¿Cuántos osos hay en la Cordillera Cantábrica? Un estudio constata que la población sigue creciendo

"Satisfacción" en Asturias al revelar el último censo que la especie asciende a 370 ejemplares, de los cuales 120 están en la zona oriental frente a los 50 que se registraron en el anterior cálculo

¿Cuántos osos hay en la Cordillera Cantábrica? Un estudio constata que la población sigue creciendo.

¿Cuántos osos hay en la Cordillera Cantábrica? Un estudio constata que la población sigue creciendo.

Mónica G. Salas

La población de oso pardo va a más en la Cordillera Cantábrica. Según el último censo –en realidad es el primero hecho con técnicas genómicas–, presentado este martes en León por los responsables de Medio Rural de Asturias, Castilla y León, Cantabria y Galicia, la especie se consolida en la vertiente occidental y crece de forma notable en la oriental. En concreto, los expertos estiman, tras haber recogido y analizado genéticamente en el laboratorio más de 1.200 muestras de pelo y excrementos, que hoy la población cantábrica de osos consta de 370 ejemplares (210 machos y 160 hembras), de los cuales 250 pertenecen a la subpoblación occidental y 120 a la oriental. Los anteriores cálculos situaban el censo total en 330, habiendo tan solo 50 plantígrados en la zona oriental. 

Para David Villar, director general de Medio Rural del Gobierno del Principado, los resultados del censo son «muy satisfactorios», pues confirman la consolidación occidental de la especie, que es "la zona madre", así como su expansión hacia "zonas nuevas": Galicia (Lugo y Orense) y el norte de Zamora, y lo que es más importante, hacia el oriente: León, Palencia y Cantabria. "El resultado constatado en la subpoblación oriental es todavía más satisfactorio, ya que la especie estuvo a punto de desaparecer en este territorio hace apenas 30 o 40 años, y las últimas estimaciones no superaban el medio centenar de ejemplares", señaló en la misma línea el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz. 

El estudio, que se llevó a cabo de forma conjunta por las cuatro comunidades autónomas en las que habitan los osos, junto al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, muestreó una superficie de 16.700 kilómetros cuadrados y se recorrieron 7.606. En Asturias se analizaron 4.899 kilómetros cuadrados en la población occidental y 554 en la oriental. En total, se recorrieron más de 3.000 kilómetros en la comunidad. La estimación de población se hizo mediante muestreos, tras la recogida de tejidos (excrementos y pelos) a lo largo de todo el territorio. La técnica empleada, destacaron los representantes de las cuatro comunidades, es la menos invasiva y la más indicada para especies amenazadas, puesto que no precisa de capturas físicas para marcaje. Este censo constituye un hito, ya que hasta ahora lo único que había eran estimaciones y censos de osas con crías.

Asturias, la segunda comunidad con más osos

Castilla y León es la comunidad con más ejemplares.

Pese a las buenas estadísticas –ya hay casi tantos osos como habitantes tiene San Martín de Oscos–, todavía queda un largo recorrido para que la especie salga del peligro de extinción. Según los autores del libro 'Osos cantábricos. Demografía, coexistencia y retos de conservación', de la Fundación Oso Pardo, en la década de 2030, la población cantábrica podría salir de la categoría de "Peligro" a entrar en la de "Vulnerable" en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). De alcanzar esta meta, estaríamos ante un éxito de conservación, cuya primera piedra se puso en el año 1967 cuando se dejaron de abatir osos en España y en 1973 pasó a considerarse especie protegida. 

"No podemos bajar la guardia"

Para José Tuñón, director de la Fundación Oso Asturias, que ha colaborado en el estudio, los resultados son "sin duda una buena noticia". "Pone de manifiesto el crecimiento sostenido de las dos poblaciones de la cordillera Cantábrica, lo que demuestra que se están haciendo bien las cosas y, de manera muy especial, por parte de los vecinos de las comarcas oseras", indica. Ahora bien, agrega "no podemos bajar la guardia en ningún caso". "Preservar el hábitat de la especie es fundamental, evitando actividades que interfieran en el objetivo conservacionista más allá de las que han venido siendo tradicionales en las comarcas afectadas y ejerciendo un control muy estricto sobre las prácticas deportivas y de ocio en esas áreas, de manera que sean compatibles –como de hecho lo están siendo en la mayoría de los casos– con la recuperación de la especie que, pese a estas cifras, se mantiene en la categoría de peligro de extinción, si bien es cierto que, por fortuna, ya en la franja baja y menos aguda del mismo".

Según David Villar, el censo presentado este martes "viene a dar seguridad e información sobre la salud de la población osera, de la cual todavía nos queda mucho por saber, como el grado de consanguinidad". También, añadió, con los resultados "daremos pasos más certeros en la traslocación de ejemplares". Es decir, cuando se rescata un animal herido y, tras recuperarse, se reintroduce en la zona oriental, como viene siendo habitual en los últimos años, con el objetivo de potenciar esa subpoblación, que es más débil. "Esas decisiones están avaladas ahora por el censo genético", subrayó el director general asturiano de Medio Rural, que insiste en ver al oso como "motor de desarrollo". "Es una oportunidad para luchar contra la despoblación. El oso es el símbolo de lo mejor que tenemos cada una de las cuatro comunidades: desarrollo sostenible, un respeto por la naturaleza y saber anticiparse a los problemas de coexistencia que está habiendo con la muestra en marcha de protocolos", incidió. Y remató: "El oso es motivo de orgullo y de desarrollo". 

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