Modelo educativo

Bachillerato internacional: ¿por qué la princesa Leonor no hará la selectividad española?

Los estudiantes que cursan la modalidad internacional de secundaria han de superar un complejo y difícil examen propio que les exime de presentarse a las pruebas españolas

La princesa Leonor, a la izquierda, junto a su hermana, la infanta Sofía, en una imagen de archivo.

La princesa Leonor, a la izquierda, junto a su hermana, la infanta Sofía, en una imagen de archivo. / EFE

Olga Pereda

La Casa del Rey todavía no ha informado sobre los estudios superiores que realizará la princesa Leonor. ¿Se matriculará en una universidad española? En caso afirmativo, la hija de los Reyes no se someterá esta primavera a la selectividad ordinaria. Tampoco lo hará dentro de un par de años su hermana, la infanta Sofía, que en septiembre imitará sus pasos y comenzará el Bachillerato Internacional (International Baccalaureate, IB) en el centro privado Atlantic College de Gales, cuya factura económica asciende a 84.000 euros por los dos cursos. 'Pasar' de la selectividad no se trata de un privilegio monárquico. La explicación es puramente académica.

Los alumnos y las alumnas que se matriculan en el IB no realizan las pruebas ordinarias de acceso a la universidad, como sí hacen todos los estudiantes españoles que han aprobado el bachillerato ordinario y que aspiran a entrar en una facultad española. Leonor y Sofía de Borbón, como todos los matriculados en IB, tienen otra prueba específica con la que consiguen el diploma que les brinda el acceso a la universidad española. “Son exámenes complejos y duros que duran tres semanas. Tenemos un alto nivel de exigencia”, explica Maripé Menéndez, responsable de Iberoamérica, Desarrollo y Reconocimento de IB, una fundación privada sin ánimo de lucro que nació en Ginebra en 1968 y que actualmente está presente en 159 países. En España desembarcó en 1977.

A diferencia del sistema español (donde la nota de bachillerato cuenta un 60%, y la selectividad, un 40%), en la selectividad del IB los estudiantes se juegan el 100% de su calificación en los exámenes, corregidos a nivel internacional por un equipo mundial de profesores y sometido a unos rigurosos controles que impiden inflar las notas, explica la responsable de IB. El nivel de aprobados ronda el 80%, considerablemente más bajo que el de la selectividad (97%).

Críticas

Hay miembros de la comunidad educativa, sin embargo, que no ven con buenos ojos que los estudiantes de IB no se sometan a las pruebas españolas. “¿Por qué unos sí y otros no? La selectividad debería ser para todos o para ninguno. Conseguiríamos una universidad más democrática y de justicia social. El sistema actual no es justo con los alumnos que estudian el bachillerato ordinario”, explica Carlos Elías, catedrático de Periodismo en la universidad Carlos III (Madrid). “¿Qué problema tienen los alumnos del bachillerato internacional en someterse la selectividad, si tan excelentes son?”, insiste el profesor, investigador y divulgador.

“¿Qué problema tienen los alumnos del bachillerato internacional en someterse la selectividad, si tan excelentes son?”

Carlos Elías

— Catedrático de Periodismo en la universidad Carlos III

"El examen propio del bachillerato internacional es muy exigente y muy duro. El nivel de aprobados ronda el 80%, inferior a la selectividad española"

Maripé Menéndez

— Responsable de Iberoamérica, Desarrollo y Reconocimento de IB

La responsable de IB responde al catedrático Elías que el examen propio del bachillerato internacional es “muy exigente y muy duro” y que aprobarlo supone estar más que preparado académicamente para entrar en la universidad. La selectividad del IB es mundial: son las mismas preguntas para todos los alumnos y alumnas, y los exámenes se celebran los mismos días del año. Menéndez destaca que los alumnos no realizan la selectividad española pero tampoco ninguna otra prueba nacional de acceso a la universidad en caso de estudiar en facultades de otro país. El diploma de IB da acceso directo a las universidades de los 159 países en los que está presente la fundación. 

Desde infantil

El Bachillerato Internacional es un sistema educativo “apolítico y aconfesional” que se puede cursar en todas las etapas -infantil, primaria y secundaria- dependiendo de si el colegio o instituto en el que está matriculado el alumno está integrado en la organización IB. En todo caso, bachillerato es la etapa donde tienen el mayor porcentaje de matriculaciones.

En España se ha registrado una "progresión importante" de estos estudios desde 2015. Ante la acusación de elitismo, Hernández responde que el 49% de los 200 centros adscritos en España son de titularidad pública. En el curso 2016-17, el instituto Moisès Broggi, en el distrito de Sant Martí, fue el primer centro público de Barcelona en impartir el IB.

Estudiar fuera del país de nacimiento -como ha hecho la princesa Leonor y hará el año que viene su hermana- no es una condición imprescindible para estudiar el IB. Dado el impacto en la economía familiar, la mayoría de alumnos lo cursan en su propio país.

La responsable de IB destaca que el bachillerato internacional contribuye a la internacionalización de la universidad ya que, en los últimos 5 años, en las facultades españolas han ingresado más de 15.000 alumnos extranjeros diplomados en IB.

Ciencias y letras

El IB es un bachillerato “holístico” con unos currículos propios que abarcan seis disciplinas obligatorias: matemáticas, humanidades, ciencias experimentales, lengua materna (el catalán está incluido) y lengua extranjera. Los estudiantes (entre los que hay un 10% más de alumnas que de alumnos, según las estadísticas del último curso) tienen que realizar un trabajo de investigación y cumplir con unas horas estipuladas de acción social a la comunidad.

Al igual que la actual ley educativa española (Lomloe), el sistema educativo de IB está basado en el aprendizaje y la evaluación competencial. Menéndez explica que el objetivo es “conectar el aprendizaje con la vida real" y “fomentar entre los estudiantes el pensamiento crítico, la curiosidad, la investigación y la solidaridad”.

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