Galicia

La burocracia condena a la mayoría de dependientes a renunciar a las ayudas

Galicia es la comunidad con menos demanda de apoyos a la dependencia | El 84% de los potenciales dependientes renuncia a solicitar ayuda a la Xunta de Galicia | Expertos en gerontología y familiares apuntan a la falta de información y a las trabas burocráticas

Grupo de personas dependientes.

Grupo de personas dependientes. / FDV

Paula Pérez

Hace quince años entraba en vigor la Ley de Dependencia, que supuso un avance importante en la protección social y los cuidados de las personas mayores. Sin embargo, en Galicia no llega a todos sus potenciales beneficiarios. Solo el 16 por ciento de los gallegos “con una probabilidad alta de ser dependientes” han solicitado apoyo a la Xunta. Es el porcentaje más bajo de toda España pese a ser una de las comunidades más envejecidas. ¿Cómo se explica que el 84 por ciento renuncie a tramitar la ayuda a la dependencia? Expertos en gerontología y familiares de dependientes apuntan a la burocracia, que hace desistir a muchas familias, pero también a la falta de información y a la dispersión geográfica que complica el acceso a los recursos.

Desde la Consellería de Política Social, sin embargo, creen que el aumento de la esperanza de vida está llevando a que “cada vez más personas lleguen a esta edad con un alto nivel de autonomía”. Sin embargo, el bajo porcentaje de solicitudes a la dependencia en Galicia contrasta con otras autonomías como Andalucía, donde casi el 40 por ciento de los potenciales dependientes piden la ayuda, o Extremadura, con el 35 por ciento. De hecho, en España un tercio de las personas con alta probabilidad de sufrir dependencia han tramitado algún apoyo público, el doble que en la comunidad gallega.

Un caso que lo ejemplifica es el de Carmen, de 93 años, con dificultades de movilidad y que necesita estar conectada a una máquina de oxígeno. Vive en un pueblo de Ourense al cuidado de su hija de 73 años, que cuando fue a pedir información a los servicios sociales del Concello para tramitar una ayuda a la dependencia se echó para atrás después de que la funcionaria municipal le explicara el farragoso procedimiento. Ambas viven solas y desplazarse hasta el centro de salud o hasta la cabecera del ayuntamiento para tramitar los informes médicos o presentar la documentación les resulta complicado, así que optó por renunciar a las ayudas a las que seguramente tendría derecho.

Aunque la gestión de la dependencia corresponde a la Xunta, las ayudas se tramitan a través de los servicios sociales de los ayuntamientos.

El presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía, José María Failde, cree que la Xunta debería “investigar las causas y subsanar los posibles factores” que sitúan a Galicia como la comunidad con la tasa más baja de solicitudes a la dependencia. “El 26,1 por ciento de la población de la comunidad tiene más de 65 años. En España es del 19,6 por ciento. Sería esperable que aquí hubiera una mayor demanda de ayudas a la dependencia, pero no es así”, explica.

“La administración debe hacer un esfuerzo facilitador y agilizar los procedimientos”

José María Failde- Sociedade Galega de Xerontoloxía

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En su opinión, todo apunta a que no se solicitan más ayudas por la “desinformación o porque es un proceso no lo suficientemente amigable”. Failde cree que las administraciones deberían hacer un esfuerzo facilitador, agilizar y facilitar los procedimientos”, señala.

Desde la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras demencias (Afaga), su presidente Juan Carlos Rodríguez, apunta directamente a la “burocracia” como la razón que explica el bajo volumen de solicitudes a la dependencia. “El acceso a la información no llega de manera suficiente. Saben lo que es la dependencia pero no conocen los recursos a los que tienen derecho. Y las familias se agotan y se cansan en el proceso. Muchos se pierden por el camino”, aclara. El presidente de Afaga se queja además de que con la pandemia la tramitación de las ayudas “se ha ralentizado” y el sistema de citas previas “complica aún más el acceso a las familias”. 

“Las familias se agotan a mitad del proceso y la información es insuficiente”

Juan C. Rodríguez - Familiares de enfermos de Alzheimer

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La Consellería de Política Social ha anunciado medidas para agilizar la tramitación de la dependencia y reducir la burocracia. Así reducirá la documentación que hay que presentar y unificará en un solo trámite la solicitud para el reconocimiento de la dependencia y la tramitación del Programa Individualizado de Atención (PIA). También estudia hacer valoraciones telemáticas para evitar desplazamientos innecesarios de los dependientes. Desde el departamento de Fabiola García defienden, en todo caso, impulsar programas destinados a fomentar “un envejecimiento activo” de los mayores para evitar que se conviertan en dependientes.

Una espera de 383 días para recibir la prestación

Para beneficiarse de una ayuda a la dependencia, además del papeleo, hay que armarse de paciencia, pues de media los dependientes esperan 383 días desde que solicitan la prestación hasta que se la conceden. Según los últimos datos del Ministerio de Derechos Sociales correspondientes al primer semestre del año, Galicia es la sexta comunidad con mayor demora, solo por detrás de Canarias, Andalucía, Murcia, Extremadura y Cataluña.

Por el contrario, mientras en Galicia se tarda más de un año en tramitar la dependencia, en Castilla y León o País Vasco se resuelve en unos cuatro meses.

De hecho, la comunidad gallega incumple los plazos máximos fijados en la Ley de Dependencia, que estipula que no se debe tardar más de seis meses en atender a las personas dependientes.

Aún así, Galicia ha conseguido reducir esta espera media ligeramente en el último año. Así, en el tercer trimestre de 2021 la demora ascendía a 391 días.

En su informe semestral el Ministerio de Derechos Sociales analiza también el perfil del cuidador de las personas dependientes. Es una tarea que siguen asumiendo mayoritariamente mujeres. Así, en Galicia solo hay un 14,3 por ciento de cuidadores hombres. Es además el porcentaje más bajo de toda España, donde la feminización de los cuidados no es tan acentuada como en la comunidad gallega. El 60 por ciento de los familiares que atienden a dependientes son además mayores de 50 años.

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