El buque ‘Elcano’ se apunta a la batalla por la salud de los océanos

El buque escuela de la Armada española Juan Sebastián de Elcano partirá mañana a su 95 crucero de instrucción con una nueva misión, consolidarse como plataforma de investigación en la batalla por cuidar la salud de los océanos.

El barco más emblemático de la Armada partirá en su nuevo crucero de Cádiz y recorrerá en 143 días 18.000 millas pasando por los puertos de Tenerife, Río de Janeiro (Brasil), Buenos Aires (Argentina), Punta Arenas (Chile), El Callao (Perú), Cartagena de Indias (Colombia), Puerto Limón (Costa Rica) y los estadounidenses de Pensacola y Nueva York, antes de regresar a su puerto de partida el 21 de julio.

Navegará por tanto los océanos Atlántico y Pacífico, atravesando los canales de Magallanes y Panamá, con una dotación de 180 personas, entre ellas los guardamarinas que durante este viaje completarán su formación dentro de la carrera de un Oficial de la Armada.

Durante los últimos dos años, en los cruceros realizados en el 2021 y 2022, el buque escuela, además de sumarse a las celebraciones del V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo, una hazaña que completó el marino vasco que le da nombre, el buque escuela embarcó una nueva misión, ha desarrollado el «Proyecto Bandera 1519».

Con este proyecto, el barco se convertía en una plataforma para que científicos de la Universidad de Cádiz, además de formar a los guardamarinas, testaran la capacidad del barco para testar en su travesía los perfiles de temperatura de los océanos a través de sondas, para identificar basuras marinas y para avistar cetáceos.

El éxito de este trabajo, como proyecto piloto, le valió que en febrero de 2022 la UNESCO otorgara al barco la bandera «Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible».

Tras recibir esta bandera Elcano se ha convertido de forma permanente en parte de este programa de la UNESCO que se desarrolla entre el 2021 y el 2030.

Por ello este nuevo crucero lo desarrolla como observatorio permanente de este programa que tiene como objetivo apoyar los esfuerzos por conservar la salud de los océanos.

En esta ocasión, el buque no será una plataforma para investigar las basuras marinas, ya que durante el proyecto piloto demostró que, al desplazarse con los vientos, Elcano navega fuera de las zonas de mayor concentración de estos efectos contaminantes. Sí mantendrá su tarea de observación de la estructura térmica del océano a través de sondas.

Una investigación «crucial en estos momentos» y en la que el buque escuela puede desarrollar un papel «importante», debido a que en su ruta entre Canarias y Sudamérica atraviesa el ecuador del planeta, un punto donde las aguas profundas de latitudes polares ascienden hacia la superficie, según explicó el catedrático de Física Aplicada de la UCA.

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