Por qué la detención del jefe español de la red europea de ciberestafas es de máximo interés policial

Mossos d'Esquadra y Guardia Civil esperan que con el arresto aflore cómo funcionaba la mafia que denunció una anciana de Puigcerdà y que ha timado a más de 17.000 españoles

Pablo A.M., jefe de la rama española de la mafia europea de estafadores.

Pablo A.M., jefe de la rama española de la mafia europea de estafadores. / Youtube

Guillem Sánchez

Pablo A. M., o Pablo Millan como figura en vídeos de Youtube en los que aparece identificado como director de la empresa EverFX dando consejos sobre cómo ganar dinero invirtiendo en operaciones de riesgo o en la compra de criptomonedas, es el estafador arrestado por los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil este miércoles en el aeropuerto de Barcelona, según las fuentes policiales consultadas por EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, del grupo Prensa Ibérica. Y se trata de un objetivo de "máximo interés policial" para ambos cuerpos policiales.

Los investigadores lo consideran una detención "importantísima" porque debería permitir seguir profundizando en el funcionamiento de la organización criminal que, a través de 'call centers' esparcidos por países de la periferia de la Unión Europea, ha engañado y arruinado a miles de ciudadanos. Solo en España, las personas defraudadas se cuentan por más de 17.000.

El detenido este miércoles en Barcelona puede ser para la policía un "cordón umbilical" que conecte a los teleoperadores que estafaban a los ciudadanos españoles desde Albania con esta estructura criminal de matriz georgiana. Según fuentes de los Mossos, Pablo A.M. trataba directamente con Amant Josifi, que, tal como reveló la asociación internacional de periodistas OCCRP, es un asesor del ministro de defensa de Albania que formaba parte de la cúpula de esta mafia internacional.

Arrestado al aterrizar

Los policías supieron este 14 de diciembre que Pablo A. M. había cogido un avión en Rumanía que iba a aterrizar en Barcelona. Investigadores de los Mossos y de la Guardia Civil se desplazaron al aeropuerto y en cuanto su avión tomó tierra, contactaron con el comandante y le informaron de que no abriera las compuertas porque entre su pasaje viajaba un objetivo de la policía.

El comandante obedeció y, sin dejar que bajara ningún pasajero, facilitó la entrada a los policías, que se acercaron a Pablo A. M. y ante la mirada del resto de los viajeros, le comunicaron que estaba detenido. De entrada, detallan fuentes policiales, se mostró sorprendido y dio la impresión de no ser consciente de los motivos de la detención. Pero al saber que entre los cargos por los que iba a pasar a disposición judicial estaba el delito de pertenencia a organización criminal verbalizó que creía saber "de qué iba". Este viernes, tras prestar declaración ante el juzgado de instrucción número 2 de La Seu d'Urgell que instruye esta causa, ingresó preventivamente en prisión.

Esta estructura transnacional que podría haber amasado en todo el mundo alrededor de 2.400 millones de euros engañando a ciudadanos de la Unión Europea. "Ganaban 400 euros cada minuto", según explicó Manuel Martín, jefe de la policía judicial de la Guardia Civil en Catalunya, durante la rueda de prensa en la que se dio a conocer el caso el pasado mes de noviembre. 

De la Cerdanya a ocho países

Un equipo conjunto creado entre los Mossos y la Guardia Civil desarticuló en noviembre –en coordinación con policías de otros siete países europeos– esta organización criminal dedicada a estafar a ciudadanos a los que hacían creer que con su dinero llevarían a cabo con inversiones en capitales de riesgo o criptomonedas que reportarían grandes beneficios. Esta red criminal se publicitaba a través de una empresa, EverFX, que incluso patrocinaba clubs de fútbol, como el Sevilla, que lucía su nombre en los pantalones de su equipación oficial.

EverFX era la empresa que daba apariencia legal al entramado en España y que dirigía Pablo A. M., un hombre español de 33 años afincado desde hace mucho tiempo en Chipre. "Es joven, se ha criado en el mundo de las nuevas tecnologías, hace muchos años que vive fuera de España y desconocemos su currículum pero consta algún antecedente por estafa en el pasado", lo describe uno de los investigadores. En los vídeos en los que aparece en Youtube, defendiendo el prestigio de EverFX, habla un inglés fluido con marcado acento español, se muestra afable y responde cuantas preguntas se le lanzan acerca de cómo invertir o qué garantías ofrece su compañía.

Los Mossos y la Guardia Civil están ahora en contacto con las autoridades chipriotas para tratar de que aporten más información sobre las actividades del sospechoso en ese país. Los investigadores consideran asimismo de vital importancia el testimonio que ha apartado al juzgado de La Seu d’Urgell que lidera una investigación que comenzó con la denuncia de una anciana estafada en Puigcerdà (La Cerdanya) y ha terminado en una macrooperación policial entre policías de ocho países europeos –España, Alemania, Suecia, Finlandia, Letonia, Albania, Ucrania y Georgia–, que ha permitido desmantelar 15 'call centers' ubicados en Albania, Bulgaria, Georgia, Macedonia del Norte y Ucrania. En estos centros trabajaban teleoperadores que se hacían pasar por 'brokers' y que engatusaban telefónicamente a las víctimas llamándolas casi a diario, entablando con ellas una relación que estas creían que era sincera.

Una 'cueva' de ladrones

La organización contaba con informáticos a sueldo que habían creado programas que simulaban los movimientos financieros que seguían las inversiones de la víctima, que a través de su ordenador iba viendo día a día como sus beneficios supuestamente crecían. Era solo eso: una simulación. Nadie invertía con el dinero de las víctimas, ni en criptomonedas ni en ninguna acción bursátil ventajosa, sencillamente los desviaban a la tercera pata de la estructura, con capacidad para mover el dinero estafado a paraísos fiscales.

El 'call center' desde el que se llamaba a España estaba ubicado en Albania. Estaba dividido en espacios por idiomas. Los teleoperadores que hablaban español eran plenamente conscientes de sus engaños. Según fuentes policiales, tenían una campana que hacían sonar cada vez que cazaban a alguien. Y tenían una foto en la que aparecían todos juntos con un cartel que ponía "Ali Babá y los cuarenta ladrones", como en el cuento de 'Las mil y una noches'. 

Pablo A. M., según los investigadores, era el encargado de pagar a los teleoperadores que lograban dinero ‘español’. Era él quien llevaba los números y, por eso, para los investigadores es una persona de máximo interés policial, porque puede permitir hacer aflorar cuántos teleoperadores se enriquecieron estafando a españoles, cuánto dinero cobraron, quiénes son o durante cuánto tiempo han operado en España.

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