El 'verdadero invierno' ya tiene fecha en España si se rompe el vórtice polar

Varios informes auguran perturbaciones en las capas altas de la atmósfera

Anomalía de temperaturas causada por una perturbación del vórtice polar

Anomalía de temperaturas causada por una perturbación del vórtice polar

Ángel Guerrero

Algo se mueve en las capas altas de la atmósfera que abre una esperanza a que el 'verdadero invierno' llegue al fin. Según diferentes informes de predicción meteorológica a medio plazo, el cambio se está cociendo en estos momentos en la región polar del Ártico. ¿Y cuándo llegaría? Todo apunta a que sería a partir de finales de enero cuando se podría registrar una perturbación del vórtice polar. Con este nombre definimos a la corriente de vientos que mantienen el frío en los alrededores del Polo Norte.

¿Qué pasaría si ese vórtice ser rompe?: el frío saldría entonces de su 'encierro' y podría escapar hacia el sur. Y no se descarta que pueda llegar a España.

Los modelos actuales muestran un potencial calentamiento súbito estratosférico (CSE) desarrollándose en torno al día 20 de enero y posteriores. Las consecuencias de este CSE sería el desplazamiento del vórtice polar estratosférico.

Juan Jesús González Alemán, doctor en Física y meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ha indicado en las redes sociales que "empieza a haber fuertes evidencias para un calentamiento súbito estratosférico" y que el modelo IFS europeo "muestra potencial" para "una gran perturbación en el vórtice polar" a finales de mes.

Incógnitas

A partir de ahí, existen aún demasiadas incertidumbres. De notarse sería a partir de febrero. Pero se han de dar unas condiciones para que el fenómeno se traslade a la baja atmósfera. Los expertos esperan que antes de que acabe el mes de enero la situación estará más clara. Si finalmente nos encontramos ante un calentamiento estratosférico potente que se traslada a la baja atmósfera veremos temporales de frío y nieve en el hemisferio norte, incluida la península Ibérica. Todo dependerá de en qué dirección se descuegue el frío polar y de cómo se combine con anticiclones y borrascas.