Una anciana pasa 10 días en un box de Urgencias del Negrín tras sufrir un ictus

La alta ocupación en la planta de Neurología retrasa su traslado - Los familiares responsabilizan a este servicio de los daños ocasionados a la paciente de 86 años

Dos ambulancias a las puertas del servicio de Urgencias del Hospital Doctor Negrín.

Dos ambulancias a las puertas del servicio de Urgencias del Hospital Doctor Negrín. / José Carlos Guerra Mansito

Pilar Marquina, una anciana de 86 años que reside en la capital grancanaria, pasó 10 días en un box de Urgencias del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín tras ser trasladada en ambulancia al centro después de sufrir un ictus. Según cuenta su yerno, Manuel Chica, la mujer llegó al hospital el viernes, 17 de febrero, sobre las 20.00 horas. «Inmediatamente, los sanitarios le hicieron un escáner y nos confirmaron que había sufrido un ictus hemorrágico y que tenía un pequeño derrame. Además, nos dijeron que tuviéramos paciencia porque debía estar 48 horas en observación y la planta de Neurología estaba saturada», relata Chica. Al estar en vísperas del Martes de Carnaval, la familia asumió que en realidad iba a permanecer en el box más de dos días. Sin embargo, su estancia en el área se alargó más de lo previsto. 

El sábado 18, un neurólogo la visitó para examinarla y pautarle un tratamiento. «Ella es diabética e hipertensa y, teniendo en cuenta lo que le había pasado, determinó que era mejor que no se tomara el Sintrom para evitar el riesgo de hemorragias. Los médicos nos aseguraron que seguía a la espera de pasar a planta, y ese fue el último día que tuvimos contacto con un neurólogo». 

El miércoles 22, la familia volvió a preguntar por el traslado de la paciente. Tal y como señala Manuel Chica, la respuesta de los doctores fue que aún no tenían constancia de que hubiera camas disponibles. «Nos extrañaba mucho porque había pacientes que estaban siendo trasladados. Tampoco le habían indicado cambios en la medicación que estaba tomando, ni un tratamiento de rehabilitación», anota. 

Un día después, volvieron a hablar con los médicos de Urgencias para tratar de agilizar el paso de Pilar Marquina a la planta de Neurología. «Nos preocupaba mucho que perdiera movilidad. Mi suegra es una mujer totalmente independiente y vive sola, pero tiene 86 años y el hecho de estar acostada todo el día ya le estaba afectando demasiado». 

Esa misma jornada, los familiares decidieron ponerse en contacto con Muface, la mutualidad de la anciana. ¿El propósito? Solicitar el traslado a otro centro a través de su aseguradora privada. «Hicieron la gestión e informaron del caso a la dirección médica, pero este proceso lleva unos días de espera y tuvimos que seguir ahí», explica Chica. 

La Gerencia lamenta lo ocurrido y asegura que revisará el protocolo interno para mejorar

Ya el viernes, 24 de febrero, la familia se cansó de esperar y quiso presentar una reclamación en Atención al Paciente. «Una doctora de Urgencias nos lo aconsejó para que nos hicieran caso de una vez por todas. El problema es que ya era por la tarde y este tipo de escritos solo se pueden presentar en horario de mañana, por lo que tuvimos que esperar hasta el lunes». 

En el transcurso del fin de semana, asegura que no apareció ningún especialista en Neurología para observar la evolución de la paciente. Por fin, el lunes 27, tras presentar el escrito, acudió una neuróloga al box de Pilar Marquina. «Le expresamos nuestro malestar y la propia profesional nos dijo que nosotros habíamos sido muy condescendientes porque tendríamos que haber hecho más ruido. ¿Hace falta gritar o ponerse de malas formas para que no tengan a los enfermos abandonados en un box?», cuestiona Manuel Chica, quien garantiza que el trato de los médicos, el personal de enfermería y los auxiliares fue «exquisito»

Por fin, esa noche, a las 21.00 horas, pudo pasar a planta y la dirección médica confirmó el traslado de Marquina al Hospital Icot Ciudad de Telde, donde ingresó este martes después de haberse sometido a una serie de pruebas. 

«El hecho de haber alargado el protocolo de reposo absoluto pactado, únicamente por la falta de atención de un neurólogo, cuando la paciente lo que necesita es realizar cuanto antes ejercicios de rehabilitación, ha supuesto, a parte de un retraso en su evolución con las consecuencias que puede acarrear, el permanecer en un box durante días, desorientada, nerviosa, sin apenas poder distinguir el día y la noche, causándole daños físicos como la inflamación articular por la postura encamada», reza parte del escrito que presentó la familia el pasado lunes, y en el que también agradecen los cuidados y la comprensión del personal sanitario del servicio de Urgencias.

«Abandono absoluto»

No obstante, responsabilizan al servicio de Neurología de los daños que ha supuesto para la salud de la paciente «el abandono absoluto» de la asistencia por parte de un especialista durante nueve días. «Dado que unos hechos de tal gravedad pueden repetirse y afectar a más pacientes, haremos pública esta queja. Esperamos tener respuesta por parte del responsable del servicio de Neurología del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín», concluye el texto. 

Desde la Gerencia del hospital de referencia del área norte de Gran Canaria manifestaron este martes que, ante la alta ocupación en la planta de Neurología y en las del resto de especialidades en general, la paciente tuvo que permanecer en Urgencias hasta poder ser trasladada a la planta correspondiente. «El centro hospitalario lamenta el retardo en la asistencia en planta y revisará el protocolo interno buscando la mejora en este sentido. Todo ello en un contexto de aumento de la atención urgente y de alta ocupación hospitalaria». Asimismo, garantizan que, durante su estancia en el box de Urgencias, «estuvo atendida en todo momento, disponiendo de la supervisión de un especialista en Neurología las 24 horas del día». 

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