El proyecto ‘Camarada’ da apoyo psicológico a 260 jóvenes canarios

El proyecto piloto cumple un año atendiendo de forma presencial u online a isleños de 15 a 30 años

Un grupo de jóvenes en una calle de la capital grancanaria sin relación directa con esta información.

Un grupo de jóvenes en una calle de la capital grancanaria sin relación directa con esta información. / José Carlos Guerra

El proyecto ‘Camarada’ da apoyo psicológico a 260 jóvenes canarios. La dirección general de Juventud de la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias tiene en marcha el proyecto Camarada en el que se realizan sesiones psicológicas gratuitas para los jóvenes de entre 15 y 30 años que quieran apuntarse. Es tan simple como llamar al teléfono y pedir cita previa, de forma presencial en Tenerife o vía online para el resto de las siete Islas. Desde su puesta en marcha. hace ya un año, como experiencia piloto han atendido a 260 jóvenes.

 «La idea surge prácticamente como una respuesta a una necesidad social. Somos conscientes de la falta de recursos de atención psicológica, de las largas listas de espera para ser atendidos en la sanidad pública y de la dificultad para costearse atención psicológica privada frecuente para la mayoría de la gente», explica Beatriz Castro Tosco, psicóloga y coordinadora de Proyectos de Salud Mental e Igualdad.

Fue esa constatación de la importancia que le dan los jóvenes de hoy en día a la salud mental y la falta de respuesta por parte de los servicios sanitarios de Canarias lo que animó a poner en marcha este proyecto piloto. «Desde la Dirección General de Juventud estábamos preocupados por la salud mental de los jóvenes y con la pandemia se puso en el centro la necesidad de hablar del tema de una forma más explícita. En esa época hicimos formaciones con psicólogas en salud mental, de forma online, que salieron muy bien y tuvieron una respuesta positiva. La gente joven nos hacia llegar su necesidad de contar con atención psicológica porque hay casos en los que les da vergüenza decirle a un familiar que necesitan esa atención o simplemente no se la pueden costear», explica Laura Fuentes, directora general de Juventud. 

Tres acciones principales

Tras los buenos resultados cosechados, este año se ha añadido la posibilidad de hacer las sesiones de manera telemática, para que el servicio pueda llegar a toda la juventud de Canarias.

 La duración del proyecto es de dos meses y se divide en tres actuaciones principales, siendo la terapia en sí la parte primordial del proyecto, y las otras dos, herramientas imprescindibles para su mayor optimización.

«Inicialmente se ha llevado a cabo una campaña en redes para impulsar el proyecto y acercar el servicio a la población objetivo, se ha creado una web específica para que los jóvenes interesados en recibir ayuda psicológica puedan concertar su cita de manera privada y totalmente voluntaria y se han realizado las sesiones psicoterapéuticas con los jóvenes», enumera Castro. El perfil de los jóvenes que acuden al proyecto Camarada es muy variado, pero las problemáticas sí suelen ir por el mismo camino. Está destinado a toda la población de entre 15 y 30 años.

«De manera frecuente hemos encontrado que se repiten los problemas relacionados con la ansiedad, estado de ánimo decaído, miedo al futuro y desmotivación en general. Algo que sí hemos detectado que se repite es que para la gran mayoría de participantes del proyecto es la primera vez que asisten a terapia», subraya.

Vista la creciente demanda creciente que tienen los jóvenes y la respuesta a esta iniciativa desde Juventud barajan la posibilidad de ampliar el programa a lo largo del año en periodos de tres meses. «La respuesta ha sido abrumadora para lo bueno y para lo malo. Vamos a intentar que dure todo el año, de tres en tres meses para llegar a cubrir la demanda», explica Fuentes.

Mayor compromiso

Cree que una buena medida para afrontar esta situación sería con la implicación de las concejalías de Juventud de los municipios y de las consejerías de los siete cabildos en una apuesta clara por dar una respuesta a esta demanda de los jóvenes. «Hay un interés de trabajar con Salud Pública y Salud Mental para ampliar este servicio que es positivo para la juventud. El año pasado se salvaron vidas», añade.

En este primer año han detectado que la juventud canario no tiene reparos a la hora de hablar de salud mental, dejando atrás un tabú que ha pesado a otras generaciones. 

«El contexto sociocultural e histórico que estamos viviendo en estos últimos tiempos tiene gran parte de responsabilidad de la crisis en salud mental a la que nos enfrentamos. Trabajando desde la prevención y en la aceptación del funcionamiento de cada uno, queremos darles las herramientas apropiadas para que aprendan a detectar y gestionar sus dificultades», apunta Castro.

Etapa difícil

A todo esto hay que añadir que ya de por sí, la etapa de la adolescencia y la juventud temprana se caracteriza por estar en plena construcción, donde hay mucha confusión, inseguridad, baja tolerancia a la frustración o la necesidad de inmediatez. Esto crea un  cóctel muy peligroso que puede derivar en que la juventud se encuentre en una situación de vulnerabilidad emocional más acusada que los adultos. 

«Los datos son alarmantes, pero lejos de querer ser catastrofistas, lo que hay que poner de relieve con todo esto es la falta de recursos y el mal funcionamiento de los mismos, sumado a muchas veces al desconocimiento o falta de acceso por parte de la población. Por todo esto, creo que es muy importante que la juventud pueda tener acceso a una salud mental de calidad y con garantías de seguimiento», reflexiona. Este proyecto se suma a otras acciones emprendidas desde Juventud para dar una respuesta a la preocupación de los jóvenes por la salud mental. De hecho, el próximo 9 de febrero tendrá lugar el primero foro de la juventud de Canarias por la salud mental que contará con psicólogos y psiquiatras y la presencia de jóvenes canarios.

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