¿El agua de grifo de Canarias es buena para beber?

En España, en general, la calidad del agua es excelente pero a veces ocurre que el agua del grifo puede saber rara

¿Es bueno beber agua del grifo en Canarias? Este informe despeja las dudas

¿Es bueno beber agua del grifo en Canarias? Este informe despeja las dudas

Beber agua y mantener una buena hidratación a lo largo del día es esencial para un correcto funcionamiento de nuestro organismo. En plena concienciación por el cambio climático, en la era de la transición a las energías renovables, nos atiborramos de botellas de plástico para hidratarnos. Resulta, también, que nos lo pensamos mucho para detenernos a beber en una fuente pública, pero no para pagar dos euros, o más, por una botella en cualquier punto de venta.

En esta línea, la OCU explica que el agua del grifo “es la mejor opción, de buena calidad y más económica”. No obstante, la organización explica también que no en toda España el sabor de este líquido es bueno y por eso se recurre al agua mineral embotellada.

En España, en general, la calidad del agua es excelente pero a veces ocurre que el agua del grifo puede saber rara. Esto aparece estrechamente vinculado con la concentración de minerales en una determinada cantidad de agua, más concretamente, sales de magnesio y calcio (carbonato cálcico).

Si la presencia es alta, es decir contiene una gran cantidad de sales de calcio y magnesio capaces de depositarse en las tuberías en forma de incrustaciones de cal, el agua se califica como dura. Esto provoca menor eficacia de los detergentes, daños en electrodomésticos como la lavadora, el lavavajillas o la pacha y alteración del sabor del agua. Todo ello, en su conjunto, hace que el agua pierda calidad.

¿Es bueno beber agua del grifo en Canarias? Este informe despeja las dudas

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La calidad del agua del grifo para beber y cocinar

En un estudio publicado en 2021 por Rayco Guedes, investigador del grupo de Análisis Químico Medioambiental del Instituto de Estudios Ambientales y Recursos Naturales (Iunat) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria el agua del grifo es perfectamente apta para beber y cocinar y avala la calidad para el consumo del agua del grifo, al estar sometida a una normativa “mucho más estricta” que el agua embotellada.

“Debemos desterrar el mito de que el agua del grifo no se puede beber o que no es adecuada para cocinar, es una concepción que llevamos arrastrando mucho tiempo. Es verdad que hace años no estaba tan clara su calidad, pero hoy en día hay tanta legislación al respecto, está tan respaldado y vigilado, que es completamente segura y se puede utilizar en cualquier actividad de casa, es perfectamente potable, y al menos que las autoridades anunciaran en un momento determinado algún tema puntual que aconsejara lo contrario, puede beberse sin ningún tipo de problemas”.

¿Es bueno beber agua del grifo en Canarias? Este informe despeja las dudas

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No obstante, advierte que a pesar de que el agua es potable, cada ciudadano es responsable de velar por la buena calidad del agua que va a consumir, y para ello debe tener en cuenta desde posibles deficiencias en la instalación de las tuberías de su casa -“por ejemplo si aún tienen las de plomo prohibidas desde 1975, porque aún quedan edificios con este tipo de instalaciones”-; hasta el mantenimiento deficiente de aljibes o depósitos comunitarios que provoca filtraciones, crecimiento de algas o proliferación de microorganismos.

Crece el consumo de agua embotellada en los hogares, especialmente en Canarias

La compra de agua embotellada creció un 10,8% según los últimos datos publicados por el Ministerio de Consumo, que confirman que cada vez invertimos más en agua envasada.

De hecho, como cuentan desde la Asociación de Aguas Minerales (ANEABE) a Confidencial Digital, desde abril se ha notado un nuevo aumento en la demanda, lo que augura “un buen verano en términos de producción y consumo”.

Sin embargo, añaden que este será un año duro para el sector a causa de “la altísima inflación y los costes de las materias primas, la energía y los combustibles que pueden lastrar la actividad industrial”.