El sector de la microelectrónica canaria pugna por 500 millones del Estado

Centros de investigación y empresas de las Islas exhiben su potencial para adherirse al Perte Chip, una estrategia nacional para poner al país a la vanguardia de los microchips

El comisionado del Perte Chip, Jaime Martorell, visita las instalaciones del Instituto de Astrofísica de Canarias.

El comisionado del Perte Chip, Jaime Martorell, visita las instalaciones del Instituto de Astrofísica de Canarias. / E. D.

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Las empresas y centros de investigación canarios pugnarán por captar al menos 500 millones del Perte de microelectrónica y semiconductores, conocido coloquialmente como Perte Chip. Este proyecto país nace con el objetivo de impulsar la industria digital y electrónica para poner a España a la vanguardia de la creación de microchips en Europa. El Ejecutivo regional busca beneficiarse, a través de proyectos de investigación y empresariales, de estas ayudas económicas del Estado puesto que podrían reforzar un sector que en Canarias ya da empleo a más de 900 personas: 717 trabajadores en empresas y, al menos, 200 investigadores.

"Canarias tiene mucho potencial para participar en este Perte, hemos visto complementariedad entre lo que se hace en las Islas y en otras regiones de España", destacó el comisionado especial para este Perte, Jaime Martorell, durante su primer día de visita institucional de los centros de investigación y empresas de las Islas. Durante el día de hoy ha acudido al Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y, en la jornada de mañana, hará lo propio en el Instituto Universitario de Microelectrónica Aplicada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULGPC), el Parque Tecnológico y otras empresas.

Este Perte Chip es uno de los mejores dotados del Ejecutivo nacional. Se anunció a mediados de 2022 con un total de 12.250 millones de euros hasta 2023. Pero no contaba con "ficha financiera" en los presupuestos, tal y como confirmó Martorell a la prensa. Una aclaración con la que el máximo responsable de este Perte quiso disipar cualquier duda sobre la gestión de este Perte, criticada por su demora en ser puesta en marcha. "Los seis primeros meses hicimos una ronda de proyectos a través de la geografía española; hemos cumplido esta primera fase y para este 2023 ya tenemos presupuesto asignado, un total de 1.350 millones para este año", explicó el comisionado. Este proyecto estratégico tiene previsto movilizar una inversión pública de 12.300 millones de euros hasta 2027, de los que 10.750 serán créditos que deberán ser devueltos al Estado.

El Perte se sustenta en cuatro ejes de acción que abarcan toda la cadena de valor de la industria: desde la concepción al diseño, la producción y la fabricación de productos electrónicos. Una de estas líneas estratégicas es el refuerzo de la capacidad científica, al que optan estas instituciones isleñas, dotada con inversión total asciende a 1.165 millones. Para el resto de ejes se destinarán 9.350 millones de euros para atraer el establecimiento de grandes fábricas mundiales y de menor dimensión, y 1.730 millones de euros para atraer empresas de diseño de chips y escalar las existentes en España. Del total, y gracias a su potencial científico y empresarial, Canarias cree que tiene potencial de captar hasta 500 millones, es decir, el 4% del presupuesto.

"Dentro de los ejes estratégicos del Perte tenemos capacidad para optar a varias líneas de investigación, diseño e incluso de fabricación, con las que podríamos optar a más de 500 millones de euros en las licitaciones previstas, y todo gracias a la colaboración público-privada", afirmó la consejera de Economía, Conocimiento y Empleo, Elena Máñez. A raíz del trabajo previo realizado para "detectar y mapear" las capacidades de Canarias para participar en este Perte, el departamento de Economía ha creado la Primera Estrategia Canaria de Microchips, en la que se acredita la capacidad del entorno privado y público de las Islas para llevar a cabo el desarrollo de microchips. Aquel documento se presentó en Madrid en octubre del año pasado, momento en el que se fraguó el "compromiso" del comisionado para "conocer in situ" y de primera mano los "proyectos con capacidades para participar en este Perte". "Canarias tiene mucho que aportar en este proyecto país", remarcó Máñez.

Con respecto al IAC, el comisionado afirmó que el centro de investigación tiene potencial tanto para contribuir en el avance de proyectos chip como en la parte de semiconductores. "Hemos hablado de proyectos concretos para avanzar en ese sentido, como por ejemplo utilizando la microelectrónica para desarrollar la ciencia espacial", remarcó Martorell. En la visita que hará mañana a Gran Canaria espera encontrar proyectos dedicados a la "electrónica en sí" y a "la complementariedad de proyectos con Europa".

Las Islas tienen empresas que desde hace años diseñan chips o procesos ópticos en la fabricación de chips, que se han constituido en el Clúster Chip Canarias, con 717 puestos de trabajo directos de alta cualificación y un volumen de negocio aproximado de 78 millones de euros. Estas empresas se integraron el pasado verano en lo que denominamos el Ecosistema Canarychip de Microelectrónica y Semiconductores de Canarias (abreviadamente Ecosistema Canarychip), formado por el Clúster Chip Canarias y otras empresas, los centros científicos IUMA-ULPGC e IAC, y otros agentes públicos competentes en el sector en Canarias.

Entorno a la ciencia de los microprocesadores se reúnen más de 200 investigadores e investigadoras de alto nivel en materia de microelectrónica e instrumentación, con un presupuesto de 17 millones de euros, que le dan soporte técnico, de formación y de atracción del talento a la parte privada, "de manera que las Islas se pueden situar entre los primeros cinco puestos de las comunidades autónomas con mayor talento humano para desarrollar los proyectos del PERTE", tal y como afirma Máñez.

¿Qué son los Perte?

Los Perte (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) creados al amparo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con los fondos europeos, son una nueva figura para el impulso y la coordinación de proyectos prioritarios para el país y complejos. No conceden subvenciones de la manera habitual, sino que se publican concursos para las llamadas "expresiones de interés", en las que la iniciativa pública y privada confluyen para presentar el mejor proyecto posible, que será evaluado en concurrencia competitiva con el resto de los que se presenten y concedido al que mejor cumpla los objetivos propuestos desde el Ministerio.