Diocesana, un incremento del 113% en cuatro años. Un dato que revela el galopante problema que supone en Canarias la exclusión residencial y que arroja a las familias a un círculo del que es difícil salir.

Justo antes del estallido de la pandemia de la Covid-19 Cáritas Diocesana de Canarias atendió en seis meses a 670 personas en situación de sin hogar. Con la crisis sanitaria los afectados aumentaron pasando a 886 en el primer semestre de 2020 y escalando hasta los 1.759 en el primer semestre del pasado año.

En un año el número de personas atendidas por el área creció en 207 personas

En un año el número de personas atendidas por el área creció en 207 personas, según el informe de resumen del área de vivienda de Cáritas Diocesana de Canarias.

Esta área de la ONG ofrece apoyo para hacer realidad el derecho a una vivienda adecuada, asequible y segura fortaleciendo la red social, laboral, familiar y comunitaria de personas y familias en situación de exclusión residencial.

En los seis primeros meses del año las personas atendidas en el área de vivienda representan más del 30% de las atenciones totales realizadas y el informe de Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada (Foessa) reporta que la exclusión de la vivienda afecta al 30,7% de los hogares de las Islas.

Dispositivos

En cuanto al tipo de acción a la que recurrieron los servicios generales ofrecieron acogida, desayuno, almuerzo, ducha y lavandería a 610 personas. El proyecto Familia-Vivienda ha beneficiado de forma directa o indirecta a 212 familias, llegando a 657 personas.

El Centro de Acogida e Intervención Promocional con Personas Sin Hogar (Caipsho) ofreció servicio de acogida, desayuno, almuerzo, ducha y lavandería a 185 personas. El centro de baja exigencia de Telde atendió a 35 personas y la red de parroquias desplegada por toda la provincia de Las Palmas atendió a 479 personas. Esta diversidad de servicios y dispositivos intenta responder a las diversas circunstancias y necesidades de cada persona.

También se activan en función de la urgencia, temporalidad o mayor estabilidad de cada caso con el objetivo de adaptarse.

Perfil

El 64% de las personas afectadas por problemas de vivienda son hombres frente al 36% de mujeres. En relación a la edad de los afectados, el promedio es de 46 años. El 85% de ellos está en edad laboral productiva, es decir entre 20 y 59 años. La edad sigue siendo un factor de claro de riesgo de exclusión social con una tasa del 35% de exclusión para menores de 29 años en Canarias.

En cuanto al origen, el 47% de las personas con dificultades en el acceso a una vivienda son de origen extranjero, de ellos el 34% son extracomunitarios y el 12% comunitarios. La mayoría de las personas en situación de exclusión residencial, el 53,4%, son de origen nacional. En el caso de las personas migrantes estas arrastran además graves problemas para conseguir una fuente de ingreso por su dificultad para la obtención de la documentación necesaria. La prevalencia de exclusión para estas personas multiplica en 1,7 la de las personas de origen nacional. En este sentido, Cáritas apunta que la situación irregular de estas personas deriva en dificultades de carencia de vivienda acrecentadas por la burbuja inmobiliaria, el prejuicio de las personas arrendatarias, la dificultad de no poder demostrar ingresos aunado a la falta de ayudas para el acceso a una vivienda. Además, en el caso de extranjeros la barrera idiomática también juega en contra.

Formación

El estudio hace una radiografía completa de la situación de las personas en situación de sin hogar en la provincia de Las Palmas. Así, el 64% de las personas atendidas cuenta como máximo con un nivel educativo de estudios primarios. Son además víctimas de la brecha digital de cara a poder tramitar ayudas o solicitar subvenciones. El 38% de los hogares atendidos tiene hijos a su cargo, de estos el 20,5% son monoparentales, principalmente a cargo de la madre. Este dato muestra la modificación del perfil ante la exclusión residencial que alcanza a un porcentaje mayor de la población con situaciones que parten de la escasez de vivienda disponible y de los bajos o nulos ingresos.

El 38% son personas solas, lo que deja patente la pérdida de la red familiar y social y del espacio de protección, referencia y vinculación. Un 21% refieren vivir con otros, familiares y amigos en viviendas inadecuadas y el 4% son parejas sin hijos.

El 47% de los atendidos por Cáritas son de origen extranjero

También acuden al servicio personas con dificultades para la vivienda que conviven con sus parejas, con hijos o sin ellos que se enfrentan a serias dificultades para llegar a fin de mes, con gastos excesivos de vivienda y en situaciones de privación material.

En relación a la tenencia de vivienda, el 50% de las personas acompañadas por el servicio está en régimen de alquiler, teniendo que afrontar gastos por encima de sus ingresos. 

El 17% se encuentra en un servicio de alojamiento pensado para una situación temporal, el 6% tiene vivienda propia y el 3% está pagando hipoteca con graves dificultades para afrontar los gastos. El resto, un 24%, vive temporalmente con familiares o amigos de forma involuntaria.

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El 86% de las personas atendidas por el área de Vivienda están en situación de desempleo, según el informe realizado por Cáritas Diocesana de Canarias. Un dato que refleja las dificultades a las que se enfrentan con poco acceso a trabajos fijos, y cuando hay empleo este es en formas muy precarias. El 3,6% tiene trabajo en la economía sumergida mayoritariamente, actividad puntual, precaria, sin contrato y sin cotización a la Seguridad Social. Esto aumenta la vulnerabilidad y la indefensión de estas personas dificultando aún más el acceso a una vivienda y reforzando su exclusión social. |C. S. B.

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