Los animalistas denuncian

Maltrato en las macrogranjas avícolas: la oenegé Equalia denuncia una 'plaga' de casos en Europa

La plataforma animalista desvela un nuevo caso de maltrato animal en una granja austríaca que suministra a los supermercados Lidl | Investigaciones previas también han encontrado situaciones similares en Alemania, Italia y España

Un pollo se posa junto al cadáver de un animal muerto, en una macrogranja avícola de Austria.

Un pollo se posa junto al cadáver de un animal muerto, en una macrogranja avícola de Austria. / EQUALIA

Valentina Raffio

Un camión irrumpe en una macrogranja abarrotada de pollos. En la marcha atrás, atropella a varios animales y los hace añicos. Algunos se quedan agonizando en el suelo. Otros, mueren en el acto. Sus cadáveres se amontonan en el suelo. La presencia de otros cuerpos putrefactos indica que no es la primera vez que pasa. Los otros animales de la granja, de hecho, cohabitan con los restos de sus congéneres. Estas son las condiciones que, según desvela este lunes la oenegé Equalia, se viven en una macrogranja austríaca que provee, entre otros, a la cadena de supermercados Lidl.

No es la primera vez que se detecta un caso así. En los últimos meses, una investigación europea liderada por la plataforma animalista ha desvelado casos similares en Alemania, Italia y España. Hace tan solo unas semanas, el escándalo alcanzó dos granjas españolas: una en Sevilla, en el municipio de Villamanrique de la Condesa, y otra en Tarragona. En ambos casos, la filtración de unas imágenes grabadas por trabajadores desveló escenas de maltrato en unas instalaciones españolas que habían sido reconocidas con el sello de bienestar animal 'Welfare'.

"Hemos detectado este mismo patrón en granjas de varios puntos de Europa. Vemos tanto casos de presunto maltrato animal como algunos delitos contra la salud pública. La situación es muy grave", advierte Cristina Martín, portavoz de Equalia en una entrevista con El Periódico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica. La plataforma animalista denuncia que, en muchos casos, estos casos de maltrato animal colisionan directamente con la legislación de los países. También choca con los compromisos de las cadenas de supermercados que, como en el caso de Lidl, afirman estar comprometidas con el bienestar animal.

"Hemos detectado este mismo patrón en granjas de varios puntos de Europa"

Cristina Martín

Mismo patrón

Todos los casos detectados hasta la fecha de maltrato en las macrogranjas avícolas comparten un mismo patrón. Tienen lugar en instalaciones intensivas, donde se agrupan cientos de miles de animales en espacios minúsculos y en condiciones que, en muchos casos, rozan lo insalubre. "Estas macrogranjas se dedican a criar una variedad de pollos que está modificada genéticamente para crecer lo más rápido posible. Estos animales pasan de 44 gramos a 4,2 kilos en solo cuarenta días. Para que nos hagamos una idea, sería el equivalente a criar bebés que engorden más de 300 kilos en solo dos meses", afirma Martín.

Este modelo de macrogranjas ha sido ampliamente criticado tanto por grupos animalistas como por la comunidad científica. Sobre todo porque, según apuntan los expertos, este tipo de entornos puede convertirse en un polvorín de enfermedades. Tanto para los animales en sí como para las personas. Varios informes también destacan el riesgo que representan algunas prácticas realizadas en este tipo de instalaciones. Es el caso, por ejemplo, del uso masivo de antibióticos en los animales: un fenómeno que, a la larga, puede mermar la efectividad de estos fármacos en las personas y contribuir a la plaga de la resistencia bacteriana.

Compromiso europeo

Hace varios años que científicos y ecologistas reclaman revertir esta situación. Una de las iniciativas puesta en marcha para esto es el conocido como 'Compromiso europeo del Pollo': un "acuerdo de mínimos" para garantizar el bienestar animal en las instalaciones. Este proyecto pide a granjas y proveedores que se comprometa, por ejemplo, reducir la densidad de animales por metro cuadrado y mejorar la calidad del aire de los espacios. Uno de los grandes ausentes, según denuncian desde Equalia, es justamente la cadena de supermercados Lidl: uno de los nexos que une a todas las macrogranjas investigadas en este proyecto.

 Hasta la fecha, se estima que más de 300 empresas han firmado este pacto. En España, cerca de la mitad de los supermercados lo han suscrito. "Las empresas se comprometen en gran parte porque los consumidores están cada vez más concienciados con la causa", afirma Martínez, recordando que, según el último eurobarómetro sobre agricultura y ganadería, el 30% de los europeos afirma estar comprometido con el bienestar de los animales de granja.

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