Migración

Uno de los migrantes acusados equipara el avión patera del aeropuerto de Palma con un salto de la valla de Melilla

El procesado, que lleva 14 meses preso, defiende que su única intención era entrar en España y niega haber participado en ningún plan en el escrito de defensa presentado por el abogado Bartolomé Vidal

Traslado del supuesto enfermo que provocó el aterrizaje en Palma del avión patera.

Traslado del supuesto enfermo que provocó el aterrizaje en Palma del avión patera. / DM

Marcos Ollés

Uno de los 22 migrantes encarcelados por el caso del avión de Son Sant Joan equipara en su escrito de defensa su entrada irregular en España con un simple "salto de la valla de Melilla" o la llegada de cualquier patera a las costas de Mallorca. En su alegato frente a la petición de la Fiscalía de cinco años de prisión por un delito de sedición, este encausado afirma a través de su abogado, Bartolomé Vidal, que su única intención era entrar en el país en busca de una vida mejor y reclama su absolución. Niega además haber formado parte de ningún plan orquestado para desviar el avión a Palma y sostiene que la acusación se ha "construido" para dar una sanción "ejemplar" y "cubrir el desastre y el ridículo de Aena y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado".

El escrito, presentado ya ante la Audiencia Provincial, que en los próximos meses debe enjuiciar los hechos, afirma que la acusación de la Fiscalía es "genérica y sin individualización de hechos y responsabilidades" de cada uno de los procesados. Considera así que esta falta de concreción vulnera su derecho de defensa.

Este encausado sostiene que su huida del avión en Son Sant Joan, desviado de la ruta entre Marruecos y Turquía por una falsa emergencia médica en noviembre de 2021, respondía al "anhelo de cumplir el sueño de llegar a Europa" y que no tenía "ningún ánimo o voluntad delictual". Según su tesis, la insólita fuga masiva de la aeronave en Mallorca fue una mera "entrada irregular" en España que equipara a los saltos de la valla de Melilla o a la llegada de cualquier patera a las costas españolas.

El letrado del migrante califica de "pequeño y anecdótico detalle" que el método utilizado fuera el aterrizaje de emergencia de un avión. También destaca el abogado la actitud de los migrantes tras su salida de la aeronave: "No se manifestaron en nombre de Alá, no se tumbaron en las pistas, no robaron ni golpearon, ni destruyeron".

De esta manera, sostiene que la respuesta a este episodio debió ser la Ley de Extranjería y no el Código Penal. Afirma el escrito de defensa que no hay pruebas de que este migrante "ideara un plan" para desviar el avión a España y que en ningún momento llevó a cabo otra actuación más que la huida cuando la aeronave estaba ya en tierra. Vidal discute que se pueda aplicar el delito de sedición contemplado en la ley de Navegación Aérea de 1964, pues el aparato estaba en tierra cuando se produjo la huida. Y recuerda además que el delito de sedición contemplado en el Código Penal acaba de ser derogado.

También rechaza la imputación de que la espantada provocara una situación de peligro, acusación que califica de "lacónica", y atribuye la alarma generada a que el control de seguridad en Son Sant Joan "fue prácticamente cero".

En este sentido, sostiene que las graves imputaciones contra los migrantes se han "construido" para tapar estos supuestos fallos de seguridad, servir de escarmiento para evitar episodios similares y justificar la permanencia en prisión preventiva de los acusados. Con estos argumentos, el letrado concluye que su cliente no es autor de ningún delito y por tanto debe ser absuelto.

Cinco años de prisión

La fiscalía solicita en su escrito de conclusiones provisionales sendas condenas de cinco años de prisión para cada uno de los 22 migrantes que participaron en la fuga del avión en la tarde del 5 de noviembre de 2021. Según la acusación pública, fue planeada en un grupo de Facebook formado por jóvenes marroquíes. Siguiendo este plan, embarcaron en un vuelo de la compañía Air Arabia que cubría la ruta entre Marruecos y Turquía. En pleno vuelo, uno de los implicados simuló sufrir un grave problema diabético, por lo que el comandante se desvió y obtuvo autorización para realizar un aterrizaje de emergencia en Palma. Cuando el avión tomó tierra en Son Sant Joan, el supuesto enfermo y otro migrante fueron trasladados a Son Llàtzer. El resto de acusados aprovecharon entonces para salir a empujones del aparato y escapar.

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